Capítulo 3
“Tezcatl Itzamna”
Los guerreros seguían entre los senderos de la selva, los grandes árboles evitaban ver hacia el exterior y el sol difícilmente podía traspasar sus gruesas hojas, también abundan lianas y varias tipos de plantas, el piso era desnivelado por las raíces y lodosas ya que llovió el día de ayer sin previo alguno uno de ellos termino por tirar su equipaje llenándolo de suciedad al hacerlo pero estaba tan fatigado para quejarse de eso-¡Suficiente estoy agotado!-con voz agitada reclamaba acercándose a un lado de un rio tomando un gran trago de él, limpiando el sudor de su frente con el agua nunca había sentido la suciedad como ahora y su costilla dolía horrores al caminar pero por pena no decía nada.
Izel le tomó la palabra habían caminado un gran tramo sin descansar busco un lugar en que sentarse para poder reposar encontrado el lugar ideal, un viejo tronco debajo de una fresca sombra-No eres muy conversadora si no es para pelear ¿Cierto?-veía como ella empezaba a esculcar adentro de sus mangas sacando aparentemente un botella de licor-¿No crees que deberías comer antes de ingerir esa porquería?-.
-Cuidado con lo que dices puedes insultarme o reprocharme pero a mi manjar de los dioses, eso sí me lo tomare muy personal-tomo un gran sorbo de su bebida espesa y podía apreciar el sabor, sintiendo fresca su boca y el aprendiz ponía los ojos en blanco en forma de reproche reuniendo varios pedazos de madera al centro-Prenderé una fogata por si te interesa en hacerte algo de comer porque yo no moveré un musculo para darte nada-.
La dama águila veía como inútilmente el joven trataba encender una fogata ya llevaba tiempo intentando frotando dos palos llegando a su mente que jamás había estado afuera de su cómoda vida-Sabes siento que estoy abusando en demasía de ti ya llevas casi un buen rato sin conseguir que el leño prenda- avergonzado Tlazohtzin apresuro a mover más rápido el palo haciéndole romper enfurecido arrojo la rama hacia el rio, al darse cuenta había tirado el objeto con el que prendería el leño echando un grito de frustración, para sorpresa de este la mujer se levantó a ayudarlo-Mi padre me enseño una técnica más efectiva para realizar una fogata tomas varias hojas secas y con la primera chispa frotando estas piedras se encenderá rápido-tal como la había explicado vio como empezaba a crecer la flama y sin darse cuenta empezó a sonreírle tomando por sorpresa a Izel quien decidió volver a recargarse para tomar una pequeña siesta.
Abrió sus ojos al escuchar su nombre, la chica noto que el pilli le entrego un pescado recién cocido sobre una hoja de plátano que encontró por ahí-Toma lamento ser tan grosero contigo hasta el momento has sido muy amable conmigo-.
Miro el pescado que le ofreció estaba muy carbonizado pero el alimento era algo que no se podría despreciar y mucho menos tirar tomaba un mordisco de él su boca se amargo y trago cuidando que las espinas no la lastimaran-No te acostumbres soy todo menos amable, tengo una duda ¿Cómo es que un hijo de un pilli termino robando?-
Para su sorpresa el joven se atraganto con el bocado que había recién ingerido saboreando el horrible sabor-Me gusta mucho la lectura sobre todo de los drakon’s hablan sobre héroes que harían lo que sea por su pueblo destruyendo lo injusto atrayendo alegría para todos sin importar el estatus social, creí que yo también podría hacerlo por el mío-.
-Tus motivos son buenos pero lamentablemente no puedes ayudarlos a todos era cuestión de tiempo que te atraparan-
-Quizás si no hubieras interferido hubiera continuado con lo mío-nuevamente la reprochaba por lo cual ella le sonrió al ver lo fácil que era molestarlo-Siempre eres así con todos, pareces otra persona sé que no te conozco para opinar sobre ti pero cuando estuvimos peleando parecías al villano del cuento-seguía comiendo el pescado escupiendo las espinas, Izel levanto su vista sintiendo como la miraba fijamente para que le respondiera.
-Tal vez lo sea, escucha bien no vengo a hacer amigos y si tanto te molesta que te pateara el trasero puedes pedirme la revancha cuando quieras aun que te advierto no doy terceras oportunidades te aplastaré el cráneo si llegas a fastidiarme-Tlazohtzin no pudo evitar sorprenderse ante la amenaza de su superior tenía que tener cuidado al hablar con ella, tenía que enfocarse en hacerla una mujer de justicia.
Después de tomarse su descansó saco nuevamente su mapa para buscar al otro recluta, según el informe también pertenecía a la misma tribu Itzamna pero este se pasaba desviando su reclutamiento solo aparecía de la nada cuando era la hora de cobrar, ella ni se molestó en buscarlo en donde sería su ciudad natal seguramente no se encontraría ahí pero entre los bares y pulquería se daba el rumor que existía una cuidad escondida del gobierno Aztlan aparéntenme para ejercer festividades extranjeras, contrabando y cosas de libertinaje según los sumos sacerdotes , Yopes le decían a la cuidad de mala muerte tenía la sospecha de que se ocultaba en ese lugar.
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Editado: 09.02.2019