—Y pues, así me siento.
—Ay amor, has tenido una semana difícil.
—Mi semana estuvo bien, es David quién me preocupa.
—Quizás no te dice las cosas para no preocuparte de más, hay personas que disfrutan estar solas.
—¿Tu crees?
—Sí.
—Bueno...¿Quieres ir al cine la próxima semana?
—De eso te iba a hablar, este finde me voy fuera del país.
—¿Te vas? —pregunté confundido.
—Sí, tengo cita con el doctor.
—Te van a hacer la operación, quiero ir.
—Eh..no, me van evaluar para ver si soy apta.
—Que bien mi amor, verás que pronto estarás corriendo por doquier.
—De paso voy a conocer a Luan.
—Okey, ya dañaste el mood—Me senté para verla mejor—explicate.
—Ya que estaré cerca de donde vive, quedamos en conocernos, tomar un café y así.
—Tú y él solos.
—No, por supuesto que no, Ana irá conmigo.
—Él te tiene ganas, amor.
—Solo somos amigos, bebé, don't be jealous—Luan no me caía bien, Candy puso una mano en mi mejilla—Amigos.
—Tú y yo éramos amigos.
Candy sonrió y acercó su rostro al mío—Dame un beso.
Esta niña sabe muy bien mi punto débil—Esta bien—incliné mi cabeza para besarla—Sabes que tengo razón.
—Shhh, calla—sus labios son dinamita para mí, cuando nos besamos siempre viajo lejos y me entran esas ansias de tenerla más y más cerca.
Besos largos, suaves, de ella.
Trent.
Dejé de besarla —¿Qué pasa amor?—Aún no lo he dicho que lo besé.
—Nada.
—Entonces.
—Sabes que te amo, ¿verdad?
—Sí y yo a ti, pero ahora no estamos en modo cursi—movió sus dedos desde mi pecho hasta mi boca y le dio un toque—estamos en modo besitos.
Últimamente Candy estaba muy cariñosa, usaba ropa corta, se ponía diversos labiales y los besos eran más largos. Me daba la impresión de qué quería que yo hiciera algo en específico, pero no sabía qué.
—¿Quieres que te bese?
—De ti quiero todo, Terry—Nuestros labios volvieron a unirse, sus manos movían por mi pecho y la mías abrazaban su cintura. Candy se acomodó más encima de mí, y puso una de sus manos en mi nunca profundizando el beso, yo no sabía muy bien que hacer con las mías, ella tomó una de mis manos y la posicionó en su espalda baja—No seas tímido, puedes tocar.
Sonreí—¿Quieres ver una película después? —Candy dejó de besarme y se me quitó de encima.
—Es en serio, Terry—dijo un tanto molesta.
—¿Qué pasa?
—Amor, ¿tú me quieres?
—Claro amor, te amo.
—¿Eres asexual o algo así? ¿Me tienes ganas acaso?
—¿A que te refieres swettie?
—¿Cómo decirlo sin que se oiga tan raro?, Llevamos más de dos años de novios y nunca me has tocado, ¡ni siquiera por error!
—Es que no quiero hacerte sentir incómoda o algo así, dulzura.
—Somos novios, si quisiera que no me tocarás, te digo que no y listo, te estoy dando luz verde y ni lo notas, ¡No me notas!—Candy se cruzó de brazos, me incorporé y tomé unos de sus mechones rubios entre mis dedos.
—Hey, eres preciosa, si lo noto, eres la estrella más hermosa de mi universo, no quiero equivocarme contigo.
Candy me miró con sus hermosos ojos verdes y sonrío.—No puedo enojarme contigo—me abrazó.
—Te amo, sweetie.
—Y yo a ti, mi amor.
—Trataré de tocarte más seguido—reímos.
—Ves que se oye raro—me dió un beso en la mejilla —Con tenerte a mi lado me basta.
*************
Las cosas en la escuela iban bien, Trent siguió siendo mi compañero de grado y poco a poco volvíamos a ser cercanos, merendaba con nosotros varios días a la semana y me invitaba a jugar fútbol con sus amigos, nos traía chocolates y trataba de sacar un tema de conversación, a Sofía no le agradaba mucho, pero lo soportaba por mí, sólo había algo que me preocupaba, David, sonreía menos, se estaba apagando otra vez, volvió al inicio.
—Pensaste en lo que te dije, ¿Te uniras al equipo de fútbol?
—No, no lo he pensado.
—Andale Turrón, tienes que entrar al equipo—Lo miré.
—Trent...
—Disculpa, Turrón no, Terrence—dijo en tono burlón—Por favor, eres muy bueno en fútbol, los chicos te quieren en el equipo.
—Uju—seguí copiando en el cuaderno.
—Hazme caso, te irá bien.
—Lo dices porqué eres el capitán del equipo.
—Con más razón deberías hacerme caso, sé de lo que hablo.
—Bueno chicos, eso es todo por hoy, pueden salir antes al receso—se hizo un bullicioso—¡Ey!, en orden, chicos.
Las personas empezaron a salir, cerré el cuaderno—¿Crees que a Sofía le moleste que meriende dos días seguidos con ustedes? —preguntó Trent.
—Posiblemente—respondí.
—Bien, iré a comprar algo en la cafetería, nos vemos donde siempre.
—Bueno.
Trent salió y Sofía se acercó a mí.
—Dios, ese niño si habla—guardé el cuaderno.
—Dijo que merendará con nosotros hoy.
—¡Otra vez! Mejor mátame.
—No seas exagerada, Trent no es malo.
—No es por que sea bueno o malo, simplemente no me lo trago.
Pase un brazo por sus hombros—Ven tontita, vamos a merendar.
—Bueno, vamos.
*******************
—Y no creen que es interesante la presión y la fuerza, la energía con la que hay que patear la pelota y hacer un gol.
—No—respondió Sofía.
—Bueno, eres tú no lo entenderías.
—¿Disculpa?—dijo Sofía indignada.
—Hey, tranquilos ustedes dos.
—Ya—dijo Trent alzando las manos en modo de tregua—Era una broma.
—Tus bromas no son chistosas—respondió Sofía.
—Que tú no las entiendas es otra cosa.
Sofía alzó su tenedor.
—No molestes a mi chica, Trent.
—¡Ojitos!—dijo Sofía feliz de verlo.
—Hola gruñosita, buen día a todos.
Y ahí estaba otra vez, envuelto en su gran chaleco gris, con ojeras de no haber dormido en días y sin su merienda en mano.
—¿Cómo va tu día David?—pregunté.
—Va bien, hubo examen de Algebra.
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Editado: 16.11.2024