*MADIE*
Desperté muy tarde, es domingo tenía que dormir, mi padre dejó una nota en la puerta de mi cuarto, avisando que irían a casa de los Blaise.
Baje a desayunar, por desgracia no están Nina y Sarah en casa, es su día de descanso. Preparé una malteada, busqué en la alacena y encontré un paquete de galletas.
Antes de desayunar, abrí las ventanas de la sala y la puerta corrediza que da al patio trasero, es un día hermoso, tomé mi desayuno y salí al jardín a comer.
Estaba por terminar mi malteada cuando tocaron el timbre varias veces.
- ¡VOY, DEJEN DE TOCAR ASÍ! -Grité.
Abrí y para mi sorpresa era Jamie.
- Ya se te está haciendo una costumbre no contestar mis llamadas Madeline. -bufó molesta.
"Mierda"
- Lo siento Jamie, me acabo de despertar y no he prendido mi móvil.
- Si, ya lo noté y tu pijama es horrenda. -Hizo una mueca a asco a mi pijama de Lisa de los simpson, Jamie siempre ha sentido repulsión por esa serie pero a mi me gusta.
- ¡Oye! Deja de criticar. -acomodé mi cabello y tomé aire. - A todo esto ¿Qué haces en mi casa en domingo?
- Cámbiate Madie. Vamos a la playa.
- puso sus manos en mi espalda y me empujó camino a los escalones.
- Pero, no están mis padres en casa, no puedo salir sin su permiso.
- Existen los mensajes de texto, chica.
- Bien.
Subimos a mi habitación, Jamie me ayudó a elegir entre unos trajes de baño, la mayoría demasiado diminutos para mi. Me puse un top negro en conjunto. Tomé un overol de short de mezclilla, una blusa y mis Tenis.
Metí el protector solar, mis sandalias y unos lentes de sol en mi bolso, tomé mi móvil y llamé a mamá para pedirle permiso, para mi mala suerte olvidó su teléfono en casa, el timbre se escuchó en su habitación. Llamé a papá y su móvil estaba apagado.
Así que no me quedó opción que dejarle una nota, busqué una libreta y un bolígrafo y escribí que había salido con Jamie.
Dejé la nota encima de la mesita de la sala junto con el móvil de mamá, tomé las llaves y nos fuimos a la playa en el auto de Jamie.
En el trayecto me dejó poner mi música, lo que hizo el trayecto más ameno.
Veinte minutos después llegamos a la playa, había demasiada gente, nos adentramos entre la multitud y llegamos a Weekend in Honolulú. Es un restaurante y bar en el segundo piso, los dueños son de Hawaii (he ahí el nombre) y son amigos de Jamie.
- ¡Aloha chicas! -nos saludó un chico con el marcado acento hawaiano, tenia su cabello afro rubio.
- ¡Aloha Jeremy! -saludó Jamie, el chico salió del mostrador y le dio un fuerte abrazo.
- ¿Recuerdas a Madie? -preguntó mi amiga, el chico asintió, me saludó y me dio un abrazo.
- Bueno chicas, les ofrezco la mesa de siempre o si prefieren en la zona del bar, hay una mesa disponible...
- Vamos al bar ¿Verdad Madie?
- Amm, claro.
Subimos los escalones y llegamos a la zona del bar, habían muchos chicos y turistas, seguimos caminando, llegamos a nuestra mesa muy cerca del balcón, se veía la playa y todo a su alrededor.
- Les dejo unas cartas y -el chico tronó los dedos y apareció un camarero con unas bebidas. - Son especialidad de la casa, el tuyo Jamie es un clipper-tini y el de Madie es una piña colada.
- Gracias. -dijimos al unísono.
Di un trago a mi piña colada y...
"¡Oh por Dios! Sabe diferente, está delicioso".
Comimos lomi-lomi, platillo típico de Hawaii y me atreví a pedir otra piña colada.
- ¿Puedo? -preguntó Jamie, asentí y ambas intercambiamos nuestras bebidas.
Di un gran sorbo al vaso de Jamie, sentí repulsión al instante, tenía demasiado alcohol, lo tragué pero no soporté el sabor.
- ¿Que pasa Madie?
- Tiene demasiado alcohol. -tomé una servilleta y me limpié mi boca.
- Tranquila, asi pasa la primera vez que lo tomas. -sonrió.
- Iré al baño. -me excusé.
Tomé mi bolso y caminé a los baños, una vez dentro lavé mis manos, cuando levanté mi vista me mareé un poco. Salí del baño y el ruido de mi móvil me sobresaltó al instante, era mamá.
- Hola mamá.
- Madie ¿Donde estás? Leímos tu nota ¿Aún estás con Jamie? -preguntó con preocupación.
- Si mamá, estoy en el restaurante Hawaiano de los amigos de Jamie.
Soltó un suspiro de alivio, le dijo a papá donde estaba, se escucharon mas susurros que no reconocí muy bien y volvió a la línea.
- Madie, no te muevas de ahí. George va en camino contigo.
"¡¡¿QUÉ RAYOS?!!"
- ¡¿QUÉ?! Mamá, no quiero que George venga por mi, Jamie puede llevarme a...
- No hija, George se ofreció para traerte a casa ¿Está bien?
- Bien. -Colgué la llamada y regrese donde Jamie muy molesta.
- ¿Y esa cara Madie?
- Pide un clipper-tini para mi Jamie. -Me observó con los ojos muy abiertos.
- Pero si tu no...
- Por favor Jamie, hazlo. -dije muy segura de mis palabras.
Después de treinta minutos ya había bebido tres vasos de clipper-tini, me paré a bailar con Jamie y unos chicos turistas, el alcohol de apoderó de mi sistema nervioso y mis sentidos, la musica resonó por todo el lugar, en un impulso me subí a la barra de bebidas y baile al ritmo de una canción hawaiana.
El alcohol estaba haciendo de las suyas conmigo, me tambaleé un par de veces, di un mal paso y caí de la barra de bebidas, solté un grito agudo y la atención de todos se enfocó en mi.
- ¿Madeline? -escuché la voz de un chico. Levanté mi vista, era nada más y nada menos que...
- George ¿Co-como te va? -hipé.
- ¿Estás ebria? -exclamó con sorpresa.
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Editado: 21.05.2020