Terco y Necio... Corazón

Schoenstatt 

 

Me sentía crudo, tal vez lo estaba, no lo sé era domingo, los domingos siempre me despertaba a las 5am, tenía que ayudarles a mi mamá y papá, así que no importaba el estado en que estuviera tenía que levantarme, por costumbre abrí Facebook y vi una solicitud de amistad, cosa rara ya que yo no suelo recibir solicitudes, era de Schoenstatt Estrada, la acepte, aunque no sabía mucho de ella, lo única que sabía y eso porque me contaron el viernes de esa semana, era que tenía unos ojos muy lindos de color Azul y que le gustaba a mi amigo Josué (si ese Josué).

 

Guarde mi teléfono y me fui con mi padre a ayudarle con lo que estaba haciendo, a las 7am regresamos y debíamos desayunar porque teníamos que hacer otras diligencias, al terminar regrese a casa conecte mi celular a cargar y lo pasaba a revisar espontáneamente, de pronto me llego un mensaje que decía “Hola” y era de ella.

 

No sé porque pero decidí que le hablaría normal, sin miedo, conteste el saludo, comenzamos una charla, ella me platicaba que había ido a una fiesta de XV años, le pregunte que donde había sido la fiesta, lo se mi pregunta fue muy directa pero necesitaba saber, que tal y ella había ido a la misma fiesta que yo y me había visto en mi estado alcohólico, que pena, para mi suerte su fiesta había sido en otro lugar.

 

Continuamos la charla y me pregunto qué de que salón era, yo le comente que de 5to semestre y que iba en el piso de arriba, le dije que yo a ella si la había visto, pero decía aun no ubicarme, le dije que mi salón estaba justamente encima de el de ella y que mi grupo casi siempre traía un desmadre, se rio y me dijo que a mi salón ya lo ubicaba, igual a mi grupo pero que a mi aun no. No supe si lo decía solo por hacerse tonta o si de verdad no sabía quién era yo, así que de una manera más detallada me describí y por fin dijo saber quién era, seguimos platicando y yo le comencé a platicar mis choco aventuras con mi amigo Everaldo, a ella le parecían simpáticas y no estaba de más ya que Ever y yo habíamos pasado de todo dentro y fuera del plantel, le dije que a veces también me la encontraba en el camino de regreso al puente, a lo que pregunto 

 –y si me has visto, ¿porque no me has acompañado? 

–pues porque no me lo has pedido. 

–sería divertido, ¿qué tal mañana?... 

 

Yo acepte, ella me daba una buena vibra y es que poder platicar así con alguien que apenas conocía era algo que nunca me había pasado, en el trascurso de la charla se me ocurrió decirle que era una chica muy tierna, a lo que ella me contesto que no, que el tierno era yo, ignore mi instinto que me decía “la estas cagando”, se sentía bien hablar con ella, para finalizar la charla me despedí diciéndole,

-hasta mañana Señorita Tierna, 

– hasta mañana señor tierno.- contesto

Y con eso cerré la aplicación, puse el teléfono a cargar y me acosté a con una sonrisa en los labios, algo que no hacía en mucho tiempo. 

 

Al siguiente día, lunes 18 de noviembre de 2013 la vi llegar a su salón desde el mío, me vio, sonrió y entro a su salón. Comencé a charlar con una compañera del salón que se llamaba Andrea y claro que hablábamos de ella, Andrea me escuchaba atentamente y preguntaba que día nos iríamos juntos Schoenstatt y yo, le dije que no sabía, que tal vez ese día, me miro y me pregunto que si me gustaba y le dije que no sabía, ya que la acababa de conocer, el día transcurrió y la volví a ver, tenía una vibra muy agradable, llego Everaldo y me pregunto 

 - ¿Qué onda con la chava?- supongo se refería a Schoss,

- ¿y tú cómo sabes de ella? – le conteste

-Andrea me dijo – se burlo

-pues no sé, tal vez me vaya con ella hoy, es muy agradable. – le dije algo serio.

 

Pero creo que fue un error hablar con Ever de ella porque después de eso la mitad del salón sabia, llega la hora de salida, salí al pórtico del campus y no la vi y me resigne a que se había arrepentido de lo que habíamos hablamos un día antes, tal vez al verme ya en persona le dio pena o algo, así que me fui triste y muy furioso a buscar un camión que me llevara a mi casa.

 

Al llegar al puente donde esperaba mi camión, oh sorpresa, me doy cuenta de que estaba ahí, pero no digo nada, no me muevo y espero paciente mi camión, sigo enojado ¿Por qué? no sé, pero lo estoy, llega mi camión lo abordo y me distraigo un poco con el chofer que es mi amigo, quien me hace reír con sus historias del día y del fin de semana, esto hace que mi estado de ánimo cambie de nuevo a alegre y llego a mi casa sin sentirme enojado por lo ocurrido.

 

En fin, llego a mi casa pongo mi celular a cargar y busco que calentar de comer ya que a la hora que yo llegaba ya no había nada caliente y raras veces no comía solo, abro Facebook y veo un mensaje de ella que decía

- lo siento, no te pude esperar sales tarde y tengo mucha tarea, pero en serio si quiero que me acompañes de regreso, perdóname”. 

Su mensaje se me hizo sincero, así que acepte su disculpa y le respondí – no te preocupes otro día será y hablando de día ¿qué tal el tuyo?  




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