David
Trent se ofreció a llevarnos a casa, me despedí de Ted y Terry subió como bola de humo a su habitación sin decir una palabra.
—¿Cómo les fue? —preguntó Irina.
—Bien, fuimos al campo a jugar futbol.
—Genial, le estoy preparando la cena y le hice una pizza casera.
—Muchas gracias, la llevaré, Terry debe tener hambre.
—Bien.
Tomé la pizza y subí las escaleras.
Giré la cerradura para abrir la puerta, Terry estaba acostado bocabajo en su cama.
—Traje pizza… ¿qué tienes? —puse la pizza en la mesa y me le tiré encima
—¡Au! David—exclamó adolorido.
—¿Qué tienes? —le pregunté.
—Nada—respondió cortante.
—Mientes, ¿qué pasó? ¿Trent te dijo algo que te molestó?
Terry miró hacia mí y me hice a un lado para que se pudiera sentar.
—¿Cómo te fue con Ted? —dijo cambiando de tema.
—Estamos bien.
—¿Te gustó mi sorpresa?
—Lo admito, fue lindo, gracias.
—¿Estas feliz?
—Sí, estoy feliz.
—Bien.
Lo miré, algo le pasa, no tiene la misma energía de haces unas horas.
—Me pasas la pizza.
—Claro—tomé la bandeja y la puse en la cama.
—Gracias.
—¿Seguro que no pasó algo más?
—Seguro.
—Bueno.
Nos comimos la pizza en silencio hasta que Terry volvió a hablar.
—Y… ¿qué pasará entre tú y Ted ahora?
—Pues no lo sé, seguir hablando.
—Entiendo.
—¿Por qué?
—Los vi besándose—dijo desviando la vista a otro lado
—¿Y por eso tienes esa aura toda deprimente encima?
—No lo sé.
¿No lo sé?
—¿Te molesta que haya besado a Ted, Terry?
—No, pero no sé, fue raro.
—Sí nos besamos, sí fue mágico, sí sentí muchas cosas, sí puede que aún sintamos cosas, pero… me gusta alguien más.
—¿Quién?
Dilo, David, dilo.
—Alguien más.
—Voy a adivinar quien es, ya verás.
—Conociéndote, buena suerte, Terry.
—¿Es mayor o menor que tú?
—Tenemos casi la misma edad, nos llevamos un año.
—¿Es tan lindo como yo? —me reí.
—Sí, se parecen un poco.
—¿Hablas con él?
—Todos los días.
—Voy a tener que pasearme por tu salón, no debe ser tan difícil encontrarlo.
—Ya te dije que es un crush, nada va a pasar.
—No si no te atreves a decírselo, uno nunca sabe.
—Créeme, lo sé.
—Tonto.
El ambiente estaba un poco más relajado, y sonrió antes de tomar la segunda rebanada de pizza.
—Eres el mejor amigo que tengo David.
—Y el único.
—Y el único—dijimos los dos al mismo tiempo.
Terry
—Entonces cuando lo vi con Ted, aunque estaba feliz por él, me entro algo en el pecho no sé, un sentimiento que no había sentido antes, luego hablamos y todo normal otra vez.
—Amor, ¿estas celoso?
—¿Celoso? —miré a Candy dudoso—¿Por qué estaría celoso de David y Ted Sweetie?
—Bueno, es quizás porque sentiste que tu mejor amigo te iba a cambiar por alguien más, es común son celos de amigos.
—No soy celoso, y confío en David, somos mejores amigos, no me va a cambiar por alguien más.
—Esa es la típica frase que diría alguien celoso.
—No es cierto.
—Bien, si eso piensas—había terminado de contarle mi semana a Candy, la extrañaba, siempre la extraño, estar recostado en sus piernas mientras juega con mi pelo es la gloria.
—¿Tú tienes algo nuevo que contarme Swettie? —pregunté.
—No amor, todo normal.
—Bien.
Pusimos una película como de costumbre y su celular empezó a sonar.
—¿No vas a contestar? —pregunté.
—No.
—¿Y si es importante?
—Tranquilo, no lo es.
Ignoró la llamada y seguimos viendo la peli, las incontrolables ganas de besarla llegaron así que ataqué su cuello.
—Terry—susurró.
—Mande.
—La película.
—Luego la podemos retroceder, tú eres más interesante—subí los besos a su mejilla y acomodé mi cuerpo en dirección al suyo, Candy sonrió levemente pero luego me detuvo. —¿Qué pasa? —pregunté.
—De verdad quiero ver la peli, amor—volví a mi posición inicial a su lado, un poco desilusionado.
—Bien, ¿me das tu mano al menos?
—Sí—tomé su mano y seguimos viviendo la película en calma, ha estado un poco distante estos días, no sé qué le pasa.
Soltó mi mano—Voy al baño, no tardo.
—Te espero.
Candy se fue al baño y su celular comenzó a sonar, la curiosidad me mató y revisé el nombre.
Luan
Volví a mi sitio, ¿por qué no le responde?
—Volví—dijo tomando impulso para volver a subir a la cama.
—Dulzura, ¿pasó algo entre Luan y tú?
—¿A qué te refieres?
—No les respondes las llamadas.
—¿Revisaste mi celular?
—No. Solo vi el nombre.
—Me parece una falta de respeto que revises mis cosas, ¿acaso no confías en mí?
—No toqué tu celular, solo lo vi, puede ser importante.
—No lo es—Tomó el control y apagó la televisión— Se acabó la película, es hora de irte, gracias por venir.
—¿Qué? Sweetie, ¿Qué te pasa?
—Adiós—Me puse de pie.
—¿Te sientes bien? No eres así, ¿qué sucede?
—Todo está perfecto Terry, solo quiero estar sola.
—¿Por qué?
—Por favor, déjame sola—dijo con la voz entrecortada, me acerqué a ella y la abracé.
—¿Qué pasa? —se dejó caer en mis brazos y volví a sentarme en la cama—Me preocupas.
—Terry, yo no puedo.
—¿Qué no puedes?
—No puedo.
Respiró profundo y me miró con los ojos llenos de lágrimas.
—Soy una mala novia.
—No lo eres, eres la mejor novia del mundo—volvió a llorar más fuerte en mi pecho y seguí abrazándola. ¿Qué habrá sucedido?
#123 en Joven Adulto
#2674 en Novela romántica
amistad amor y drama, adolescencia y noviazgo, problemas familiares y autoconocimiento
Editado: 16.11.2024