Hoy comienza mi primer día de clases y el último semestre de universidad.
Tres años estudiando administración de empresas turísticas ya que viajar y conocer nuevos lugares siempre fue lo que más me llamó la atención, pero un sueño que aún no he podido cumplir.
Cada vez que entro por esta puerta no puedo pensar sin mostrar una sonrisa de oreja a oreja al recordar todo lo que pasé por llegar a este lugar.
Aún puedo recordar la voz de mi padre gritando y diciéndome que nunca llegaría a nada.
Sólo de pensar eso mi piel se eriza y mi sonrisa se borra.
*flashback*
—¿En serio deseas estudiar eso?- Soltó una carcajada que me hizo sobresaltar. Yo le temía mucho a mi padre, siempre que llegaba borracho a casa tenía que desquitarse con algo y sus opciones eran pegarle a mi madre o a mí.
Yo sólo asentí a su pregunta y su risa se volvió más y más fuerte.— Pero que graciosa eres Mali, tu eres una inútil, inservible, buena para nada, nunca conseguirás nada porque eres una estúpida como tu madre— Tiró el vaso de whisky al suelo y de ahí sólo recuerdo mis llantos y pedirle por favor que me dejara en paz.
*fin de flashback*
Saliendo de mi trance y volviendo a la realidad me acerco a la lista que pegaron en la pared con los nombres y el salón que nos toca este año. Al terminar de encontrar el mío me dirijo al salón asignado.
Como todos los años elijo sentarme en la última fila al fondo contra la pared, para que así nadie pueda observarme.
Algo que no me gusta es llamar la atención y que me observen demasiado. Eso se debe a que cuando mi padre me dejaba una marca en la cara o en cualquier lado visible del cuerpo odiaba que la gente me viese con eso y trataba de ocultarlo.
Ahora creo que soy yo quien se quiere ocultar de las personas.
Aunque también uno de mis metas es poder socializar con las personas sin ningún remordimiento dentro de mi y este año lo lograré.
Toca el timbre de entrada y todos comienzan a adentrarse al salón. No me sorprende ver cada año las mismas caras, estamos en nuestro tercer año y no creo que alguien sea capaz de cambiar de asignatura justo cuando falta un año más para graduarse.
Y así comienzan a entrar uno por uno. Cabe admitir que conozco los veintiún nombres de mis compañeros, aunque ellos no recuerden el mio: Maddison, o como me solían decir mis padres Mali. No tengo la menor idea del por qué ese sobrenombre pero aún así me gusta. Me recuerda cuando éramos una familia feliz.
Cuando noto que ya estan todos mis compañeros de aula veo a un chico adentrarse al salón. Su cara es muy familiar. Demasiado.
Axel Miller.
Aún recuerdo la última vez que lo vi. Fue en quinto de secundaria, nuestro último año.
En ese entonces llevaba el pelo más largo que ahora y no estaba tan desarrollado físicamente, pero sus ojos color verdes y esos labios carnosos que tiene siguen perfectamente iguales que esa vez.
Él fue definitivamente mi amor platónico de secundaria. ¿Por qué platónico?, porque nunca notó mi presencia y creo que tampoco mi existencia que es aún peor.
Me fijé en él cuando tenía quince años de edad, recuerdo que fue un amor a primera vista y en ese momento supe que mis hormonas funcionaban.
En cuanto me doy cuenta Axel está observandome, probablemente porque no aparté un ojo desde su llegada. Lleva su cabello peinado para un costado dejando algunos mechones en su frente, luce una remera negra haciendo notar sus grandes bíceps. Su cuerpo ha cambiado bastante, tiene los músculos de sus brazos más formados -ah estado haciendo muchas pesas-, sus rasgos faciales también han cambiado a uno mas adulto y ni hablar de su trasero... Faaa se lo ve tan grande y respingón que hasta me dan ganas de darle una buena nalgada.
Puedo ver como muchas chicas lo quedan viendo igual de babosas que yo pero no puedo juzgarlas, él se ve tan sexy.
Camina hasta sentarse a dos bancos delante de mí, tenerlo a esta distancia hace que mi corazón palpite más rápido de lo normal. Jamás lo tuve tan cerca de distancia.
Pero como dicen, lo bueno dura poco y mas cuando Daniela Morgan, se acerca a él y le da un beso muy apasionado para estar en un salón de clases.
Mi corazón se detiene al ver que él le sigue el beso y la toma de la cintura.
Tengo que admitir que ella también es hermosa, tiene un cuerpo que cualquier chica envidiaría, su cabello rubio hasta la cintura y ojos verdes penetrantes la hacen parecer una modelo. Aunque para muchos la ven como modelo de pasarelas, yo la veo como modelo de las revistas de Play Boy.
—¡Oh pero que tiernos!— Dice una de las amigas de Daniela haciendo que Axel y ella terminen el beso antes de que empiecen a desnudarse frente a nosotros.
—¿Hace cuánto andan?—Pregunta otra de las chicas que se encuentran alrededor de la nueva pareja.
Daniela me mira y sonríe con malicia, no es que tenga algo en contra de mi pero a ella siempre le ha gustado tener la atención de todos. Siempre trata de resaltar y se la más destacada. ¿Y como no ser la atención de la clase cuando sales con el chico nuevo de la asignatura?.
En fin, después de sonreír y volver la mirada hacia sus amigas contesta —Somos novios hace dos semanas, pero nos conocemos hace un tiempo.
Guau, conseguir novio al poco tiempo debe ser fácil cuando tus padres tienen dinero, eres bonita y tienes un gran trasero operado.
❄❄❄
La primer clase pasa volando y cuando menos me doy cuenta toca el timbre anunciando que terminó el receso.
Le doy un último mordisco a mi manzana antes de votarla en el cesto de basura y me dirijo hacia mi clase de marketing.
Dejo mi mochila en el respaldo de la silla y espero a que llegue el profesor Soto.