Eran mediados de noviembre cuando la conocí, era un día caluroso y en particular no tenía muchas intenciones de quedarme en clases por lo que decidi saltarme unas clases y fui de pinta de la preparatoria para que un amigo me presentara a unas amigas suyas, salimos facilmente ya que yo me llevaba muy bien con los guardias del acceso principal y despues de darles una pequeña cooperacion en especie nos dejaron salir, tomamos el camio y llegamos al pueblo a tiempo para el desfile donde estaban participando sus amigas, esperamos a que terminara el defile y nos encontramos con ellas, compramos unas pizzas y nos diirgimos a un aprque ceracano, la mayoria de ellas eran sociales pero entre todas sus conocidas estaba ella, se veía triste, desanimada y yo solo me preguntaba ¿cómo se llamaba?, mi amigo comenzó a presentarme a sus amigas y por fin dijo su nombre María José.
Estábamos en un parque, después de jugar un rato y comer, todos comenzaron a hablar de cuando iban en la secundaria, me sentía como un extraño pues yo no había estudiado con ellos, asi que me puse a ver el panorama, ver quien mas estaba en el parque por si reconocia a alguien pero no fue asi, y me di cuenta entonces ella no estaba ahí, así que decidí buscarla, la encontré sentada en unas palapas algo lejos de nosotros y muy seguro de mi me acerqué a ella y dije:
-“hola, sé que no me conoces, pero aunque veo que luchas por demostrar que estas bien, me doy cuenta que estas triste y solo quería decirte que si quieres charlar de lo que sea, no sé, desahogarte, yo te puedo escuchar, soy bueno guardando secretos”, sonrió, pero seguía triste, pero no me desanime y poco a poco conseguí entablar una charla con ella y entonces el tiempo se nos escapó y llego la hora en que yo debía irme, la mire a los ojos y le dije -esta platica aún no termina-, me despedí de ella y de sus amigas y me marche.
Ese dia senti que nuestra amistad había comenzado, los dias transcurrian y de a poco nuestras charlas se volvieron cotidianas, no había día que no conversaramos, obviamente todo a través de Facebook, nuestros temas de conversación siempre eran variados, cambiantes y rotativos.
La iba conociendo de a poco, sus gustos musicales, su forma de expresarse, sus penas, sus logros, sus avances, su familia y su rol en ella, con el pasar de los meses me daba cuenta que éramos compatibles y un cariño por ella comenzó a nacer, tonto yo, lo sé, pero sabía que la quería porque si no hablaba con ella sentía mi día vacío.
Los días pasaban y yo no sé cómo porque lo hacía, pero ella me gustaba más y tenía la necesidad de estar en contacto con ella, me volvía dependiente de ella y las charlas comenzaron a ser diferentes para mí, porque ahora dudaba de que hablarle de cualquier cosa, no quería caerle mal y tampoco queria aburrirla por eso era muy dificil mantener una conversacion interesante.
Por otro lado a pesar de tener algo de confianza aun no sabia porque ese dia que la conoci ella estaba triste, asi que decidi que quería saber más de ella y es que era extraño que alguien tan agradable no tuviera novio, por lo que comnce a hablar con una amiga en común que ahora ninguno de los dos le habla, ella me conto que Majo tuvo un novio con el que se clavó demasiado y que esté la engaño, esto le rompió el corazón.
Yo tenía que pensar lo que diría, para que ella no sospechara que me gustaba, porque con lo resiente de su Ex novio lo más probable era que me dejara de hablar, estuve así unos meses pero cada día que transcurría solo era más difícil ocultarlo.
Con cada día que pasaba yo sentía más y más cosas por ella, harto de que las cosas sucedieran de esta manera comencé a visualizar todos los posibles escenarios en los que yo le decía lo que sentía, algunos eran malos, otros muy buenos, pero ya que siempre he sido muy negativo, solo me enfoque en los malos y atenido a que lo peor que podía pasar era que me dejaras de hablar me arriesgue.
Fue así que armándome de valor y arriesgándome a perder su amistad, fui sin avisarle y la espere afuera de su preparatoria, fue algo impulsivo lo sé, pero debía saber, así que cuando salió le dije que si podíamos ir al parque donde nos conocimos y platicar un rato, ella acepto, llegamos al parque y buscamos un lugar donde sentarnos.
Comencé a juguetear con su mano, descubrí que ella era muy cosquilluda y comencé a tratar de hacerle cosquillas, platicamos de su día, de su vida, pero el tiempo avanzaba, sabía que si no le decía pronto, ella se tendría que irse, así que haciendo una pausa y sintiéndome más nervioso que nunca le dije lo que sentía, le dije que me gustaba, que me encantaba hablar con ella, y que ella se me hacías la chica más linda que había visto, que me encantaba y que adoraba escuchar su voz y que debido a todo esto, yo quería saber si le gustaría ser mi novia.
Silencio eso era lo único que había después de la bomba que había soltado, pero yo esperaba lo peor, que ella me dijera un rotundo no, pero su respuesta no fue positiva ni negativa, ella acepto pero no con todos los ánimos del mundo, dudo, como si aceptara solo por compromiso.
Tal vez desde ahí debí haberme dado cuenta que esto era una mala idea, pero fui torpe y no le di importancia al hecho de que ella no estaba segura del todo y continúe con mi plan de enamorarla, pasaban los días y debo admitir el único que se enamoraba más, era yo.
Desde que le confesé que me gustaba, cada viernes sin falta iba por ella a la preparatoria y cada viernes me sentía nervioso y emocionado de verla, creo que nunca me di cuenta que el único que sentía esas cosas era yo y que por otro lado a ella le incomodaba que esto sucediera, pero, ¿qué podía hacer? o mejor dicho ¿cómo me podía dar cuenta de esto? si cada vez que salíamos, cada vez que hablábamos ella me ganaba un poco más.
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Editado: 10.04.2024