Y ahí estaba yo, en un lindo portabebés azul en el pecho de mi madre.
—Bueno Terrence, aquí estamos, es fin de semana y de seguro está en casa y su esposa también, creo que no fue muy buena idea traerte conmigo bebé.
Irina estaba decidida tenía que decirle a mi padre que tenía un hijo, aunque eso rompiera también su matrimonio, tocó el timbre de la casa.
Una señora de pelo negro largo ondulado con una niña en brazos le abrió la puerta.
— ¿Irina?
—Señora Owen.
—Hola, nunca tuvimos la oportunidad de conocernos bien, ¿Buscas a mi esposo?
Irina no podía dejar de ver a la niña.
—Es mi hija, Jessica, dile hola amor.
Jessica agitó la mano.
—Él debe ser tu hijo, Henry me habías dicho que tenías un hijo, pero pensé que era más grande.
—Es que tengo dos, uno de 6 y este es Terrence.
—Qué lindo, ven te invito a pasar.
—NO, digo solo pasaba a saludar, ya me voy, pasen una linda tarde—Dijo Irina yéndose sin más, a Margaret se le hizo muy extraño su comportamiento, pero decidió no darle importancia.
Tiene una hija, por eso cambió, ahora entiendo todo—pensó mamá.
Flashback
La hora de trabajo había terminado, todos estaban recogiendo sus cosas para irse y Henry llamó a Irina a su oficina.
Irina cerró la puerta con seguro como tenía acostumbrado y le sonrió, pero sintió que algo andaba mal porque Henry estaba viendo por la ventana y no le sonrió como de costumbre.
—Querido, ¿pasa algo?
—Irina estas despedida.
— ¿Disculpa?
—Lo que escuchaste.
—Y se puede saber el porqué de esa decisión, porque a pesar de todo yo he hecho muy bien mi trabajo.
—Eso no te lo puedo debatir, su trabajo es esplendido, dudo encontrar a alguien como usted, pero el problema es que pasamos el ámbito laboral y yo entrelazamos con lo personal.
— ¿Temes que nos descubran? —Henry todavía no miraba a Irina.
—Temo seguir enamorándome.
—Espera…Estas enamorado de mí.
—Eso no viene al caso, necesito que te vayas y no solo del trabajo también de mi vida—Irina lo tomó del brazo haciendo que la confrontara.
—Tú más que nadie sabes que lo que hay entre nosotros es amor. Todo esto es por ella ¿cierto?
—Irina te mentí, no te amo, lo de nosotros fue un error, nunca debimos iniciar nada, fue mi error y asumo las consecuencias por eso te pido que te vayas.
—Así si más.
—Sí.
—Está bien, Henry Owen oficialmente cuando salga por esa puerta no me volverás a ver, ¿seguro que eso es lo que quieres?
—Por favor Irina,vete.
Irina se fue destrozada, sin entender porque ese cambio de actitud si días atrás el le decía que la amaba, pero desde que inició ese romance sabia que nada iba a acabar bien y era mejor terminar ahora antes de que alguien más saliera lastimado.
Fin del flashback
Ahora Irina entendía, el cambio actitud, el despido, el problema no era su mujer, lo hizo por su hija.
Irina volvió a casa, Joaquín estaba en el trabajo y Joshuad en casa de un amigo.
Me puso en corral y prendió la televisión para que yo me entretuviera con algo.
— ¿Qué vamos a hacer ahora mi bebé?, el papi que no es tu papi va a querer ir a decírselo el mismo si yo no lo hago, pero no quiero decirle que lo engañé con mi jefe. ¿Y si me pide el divorcio?, no quiero que esta familia se arruine por mi culpa, aunque ya nada será igual—Suspiró—La cagué en grande.
Ay querida Madre, no te culpo por nada, harás y dirás cosas peores, pero somos humanos, los errores nos hacen mejores, el problema es volverlos a cometer sabiendo que están mal.
Irina decidió distraerse cocinando, busco el antiguo libro de recetas de su madre y lo abrió en la sección de postres, no le salían nada bien, pero ella quería probar cosas nuevas.
Después de un rato tocaron la puerta, Joshuad había llegado.
—Gracias por cuidarlo Marisol.
—Sabes que no hay ningún problema, Tomás y él son muy buenos amigos.
— ¿Cómo está mi ahijado?
—Hermoso, de hecho vine para invitarlos a cenar este viernes, a Federico y a mí nos encantaría que vengan.
—Lo hablaré con mi esposo y te digo.
— ¿Cómo está el pequeño Terry? —preguntó Marisol.
—Terrence—corrigió mi madre.
—Lo sé, pero Terry se oye más tierno, más de bebé.
—Muy bien, ahora está dormido
—Me gustaría verlo.
—Es mejor en otra ocasión Marisol, muchas gracias por todo, salúdame a Federico y a mi ahijado y a tu otro bebé.
—A veces creo que no te caigo bien Irina.
—Como crees, eres estupenda Marisol, radiante y perfecta.
—Gracias.
Marisol se fue.
—Joshuad no despiertes a tu hermano, por favor.
—Pero mamá, quiero jugar con él—dijo Joshuad moviendo mi manita.
—Mi vida, tu hermano no es un juguete, déjalo dormir.
Joshuad hizo un puchero y se cruzó de brazos.
—Ven, ayuda a mamá a cocinar, te hice cupcakes o algo parecido.
En la noche, llegó Joaquín y estábamos todos reunidos en la mesa comiendo mientras Joshuad le contaba a su padre su día y yo esparcía papilla por mi pequeña silla.
—Terrence no, papilla boca, no en la silla.
—Debes esforzarte un poco más para enseñarlo a comer—dijo Joaquín.
—Es bebé está en su naturaleza jugar con la comida, es algo nuevo para él.
—¿Hiciste lo que te pedí que hicieras hoy?
—Que te digo…sí y no.
—Irina.
—Lo intenté, pero surgió algo que me lo impidió.
—Te pido de favor que hagas algo y no lo haces, ¿vas a seguir decepcionándome?
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Editado: 16.11.2024