Tentada por lo prohibido

Capitulo II ES TIEMPO DE JUGAR

No puede ser él estaba aquí en mi casa pero como podía ser eso, eso era algo completamente imposible aún que no lo suficiente puesto que estaba aquí 
-Pero si miren quien es parece que te gusta presentarte de esa forma- dijo cuando me reconoció lo que hizo que regresará al presente y solo sacudiendo mi cabeza olvidando lo que pensaba
-No, no me gusta y si me disculpas tengo que ir a otro lado
-Pero oye no te vayas así de  rápido ¿a dónde vas?-dijo caminando atrás de mi 
-No creo que sea algo de tu importancia- dije sin más y llegando a la barra pedí una copa de vino
-Pero si nunca dije que fuera de mi importancia solo quería ser cortés pero veo que eso a ti no te importa y por cierto te ves muy guapa nada a comparación de como el otro día, te sienta bien vestirte así- ignorando lo que decía me limité a toma mi copa 
-Ooo vamos me vas a ignorar enserio-lo escuché quejándose por mi comportamiento
-No lo sé no suena mal la idea- dije con un tono de burla 
-Pero no será tan divertido si lo haces 
-Quien dice que no puede llegar a ser demasiado divertido
-Mejor te invito a jugar conmigo, un reto ¿Qué dices a eso?-Dijo con tono divertido y al pensarlo por un rato lo que salió de mi boca fue un 
-Esta bien qué propones- notando en su mirada una chispa de.. de que era diversión? O no espero y que no sea de otra cosa su mirada, en que me había metido 
-Perfecto me parece que es tiempo de jugar esto es así si en toda la noche logro despertar algo en ti me deberás algo 
-Y si no lo logras- interrumpí
-Bueno yo te deberé algo de acuerdo 
-Mmm me parece perfecto listo para caer a mis pies y deberme algo- dije con un toque de diversión pero igual de superioridad algo que hasta entonces no era lo mío entrar en retos así con un desconocido pero que me pasa y el hecho de que me pone nerviosa estar cercas de él hay no creo que no podré con esto pero tendré que sacar a mi lado juguetón 
Me levanté de ahí y me fui a el jardín logrando escuchar a lo lejos algo que provenía de él el cual no le hice caso y seguí caminando 
-Por que te has ido así?-dijo aquella voz que me hacía temblar
-Veo que tú pasatiempo es seguirme que acosador salió- dije riéndome
-Cuando me gusta lo que veo creo que sí no lo dejo ir tan fácil- alto que escuche bien lo que dijo ooo no esto no podía ser así mi mente estaba jugando conmigo es lo más lógico yo gustarle ja imposible
-Que mentiroso, no seas tramposo que eso no te llevará a ganar por que te apuesto lo que sea que eso no pensaste la primera vez que nos topamos- fue lo que salió de mi boca intentando ser lo más fuerte que pudiera.
-Yo no miento nena si fuera por mí te tomaría como mía aquí mismo- dijo una vez se acercó lo suficiente para que solo yo lo escuchará y agarrándome de la cintura lo que más agradecía en esos momentos que después de eso mis piernas quedaron sin fuerzas para mantenerme de pie. Lo único que pude hacer fue colocar mis manos en su pecho para tratar de alejarlo 
-Hanna veo que ya conoces a Adriel- dijo de repente mi mamá haciéndome separar de golpe de él 
-Madre no aún no lo conozco-
-Tiene razón señora su hija se iba a caer y solo la detuve para que no se lastimara- dijo él por alguna razón decidió seguirme la corriente
-O muchas gracias, bueno el es Adriel Barrera y ella es mi hija Hanna- presentó mi madre así nada más, aún que si mirada fue de no creer que aún no nos conocíamos-bien los dejo que se conozcan- que así sin más no me dirá de dónde lo conoce ella quien es el por qué conoce a mi madre y por qué ella no dijo más que su nombre
-Bien en que estábamos-dijo él de repente
-De donde conoces a mi madre? Sabías quien era yo antes de esto?- dije en un tono molesta con mi seño fruncido porque actuar así
-Eso no te interesa pequeña Hanna- 
-Como que no me interesa? Es obvio que me interesa- dije ya casi gritando 
Y cuando menos siento ya se había acercado lo suficiente a mí como para sentir su respiración cerca de mi y o por dios huele tan bien este hombre 
-Deja eso a un lado que no es relevante- Me costaba trabajo poder pasar saliva de lo cerca que este se encontraba
-Si me..- no pude terminar de hablar cuando ya me estaba besando callándome así, no pude ver cuando salió un gemido por el beso que estaba teniendo con él que pasó a ser un beso apasionado enteré ambos, cuando me aleje de él aún estando en shock y tratando de que mi recuperación se controlará 
-Por que has hecho eso
-Pensé como callarte y fue la mejor forma que encontré- dijo con una sonrisa de arrogante pero aún así se veía tan encantador como puede ser eso posible
-Eres un arrogante de primera- diciendo esto doy media vuelta sobre mis talones y cuando intento avanzar ya estoy sintiendo como una mano me detiene y me voltea 
-Pero no me podrás negar que te gustó ese beso y si te hizo sentir algo
-Jajajaja ya quisieras que eso fuera cierto-dije en un tono burlón 
-Eso no fue lo que salió de ti-dijo lo suficiente bajo como para que los de a lado de nosotros no nos escucharán pero asegurándose de que yo si pudiera oírlo
-Hanna puedes venir-dijo mi madre a lo lejos y dando gracias por que me haya salvado de esto 
-Como su permiso me hablan en otro lado
-Esto aún no termina nena- dijo antes de que me alejara lo suficiente asiéndole solo una seña con mi mano para darle a ver qué me daba igual 
Después de eso todo fue más tranquilo y aburrido cuando pude me subí a mi cuarto estaba cansada de estar en esa reunión quitándome mi vestido y buscando una pijama para colocarme escucho como se abre mi puerta y al darme la vuelta lo veo a él que diablos hace el en mi cuarto que no sabe que en la parte de arriba no puede estar y al notar su mirada en mi con sus pupilas más dilatadas caí en la cuenta de que ooo que idiota estos casi desnuda ante él y jale lo primero que tuve a mi alcance para poder taparme y reaccionar 
-Lárgate de aquí no puedes estar aquí es mi cuarto idiota-dije molesta y gritándole 
-Debo admitir que con ese vestido me volvías loco pero prefiero verte así- dijo acercándose más a mí y fue cuando me vi aventándole mi cepillo de cabello dándole en la cara y escuchando una maldición de su parte me acerque lo suficiente para empujarle afuera de mi cuarto y tras cerrar la puerta en su cara y echarle llave le grité lárgate de aquí no tienes que estar haciendo nada arriba




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