Terrible Obsesión.

3. CAPÍTULO❄

Para cuando Erick llega a mi casa por arte de magia ya me encontraba cambiada y maquillada, sólo le dije que me espere a que me ponga los zapatos y nos íbamos.

Estamos entrando en el club. De verdad Daniela se esforzó en armar esta fiesta. 
La decoración es espectacular, en el techo del lugar cuelgan grandes telas y globos de diferentes colores, hay cuatro mesas largas llenas de bocadillos y también dos mini barras donde puedes pedir las bebidas.

Brad y otros tres chicos andan con unas bolsas repartiendo luces de colores, pulseras flúor, collares brillantes, gorros, etc. Todo como un baile carioca.
Está claro que la temática de la fiesta es "Carnaval" ya que todos los presentes vinieron vestidos con ropa muy colorida, mientras que yo llevo un vestido negro.

—No te preocupes— Dice Erick pasando su mano por mi brazo —Te ves preciosa.
Probablemente haya notado mi cara al ver como todas están vestidas con colores llamativos y maquilladas a la perfección.

—Es que yo no soy de estas cosas, de las fiestas... Ya sabes— Me encojo de hombros. Él sonríe y mira hacia la pista de baile.

Luego de unos tres minutos vuelve la mirada hacia mi y me pregunta—¿Bailas?

La verdad es que cuando era pequeña amaba la danza, aunque jamás asistí a una academia o clase de baile. Pero la amaba y más cuando eran esos días de limpieza, cuando mi madre y yo poníamos musica y mientras limpiabamos toda la casa bailabamos al ritmo de la música.
Ese es uno de los recuerdos que siempre quedarán en mi memoria.

—¡Claro!—Contesté a la pregunta de Erick, hace tiempo no lo hacía y tal vez me haga bien moverme un poco.

Me tomó de la mano y me guió hasta la pista. 
Estaba sonando una canción muy alegre y divertida lo cual siempre la escucho en la radio pero jamás recuerdo el nombre. Erick y yo nos movemos al compás de la canción y nos matamos de risa por los pasos estúpidos que hacemos. Estoy disfrutando mucho estar aquí, no creía que volvería a asistir a otra fiesta después de la última que fuí.

—¿Cómo la estas pasando?— Gritó Erick en mi oído ya que la música estaba tan fuerte que apenas podía oírlo.

—¡De lo mejor! Gracias por convencerme en venir.

—Gracias a ti por aceptar venir conmigo— Sólo sonreí y seguí bailando.

Y así pasaron cuatro, cinco, seis y siete canciones y mi cuerpo todavía sentía esa energía de no parar, pero de repente...

Comenzó a sonar en los parlantes una de esas canciones que escucha casi todo el mundo para bailar pegados y hacerle causar una erección a cualquier tipo.

Todos comenzaron a bailar lento y en manera sensual, o sensual es lo que ellos piensan que hacen porque parece que estoy viendo pornografía con ropa en vivo.

Miro para un costado y me pregunto ¿Y Erick?
Entonces observo hacia el otro lado y ahí está... Pegado a una chica tocándole el trasero mientras la besa. —Pero que compañero de baile me mandé—Me digo a mi misma.

Sin quedarme de otra empiezo a bailar yo también, pero sola.

Muevo mis caderas lentamente y utilizo mis manos para tocarme el cabello y las caderas para darle un toque de sensualidad a mi baile. De repente siento que alguien se posiciona detrás de mi.—¿Qué mierda hago? — 

 Pues sigue bailando- me ordena mi consciencia y lo hago.

Por lo que noto es más alto que yo y su cuerpo es duro y firme. No quiero ni dar la vuelta y verle la cara porque de seguro me moriría de vergüenza al saber que le estoy bailando así a un chico. Entonces sigo mis movimientos tratando de alejarme un poco más de él, pero el sujeto me toma de la cintura -Debo decir que tiene una mano muy grande- y me apega más a su cuerpo. Cuando lo hace puedo sentir algo duro rozar mi cadera... ¿Acaso es su...?

Y otra vez lo siento.

Si, es su amiguito que se está transformando.

Siento mi cara comenzar a calentarse. De pronto está haciendo mucho calor aquí ¿Verdad?

Y lentamente una respiración empieza a bajar desde mi cabeza hasta mi oreja y la persona que está detrás mío me susurra al oído...

—Por ser la tímida de la clase te mueves muy bien Maddison.

Mis ojos se abren como platos, casi saliéndose de órbita. 
Esa voz... ¿Es quién yo creo que es?

Con cuidado empiezo a voltear mi rostro y a dar vuelta mi cuerpo y ahí se encuentra él...

Axel.

Sin saber que hacer ni decir me aparto y salgo corriendo como la fracasada que soy. Me dirijo hacia una barra y me siento en una de las banquetas.

—¿De verdad le he bailado sensualmente a Axel Miller? ¿Le he provocado una erección a su amiguito? ¿Axel conoce mi nombre? Esto no puede ser cierto—Me digo para mis adentros, tapandome la boca al recordar lo que acaba de pasar.

—¿Quieres algo de beber?—Me pregunta el barman al verme sentada.

Al principio dudo si quiero beber algo con alcohol, ya que le prometí a mi tía que hoy me comportaría y no quiero decepcionarla llegando ebria a casa como lo hice algunas veces.




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