Ella y yo comenzamos nuestras aventuras en el mundo universitario, ella en una escuela privada yo en una autónoma, ella en cuatrimestres, yo en semestres, si bien tenía meses que no nos veíamos, puesto que la última vez que nos vimos fue en la casa de una amiga que nos invitó a comer y ambos asistimos, ese día yo tenía dos semanas de haber dejado mi trabajo y sentía una paz total, después de ese día, solo nos manteníamos en contacto por mensaje.
En fin, entramos a la Universidad y hablábamos muy seguido porque ella y yo nos sentíamos nerviosos debido a las cosas nuevas a las que nos estábamos enfrentando, como compañeros nuevos, maestros nuevos, horarios nuevos, retos nuevos, éramos como un equipo a distancia, lo que pasara de relevancia nos lo contábamos.
Entre esas cosas para ella estaba un chico que le gustaba, Josué, amigo mío, amigo de ella, y yo como buen amigo la alentaba a que le diera una oportunidad, que se arriesgara a hablarle a él, pero parecía que todos mis esfuerzos eran en vano, ya que Josué era un pobre tonto que no hacía nada por demostrar que apreciaba el interés de Majo por él, cansado de tener que consolarla por las desatenciones de ese idiota, comencé a sentir nuevamente algo hacia ella, estaba perdido.
Ella comenzó a volverse normal en mi vida, fue complementando lo poco que yo sentía, me volví a interesar, comenzaba a cuestionarme si la decisión que tome fue errónea, digo, si de alguien había aprendido a ser frio había sido de ella, ya que con el pasar de los años todo lo que ambos conocíamos del otro nos hacía expertos uno del otro, yo era su mejor amigo y conocía todo de ella, sabía que decir y que no decir, sabía que le gustaba y quien le gustaba, yo le daba ánimos para que siguiera intentando con su persona especial, pero al ver que ella se decepcionaba de él, quise convertirme en lo que ella necesitaba.
Fue así que de una manera arriesgada decidí comenzar a hablarle de una forma romántica de nuevo, yo estaba dispuesto a todo con ella, solo quería verla feliz, comencé a salirme de clases para verla, íbamos a desayunar y charlar, y cada vez más me convencía de que ella era lo que necesitaba en vida, me gustaba nuevamente, me gustaba y deje a un lado mi ideología de no olvidar para aprender, decidí olvidar lo que me había hecho, olvide que me rompió el corazón y le di una nueva oportunidad, mis barreras que tanto me había costado crear, caían, ella las derribaba y atravesaba sin problemas, en pocas palabras solo ella podía hacer latir mi corazón porque fue ella quien lo rompió.
El 19 de noviembre de 2015 salimos al cine, la película era Víctor Frankenstein, entramos a la sala, la película comenzó y yo no podía dejar de verla y sonreír como idiota, ella lo noto y me dijo que dejara de verla, ahora entiendo que la incomode, pero en su momento no podía dejarla de ver, era algo tan fantástico, recargue mi cabeza en su hombro y me sentí tan tranquilo, ella recargo su cabeza en la mía y eso fue suficiente para que mi corazón se acelerara, intente abrazarla se resistió por un momento y después accedió, aunque solo fueron unos minutos, pero estaba claro ella era todo lo que necesitaba para ser mejor, para sentirme feliz.
Salimos del cine, la película me había gustado por ella, en sí no fue mala pero tampoco buena, al salir del cine el clima era el típico de noviembre algo cálido pero conforme pasaba el día el frio comenzaba a reinar y eso me encantaba ya que en noviembre de hacía años la había conocido y ahora en este noviembre estaba nuevamente con ella, no olvidare esa sensación que sentí, el clima, ella y las mariposas en mi estómago, la acompañe a su camión y ahora entiendo que para ella no significo lo mismo que para mí, pero en su momento no me importo.
Los días pasaban y ella parecía que a veces me quería y a veces me trataba como si no, esto se debía a que se confundía y no sabía que sentía por mí, admito que había días que yo también me confundía y me deprimía porque sentía que no podía avanzar ya que era todo un reto poder quitar una barrera de tantas que tenía, llegue al punto de sentirme impotente que me intentaba convencer de que tal vez yo no era lo que ella buscaba y jamás tendría una oportunidad y que solo la estaba incomodando.
Pero, ¿cómo dejaba de sentir lo que sentía con ella?, y es que me gustaba, me gustaba demasiado y a tal punto que diseñaba estrategias para demostrarle lo que sentía como por ejemplo por dos semanas puse una alarma para que a las 7:55pm de cada día debía escribirle en un mensaje algo que le expresara todo lo que yo sentía por ella y enviárselo, era sencillo porque yo sentía todo por ella, así que tenía mucho material, entonces a las 08:00 pm el mensaje era enviado.
Aunque acepto que desistí de esta estrategia ya que ella solo contestaba con caritas sonriendo y eso me frustraba, el último mensaje que le envié en esta estrategia decía “Te adoro y te quiero y me siento impotente porque no importa cuánto lo haga, no importa cuántas cosas cause yo en ti, sé que nunca, nunca me dirás que sí. Creo entender porque, y es porque, simplemente no soy lo que buscas y nunca lo seré”, ella me afectaba a tal punto de no tener el control sobre mis emociones.
Pero como todo buen terco no me daría por vencido solo por sentirme frustrado, pasaron las semanas y llego el invierno, navidad y para año nuevo las cosas seguían igual yo era demasiado meloso y ella era totalmente fría, las vacaciones terminaron y volví a clases con toda la mentalidad de darle fin a mi situación con Majo, en mi primera oportunidad de salir con ella le planteé las cosas, le dije que si ella no sentía algo por mí me lo dijera, era mejor terminar esto antes de que doliera más, ella me dijo que le tuviera más paciencia, porque si sentía algo por mí pero tenía miedo, y ese tan simple argumento basto para que yo aceptara el continuar con todo.
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Editado: 10.04.2024