Terrible elección

5. Efectos del alcohol

*MADIE*

 

Desperté muy tarde, es domingo tenía que dormir, mi padre dejó una nota en la puerta de mi cuarto, avisando que irían a casa de los Blaise.

Baje a desayunar, por desgracia no están Nina y Sarah en casa, es su día de descanso. Preparé una malteada, busqué en la alacena y encontré un paquete de galletas.

Antes de desayunar, abrí las ventanas de la sala y la puerta corrediza que da al patio trasero, es un día hermoso, tomé mi desayuno y salí al jardín a comer.

Estaba por terminar mi malteada cuando tocaron el timbre varias veces.

- ¡VOY, DEJEN DE TOCAR ASÍ! -Grité.

Abrí y para mi sorpresa era Jamie.

- Ya se te está haciendo una costumbre no contestar mis llamadas Madeline. -bufó molesta.

"Mierda"

- Lo siento Jamie, me acabo de despertar y no he prendido mi móvil.

- Si, ya lo noté y tu pijama es horrenda. -Hizo una mueca a asco a mi pijama de Lisa de los simpson, Jamie siempre ha sentido repulsión por esa serie pero a mi me gusta.

- ¡Oye! Deja de criticar. -acomodé mi cabello y tomé aire. - A todo esto ¿Qué haces en mi casa en domingo?

- Cámbiate Madie. Vamos a la playa. 
- puso sus manos en mi espalda y me empujó camino a los escalones.

- Pero, no están mis padres en casa, no puedo salir sin su permiso.

- Existen los mensajes de texto, chica.

- Bien.

Subimos a mi habitación, Jamie me ayudó a elegir entre unos trajes de baño, la mayoría demasiado diminutos para mi. Me puse un top negro en conjunto. Tomé un overol de short de mezclilla, una blusa y mis Tenis.

Metí el protector solar, mis sandalias y unos lentes de sol en mi bolso, tomé mi móvil y llamé a mamá para pedirle permiso, para mi mala suerte olvidó su teléfono en casa, el timbre se escuchó en su habitación. Llamé a papá y su móvil estaba apagado.
 

Así que no me quedó opción que dejarle una nota, busqué una libreta y un bolígrafo y escribí que había salido con Jamie.
 

Dejé la nota encima de la mesita de la sala junto con el móvil de mamá, tomé las llaves y nos fuimos a la playa en el auto de Jamie.
 

En el trayecto me dejó poner mi música, lo que hizo el trayecto más ameno.
 

Veinte minutos después llegamos a la playa, había demasiada gente, nos adentramos entre la multitud y llegamos a Weekend in Honolulú. Es un restaurante y bar en el segundo piso, los dueños son de Hawaii (he ahí el nombre) y son amigos de Jamie.
 

- ¡Aloha chicas! -nos saludó un chico con el marcado acento hawaiano, tenia su cabello afro rubio.
 

- ¡Aloha Jeremy! -saludó Jamie, el chico salió del mostrador y le dio un fuerte abrazo.
 

- ¿Recuerdas a Madie? -preguntó mi amiga, el chico asintió, me saludó y me dio un abrazo. 
 

- Bueno chicas, les ofrezco la mesa de siempre o si prefieren en la zona del bar, hay una mesa disponible...
 

- Vamos al bar ¿Verdad Madie?
 

- Amm, claro.
 

Subimos los escalones y llegamos a la zona del bar, habían muchos chicos y turistas, seguimos caminando, llegamos a nuestra mesa muy cerca del balcón, se veía la playa y todo a su alrededor.
 

- Les dejo unas cartas y -el chico tronó los dedos y apareció un camarero con unas bebidas. - Son especialidad de la casa, el tuyo Jamie es un clipper-tini y el de Madie es una piña colada.
 

- Gracias. -dijimos al unísono. 
 

Di un trago a mi piña colada y...
 

"¡Oh por Dios! Sabe diferente, está delicioso".
 

Comimos lomi-lomi, platillo típico de Hawaii y me atreví a pedir otra piña colada.
 

- ¿Puedo? -preguntó Jamie, asentí y ambas intercambiamos nuestras bebidas. 
 

Di un gran sorbo al vaso de Jamie, sentí repulsión al instante, tenía demasiado alcohol, lo tragué pero no soporté el sabor.
 

- ¿Que pasa Madie? 
 

- Tiene demasiado alcohol. -tomé una servilleta y me limpié mi boca. 
 

- Tranquila, asi pasa la primera vez que lo tomas. -sonrió. 
 

- Iré al baño. -me excusé.
 

Tomé mi bolso y caminé a los baños, una vez dentro lavé mis manos, cuando levanté mi vista me mareé un poco. Salí del baño y el ruido de mi móvil me sobresaltó al instante, era mamá. 
 

- Hola mamá. 
 

- Madie ¿Donde estás? Leímos tu nota ¿Aún estás con Jamie? -preguntó con preocupación. 
 

- Si mamá, estoy en el restaurante Hawaiano de los amigos de Jamie.
 

Soltó un suspiro de alivio, le dijo a papá donde estaba, se escucharon mas susurros que no reconocí muy bien y volvió a la línea. 
 

- Madie, no te muevas de ahí. George va en camino contigo.
 

"¡¡¿QUÉ RAYOS?!!"
 

- ¡¿QUÉ?! Mamá, no quiero que George venga por mi, Jamie puede llevarme a...
 

- No hija, George se ofreció para traerte a casa ¿Está bien?
 

- Bien. -Colgué la llamada y regrese donde Jamie muy molesta.
 

- ¿Y esa cara Madie?
 

- Pide un clipper-tini para mi Jamie. -Me observó con los ojos muy abiertos.
 

- Pero si tu no...
 

- Por favor Jamie, hazlo. -dije muy segura de mis palabras.
 

Después de treinta minutos ya había bebido tres vasos de clipper-tini, me paré a bailar con Jamie y unos chicos turistas, el alcohol de apoderó de mi sistema nervioso y mis sentidos, la musica resonó por todo el lugar, en un impulso me subí a la barra de bebidas y baile al ritmo de una canción hawaiana.
 

El alcohol estaba haciendo de las suyas conmigo, me tambaleé un par de veces, di un mal paso y caí de la barra de bebidas, solté un grito agudo y la atención de todos se enfocó en mi.
 

- ¿Madeline? -escuché la voz de un chico. Levanté mi vista, era nada más y nada menos que...
 

- George ¿Co-como te va? -hipé.
 

- ¿Estás ebria? -exclamó con sorpresa.
 




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