Terrible esperanza

PARTE UNO - Cuentos Sobrenaturales

PARTE UNO
 

 

Cuentos sobrenaturales
 


 

~🖤~
 


 


Capítulo 1
 

 

Despierto sin ganas de empezar un nuevo día, con ganas de quedarme en la cama y no tener que ver a personas que me saludan porque les conviene y saber que la única persona que realmente me quiere en ese pequeño infierno es mi mejor amiga.

Wow, pero que positiva eres Teresa

Ay, solo quiero irme a la mierda. Me levanto de la cama, me desvisto y abro la puerta del baño. Siento como el agua fría baja por todo mi cuerpo, refrescando y dandole ánimos para soportar otro día.

Antes de colocarme la camiseta, miro por un momento las cicatrices que tengo en mi brazo, casi no se notan, pero muestran una parte de mi que me duele recordar, tan solo con 9 años empecé autolecionarme. Dañando mis puños de la rabia e impotencia que sentia, y cortar mis brazos por el dolor que me ahogaba cada día. Lo deje hace dos años, cuando me di cuenta de que tenía que ser más fuerte y que eso solo era una estupidez y que solo me hacía más cobarde de lo que ya era. La vida me volvió fuerte y me enseño que me tiene que valer mierda lo que los demás digan desde que me sienta conforme conmigo misma, pero aquí sigo disfrutando lo que pueda y a las personas que amo, aunque aún no haya llegado un chico que de verdad me haga sentir como en las estrellas. Pero, no me importa.

Me pongo el uniforme del colegio, el cual es rojo y se compone de una falda ni tan corta ni tan larga, una camiseta blanca y un chaleco con el nombre del colegio.

Guardo los cuadernos y libros que utilizaremos en mi maleta y bajo a la sala. Mi madre Luz, una persona trabajadora y hermosa en todos los sentidos esta sentada en la mesa comiendo y hablando por teléfono. Y mi hermanita Dayana, una niña tierna y hermosa.

-Claro que si John, esos archivos estarán listos para esta tarde - Me acerco a ella y le beso la mejilla en forma de saludo. Después le doy un beso en la frente a mi hermana y revuelto su pelo. Se que eso la hace enojar.

-¡Teresa! -Dice con su linda voz, yo solo le guiño un ojo.

Preparo mi desayuno y me siento en el comedor, cuando doy el primer bocado a la comida mi mamá cuelga el teléfono y suspira.

-¿Problemas en el trabajo? -Pregunto triste por ver a mi madre estresada, si mi vida es difícil, no quiero saber como es la de ella.

-Si hija, lo de siempre - Dice con una sonrisa triste.

-Sea lo que sea lo resolveras, eres una empresaria excelente, por algo eres la CEO de la compañia - Ella me da una sonrisa agradecida.

-Si hija, tienes razón lo resolvere - Vuelve a comer pero se detiene para decirme algo - Hoy recogere a Dayana del colegio, saldré temprano de trabajar.

-Ok má. 

 ¿Por que no pudo ser ayer que hubo entrenamiento?

Después de comer y hablar de temas diversos con mi mamá y Dayana, subo a la bicicleta y conectada a mi celular emprendí un viaje hacia mi querido colegio, por no llamarlo de otra forma.

Unas calles después de salir de casa cruzo una calle cuando el semaforo está en verde, no me doy cuenta del momento en el que un carro choca conmigo de frente. Automáticamente caigo con todo y bicicleta. Siento un dolor profundo en mi pierna, el peso de la bicicleta hace que no pueda levantarme. Un joven de alrededor unos 20 años sale del auto que choco conmigo y se acerca para ayudarme.

-Perdoneme, le juro que no la vi, ¿Donde le duele? - Dice preocupado. 

¿ES ENSERIO IDIOTA? ¡LEVANTA LA MALDITA BICICLETA Y DESPUÉS MIRAS SI ME DUELE ALGO!

Y como si hubiera leído mis pensamientos levanta la bicicleta y la sube a la parte de atrás de su auto. El me levanta y me ayuda a subirme, me deja con cuidado en el asiento del copiloto y conduce hasta un lugar donde pueda dejar el auto.

-¿Donde esta el dolor? - yo lo miro incrédula.

-Estoy tocando mi pierna con una expresión de dolor ¿Donde crees que esta el maldito dolor? - El me mira sorprendido por mi todo de voz pero revisa mi pierna.

-¿Es muy fuerte? - Dice quitando sus manos de mi pierna con miedo a que le diga algo.

-Si...

-OK... Para poder disminuir el dolor tengo que hacer un masaje en su pierna, ¿Deja que lo haga? - Yo lo miro un poco insegura.

-Bueno... ¿Pero sabes lo que haces? - El me regala una sonrisa que por cierto es muy linda.

-Si, estudie medicina, solo relaje su cuerpo - Yo asiento con mi cabeza.

El levanta un poco mi falda y en cuanto su manos tocan mi pierna, siento un escalofrío, pero no uno normal, uno raro. Empieza a masajear la parte herida que al principio es suave pero después frota con fuerza que hace que suelte unos pequeños gemidos de dolor. Cuando terminó, el dolor disminuyo y me relaje un poco.

-¿Le duele menos? - Me siento mejor en el asiento y me quejo un poco por el dolor, que aunque es leve, sigue doliendo.

-Ya está mejor. Te lo agradezco - Voy a salir del auto pero el me detiene cuando posa su mano en mi brazo, me estremezco ante su contacto, aunque sentí una sensación rara.

-Deje que la lleve donde estudia, es lo mínimo que puedo hacer despues de lo que paso - lo miro raro, aunque me duela la pierna para poder llegar al colegio pedaleando, puedo coger un bus. Además aunque me haya ayudado, es un extraño.

-Tranquilo, ya hiciste mucho por mi, puedo coger un bus - intento salir del auto de nuevo pero su voz me detiene.

-Insisto, deje que la lleve señorita, por favor - Suspiro sin saber que responderle. Si me lleva creo que iría más tranquila.

-Está bien - el me sonríe y arranca el auto.

Lo miro para ver mejor como es su rostro. Es guapo, joven, con ojos verdes, cabello castaño oscuro y con unas pocas pecas, pero adorables. Sonrio por el hecho de que me atraiga un desconocido.



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Editado: 10.06.2019

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