Thantia

IV

Tomo una hoja de elpsio y la dejo caer dentro del líquido ardiendo. El caldero emite un humo rosa chicle que indica que la poción está lista.

Miro el trabajo de Parris. Su líquido sigue de un color grisáceo desde hace diez minutos. El reloj indica que quedan solo siete minutos para que el profesor Northwich califique nuestros resultados.

Parris se ve frustrado, su ceño está tan fruncido que temo que su piel perfecta quede arrugada debido a lo violento del gesto.

Llamo su atención en voz baja y al principio no comprende lo que le digo, pero un minuto después su cara se ilumina.

Intercambio nuestros calderos y huelo su poción. El olor definitivamente es horrible, por lo que trato de recordar a lo que olía la mía.

Huelo los ingredientes sobre el mesón y voy agregando distintas cantidades de plantas y polvos hasta que al final el líquido al fin se vuelve de un tono rosa menos intenso de lo que debería.

El profesor Northwich llega a nuestra mesa. Sumerge la mitad de un bolígrafo en el caldero junto a Parris y se desaparece dejando la otra mitad perfectamente visible.

  —Buen trabajo, señor Eiran, estoy impresionado—él se limita a sonreír de lado notablemente incómodo.

Hace la misma prueba con la poción de mi lado de la mesa, pero esta vez el bolígrafo desaparece por completo.

  —Intente con menos asfodelo la siguiente vez, señorita Marci, pero su trabajo le alcanza para un nueve esta sesión.

Suspiro aliviada de que haya podido arreglar esto.

Tomo mi mochila y salgo del aula, esta vez directa al comedor, tengo una hora libre que debería usar para estudiar y que el profesor Baruhk no vuelva a tomarme desprevenida, pero estoy lo suficientemente hambrienta como para dejarlo pasar por hoy.

Mi ánimo a mejorado bastante, quizá sea debido a que el profesor Northwich no es un completo idiota y no parece tener un odio profundo por los Marci.

Tomo un plato de papas fritas y una hamburguesa. Sorpresivamente es lo más normal que puedo hallar.

Los demás platillos se ven considerablemente menos apetitosos para mi paladar, sobretodo el que contiene una carne verde que parece sacada más de un alienígena que de algún otro animal existente en el planeta.

Completo mi comida con una botella de agua y me siento en una de las mesas vacías.

Saco el libro de historia de mi mochila y lo abro en la primera hoja. No soy gran fan de la lectura, quizá porque nunca me preocupé realmente por ello o porque jamás tuve dinero extra para comprar un libro.

  —Si quieres leer, deberías ir a la biblioteca—Parris se sienta frente a mí, pero intento ignorarlo.

El primer capítulo es sobre la fundación de Thantia, no obtengo información nueva a lo que Parris me dijo ayer durante su "tour", al menos eso creo hasta que llego al final del capítulo y encuentro un árbol genealógico de la familia Thantia.

Lo que me sorprende, sin embargo, no es la cantidad de nombres que hay en el diagrama.

En el extremo inferior de la hoja puedo leer claramente "Chelle y Woodrow Marci" seguido de una línea que desciende hasta llegar a un único nombre:

Skylar Marci.

  —¿Esto es cierto?—le muestro el libro a Parris—, los Marci, ellos...

  —Ustedes—hace énfasis en esa palabra—, son descendientes de Avram Thantia—abro los ojos de forma exagerada—, ¿no lo sabías?

  —¿Cómo se supone que iba a saberlo?—bajo la voz cuando noto que hay algunas miradas curiosas en nuestra dirección—, nadie me lo dijo, nadie me dice nada de lo que sucede.

  —Pero está escrito en los libros, además, tus padres son los líderes de Thantia—parece bastante contrariado—, ¿acaso no lo notaste?

  —Claro que noté las miradas que les dirigían, pero tampoco tuve mucho tiempo para hablar con ellos sobre eso—suspiro y me llevo una papa frita a la boca.

Su sabor me reconforta, me hace sentir que estoy devuelta en la tienda del señor Webber, preocupada solo por mantener los productos en órden.

  —¿Pero ellos no te mantenían informada en el internado?

  —¿Internado?

  —Si, al que te enviaron desde pequeña, eso es lo que todos dicen que pasó, esa es la explicación a que jamás saliste en un evento público con los Marci—enarco una ceja en su dirección—, amenos que fuera un rumor.

Es la primera vez que veo a Parris apenado por algo, no parece que sea algo que le sucede seguido, así que incluso con todo lo que siento, me permito disfrutar de ese breve instante de vergüenza.

  —Los Marci decidieron alejarme de todo esto cuando era muy pequeña para recordarlo, yo ni siquiera sabía que todo esto de Thantia existía hasta ayer.

Nos quedamos callados y lo tomo como una señal para continuar con mi comida. Le doy una gran mordida a mi hamburguesa y sonrío.

El sabor es bastante parecido al de la cadena de comida rápida cerca de mi departamento. No comía ahí seguido, de hecho solo lo hacía cuando el señor  Webber decidía darme algo de dinero extra por mi trabajo, así que lo disfrutaba más que nada en el mundo.



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En el texto hay: elementos, academia, thantia

Editado: 11.10.2019

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