..Oscar..
Salgo de mi casa en busca del regalo de Mala, pero no tengo ninguna pinche idea de qué carajo le puedo regalar, voy tan distraído que choco con alguien.
Levanto la vista y no puedo creer que sea Aurora la hermana de mi nena.
-Hola. -ella me ve con desconfianza, no ha cambiado en nada es muy bella, pero no se compara con su hermana.
_¿Hola?,¿te conozco?.-me pregunta con cara de confusión.
-Aura, soy Oscar Smith.-pone cara de sorpresa, sin duda eso no se lo esperaba, si así reacciono su hermana, como reaccionara mi enana, por lo que veo sus padres no le comentaron nada de la sorpresa.
-¡¡¡¡Hola Oscar!!!! ¿cómo estás?, no te reconocí, como has cambiado, ¿cuándo llegaste?, esto lo tiene que saber Mala. -me dice toda emocionada.
-NO, no le digas nada. -la confusión por mi reacción esta en todo su esplendor, así que le explico los planes de sus padres, para que no malinterprete la situación, no quiero ningún mal entendido que rodea a mi nena y a mí. -arruinarías la sorpresa. -comento serio, y esperanzado a que no arruine nada ni nadie mis planes.
-Aaaa ahora lo entiendo todo, así que tú eres la famosa sorpresa, para el cumpleaños de Mala, vaya que será todo un espectáculo épico. -me dice con una enorme sonrisa, le devuelvo la sonrisa, para que no se dé cuenta de lo nervioso que me pone el asunto.
-De verdad, crees eso, tú crees que le dé gusto a la enana. -le pregunto preocupado por la reacción de Mala.
-Claro, solo no se te ocurra decirle enana, porque te va a mandar al carajo, aparte de la golpiza que te proporcionara, y créeme sabe dar muy buenos golpes.-me dice con una sonrisa en su rostro, como recordando algo, para luego reír por lo bajo, la miro confundido, por no entender a lo se refiere, ella se percata de mi confusión y me explica.-lo que sucede es que Fidelmar una vez le dijo enana, y al pobre no le fue nada bien, a parte tuvo como por una semana un hermoso ojo morado.-me explica para después soltar una carcajada, al recordarlo, no puedo creer que mi hermosa pricess haya hecho eso, sino era capaz de matar ni una mosca, por lo menos sé que se sabe defender, todo esto me empieza a cabrear, pero lo que más me jode es no saber quién mierda ese tal Fidelmar, no es que sea celoso, pero ella es mía, de nadie más, bueno tal vez si sea algo celoso, no soy un jodido cavernícola, al menos eso creo, pero no me agrada la idea de un idiota rondando a mi chica o llegar a saber que tiene novio, Aura parece leerme mis pensamiento ya que me explica que tiene que ver ese tipo con mi chica. -mira Fidelmar es su mejor amigo, pero al parecer tiene sentimientos por ella, pero como siempre ella no se da cuenta de eso, así que no estés celoso, lo ve solamente como su amigo, desde que te fuiste Laura cambio mucho, le afecto mucho tu partida, convirtiéndose en ese loco monstruo que es ahora. -todo lo dice con suma calma, para que lo entienda, me da una sonrisa, tratando de tranquilizarme, pero no está sirviendo de nada, en este ínstate quiero arrancarle la cabeza a ese tal Fidelmar, apuño mis manos hasta dejar mis nudillos blancos, el coraje me sobre pasa, me pone intranquilo, que ese idiota quiera con mi nena, aunque me calma un poco el hecho que ella no lo ve como algo más, al parecer no nada más a mí me afecto alejarme de ella. -tranquilo, ella a un té sigue queriendo a pesar de todo este tiempo. -me dice con una sonrisa, no puedo creer lo que acabo de escuchar, de inmediato se me dibuja una enorme sonrisa. -y por lo que veo el sentimiento es correspondido, verdad. -al parecer a ella no le desagrada la idea de ser mi cuñada, me da tierna sonrisa, esta chica tiene el poder de leer mis pensamientos.
-La verdad, si, siempre la he querido, nunca la he podido olvidar. -acepto mi realidad con toda la sinceridad, y ella solo me sonríe, parece a ver encontrado una aliada.
-Pues no te será fácil, con Mala. -me escanea detalladamente. -por lo que veo eres todo lo que ella detesta en un hombre, así que te la hará difícil. -no puedo creer lo me dice, siento un escalofrió recorrer mi espalda, por lo menos uno de los dos se está divirtiendo. -aunque tengas su corazón, ella es muy terca y testaruda, puede llegar hacer un verdadero dolor de trasero, pero suerte con eso. -me da una palmada en el hombro, para consolarme, sin borrar esa sonrisa de diversión que se ha instalado en su rostro, por lo que me doy cuenta se está divirtiendo con esto, no me preocupa, si así juega ella, también puedo jugar su mismo juego, no me rindo tan fácilmente.
-No te preocupes por ello. -le digo con una sonrisa, la cual ella me devuelve.
-Ya lo veremos. -me dice, divertida para después reírse.