Teresa y el misterio de Groween [corrigiendo]

Capítulo 2 [Parte 2]

Capítulo 2 [Parte 2]: ¿Quiénes el siguiente?

Al bajar a desayunar, traté de disimular que no había dormido absolutamente nada para que mamá no se preocupara. Ubiqué abundante corrector para ocultar mis ojeras y puse mi mejor cara de: “Soy muy feliz y ningún asesino me está enviando mensajes subliminales para que pueda cometer sus atrocidades”.

—Buenos días —me dijo mamá terminando de freír las tortillas de huevo.

—Buenos días ma —me limité a decir tratando de que se escuchara lo más normal posible.

—Te ves cansada… ¿Todo bien en el colegio?

—Si, todo perfecto —mentí.

—Sabes que me puedes contar todo ¿Verdad? —ella tenía razón. Era la única persona en la que confiaba ciegamente, sentí unas fuertes ganas de decirle “Mamá por favor ayúdame, estoy en problemas” pero no podía hacer eso. De seguro ella correría a contarle a la policía y eso nos pondría en riesgo, lo último que quería era poner a mamá en peligro.

—Si, tranquila. Todo está bien —utilicé un tono despreocupado para que dejara de preguntar.

—Bueno, si alguien te molesta, no dudes en contarme —aseveró señalándome con su dedo índice mientras terminaba de servir el desayuno.

—Eso te lo aseguro —comí mi desayuno y luego de estar lista, me despedí de ella, emprendiendo camino hacia el instituto.

Mientras lo hacía no dejaba de observar como una loca hacia todos los lados, por si alguien me seguía o me espiaba, sinceramente estaba muerta de miedo. No pude evitar que algunas lágrimas corrieran por mis mejillas por lo frustrada que me sentía, era una situación de infierno, un maldito pueblucho convertido en un ardiente infierno de locos.

Al llegar al instituto, Pierre me esperaba en la entrada. No entendía cómo podía lucir tan bien, como si hubiese dormido toda la noche, aunque no lo culpo porque, al final de cuentas él solo me estaba ayudando y eso ya era demasiado.

—Hola guapa —dejó un beso en mi mejilla.

—Hola.

—No dormiste nada ¿Verdad? —expresó mientras analizaba mi rostro y nos adentrábamos al instituto.

—Ni un poco —espeté dando pasos pesados. Pierre se detuvo frente a mí, ubicando sus manos en mis hombros.

—Oye, no estás sola ¿sí? Aquí estoy y vamos a hacer hasta lo imposible para arreglar esto ¿Okey? —tener su apoyo me reconfortada muchísimo. Lo rodeé con mis brazos en un fuerte abrazo.

—No sé qué haría sin ti —sollocé con mi rostro pegado a su pecho.

—Tranquila, todo estará bien —nos separamos lentamente y caminamos hacia los salones.

Mientras miraba a los alumnos de Groween, no paraba de preguntarme cual sería el siguiente y el que su vida dependiese de mí, descifrando un maldito acertijo.

***

—Bien, muéstrame los mensajes —pidió extendiendo su mano para que le diera mi teléfono.

Ya era la hora del almuerzo, así que estábamos en la cafetería. Ocupábamos una de las últimas mesas como siempre, como si fuéramos los exiliados de la sociedad de alumnos de Groween.

—A ver, dice: “El perfume se embebe en el aire que respiras, largas líneas de oro fundido se deslizan por el barro” bueno, no entiendo ni mierda esta línea así que probemos con la otra —explicó Pierre antes de leer la siguiente.

—Esto será largo —murmure más para mí misma que para los dos.

“La perfección envuelve su aura, llena de mentirosos y ladrones” creo que se refiere a alguien rodeado de gente falsa… ¿Será Remi? —cuestionó entusiasmado.

—Puede ser, pero tiene que abarcar todo el acertijo —maté cualquier esperanza de que hallamos dado con la futura víctima.

—Bueno sigamos: “La familia es lo más preciado, el dinero mueve sus emociones” Parece que es alguien con dinero. Eso es bueno, podemos reducir nuestra búsqueda a alumnos de Groween con familias adineradas —tenía razón, esa era una excelente idea para empezar a buscar.

Antes de responderle que era una excelente idea, alguien se acercó a nuestra mesa.

—Hola Teresa —levanté la mirada para ver de quien se trataba y me encontré con esos bellos ojos oscuros.

—Hola… —no pude recordar su nombre, sabía que Pierre me lo había dicho, pero no lo recordaba.

—Sergio —agregó él al ver que no sabía su nombre. Después de eso hubo un silencio muy incómodo, pues nadie se atrevía a hablar y Pierre vigilaba exhaustivamente la escena—. Ya sé que no nos conocemos tanto, pero quería saber si me podías acompañar a la fiesta de neón de Margot —continuó el.

La verdad estaba muy sorprendida, él era tan atractivo y tan misterioso, que nunca pensé en que llegaría siquiera a dirigirme la palabra.

Mmm, si claro —respondí un poco nerviosa. Merecía al menos un poco de paz y distracción después de todo.

—Bien, ¿Te paso a ver entonces?

—Si, luego te envió mi dirección —Pierre miraba la escena con los ojos bien abiertos.

—Okey, nos vemos luego —y así se dio la vuelta regresando a su mesa.

—¡¿Acaso estas loca?! El asesino estará en esa fiesta y tu pareces estar pensando en besuquearte con Sergio —me reprochó Pierre.

—¿No puedo si quiera distraerme un poco? —hice un puchero triste y Pierre entrecerró sus ojos hacia mí —. Bien tú ganas, le cancelaré después.

—Bien, ¿En qué estábamos? Cierto, que la próxima víctima esta cagada en plata —el timbre sonó, anunciando que debíamos volver a los salones—. Bueno, mañana te traeré una lista con los chicos más adinerados del instituto y seguiremos tratando de adivinar el acertijo.

—Okey —nos levantamos y movimos nuestros pies hacia el aula.

***

—Bien, aquí tenemos a: Jasper, Nathaniel, Phoebe, Kevin y Margot —explicó mientras leía el trozo de papel que tenía entre sus manos.

Ya era el día siguiente, así que solo nos quedaban cinco días para descifrar quien sería la siguiente presa. Con respecto a Sergio, había olvidado cancelarle así que lo haría hoy, pero más tarde.



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En el texto hay: aseinato, suspenso drama, misterio aventura

Editado: 22.01.2021

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