Ophelia.
Los días siguientes nuestra relación dio un giro de 180 grados. Estar juntos de esa manera era fácil, era algo natural, como si finalmente nos entregáramos a nuestros instintos y dejáramos de fingir ser solo amigos. Ahora pasamos todos nuestros días y noches juntos, tanto en la universidad como fuera de ella. Mi nuevo lugar favorito es ir a su descampado oculto, siendo el lugar donde nuestra conexión se profundizó.
Sin embargo, nuestras visitas a Mindigo terminaron en un intento de Mason por evitar a su padrastro, Marco. El hombre parece no darse por vencido en contactarlo, y Mason parece esquivarlo como la peste. Desde que volvió, lo llama incesantemente al teléfono, llamadas que nunca son atendidas, y desde entonces Mason se instaló en mi departamento por miedo a que su padrastro aparezca en su puerta. En su defensa según los testimonios de Russell, su mejor amigo y roommate, si apareció en su puerta más de una vez solo para ver que él no estaba ahí.
Sin importar cuánto intente convencerlo de que enfrente el problema y hable con Marco, él sigue negándose por lo que aquí estamos en medio del campus corriendo de clase en clase, escondiéndonos en la cafetería y viviendo juntos, solo saliendo de nuestro departamento para ir al descampado oculto y a la universidad, como dos prófugos buscados por la ley.
Dos semanas más tarde decidí que ya había sido suficiente. Pero antes de que pudiera pensar que hacer al respecto la respuesta llamo a mi puerta.
Son las diez de la mañana del sábado, Mason duerme plácidamente en mi cama mientras yo observo su celular marca otra llamada perdida. Dos minutos más tarde el timbre de la casa suena, preguntándome quién puede ser salgo de la cama y me pongo un buzo de Mason por encima de mi short y remera larga y suelta, lo cual uso de pijama.
Una vez que llego a la puerta espió por el ventanal y veo a un hombre de cuarenta y algo de años, vestido de traje, en la puerta. El hombre parece darse cuenta que está siendo observado y dice.
"Señorita? Soy Marco Leroid. El padre de Mason, podes despertarlo?"
¿Como sabe que está durmiendo y que soy yo y no él quien está acá? digo en mi cabeza, pero parece ser que el hombre lee mentes porque luego de una risa, continúa.
"Mason nunca se despierta antes de las 11 AM un sábado. Y puedo ver la sombra de tus pies por debajo de la puerta, así que sé que estás ahí. "
"Lo siento mucho, pero Mason no está acá. Él no vive acá, seguramente este en su departamento. Le daría la dirección pero calculo, que siendo el padre, ya sabe donde es."
"Y yo calculo que mi hijo le estuvo hablando de mi. Y como verá, ya estuve allí y se que esta hospedandose acá para evitarme."
Antes de que pueda responderle Mason aparece a mi costado y abre la puerta. Marco lo observa de arriba abajo con disgusto, y luego su mirada se enfoca en mí y una sonrisa curva sus labios.
"Veo que tu gusto está intacto."
Algo parecido a un gruñido escapa los labios de Mason, y apoyo mi mano sobre su hombre en un intento por calmarlo.
"Que queres?" Dice Mason entre dientes.
Su padre se acomoda el saco, entra sin invitación y se sienta en el sillón. Mason aprieta sus dientes tan fuerte que creo escuchar el chasquido de uno rompiéndose. Cierra la puerta delicadamente, y veo su cara transformarse a la de un profesional. El tipo de cara que una persona pone cuando entra a una oficina o a una entrevista de trabajo. Me dice que vaya a tomar mi café que él va a estar bien, me da un beso en la frente y luego camina hacia el asiento en frente del sillón y se sienta.
Todo en mi quiere quedarse y estar ahí para él, pero se que es un tema familiar que nada me incumbe y que necesita afrontarlo solo. Es por eso que camino hacia a mi habitación me cambio, y me voy a correr. Algo que solía hacer todos los días, pero desde que Mason se mudó no encuentro el tiempo para hacer nada más que estar con él.
Mientras corro pienso en estas últimas dos semanas. Nuestra charla, nuestro primer beso, nuestra primera noche juntos, la primera vez que aparecimos en la universidad desde que comenzamos la relación, nuestras citas en el descampado, nuestras largas noches de netflix, los besos, él prácticamente mudándose conmigo. Todo pasó muy rápido, pero nada de esto se siente como apresurado. Es como si nos conociéramos de toda la vida y estuviéramos destinados a estar juntos. Sin embargo, soy consciente que si no fuera por el hecho de que Mason estaba distraído con la situación de su padrastro hubiera empezado a ser preguntas sobre mi y mi pasado. Preguntas cuyas respuestas no estoy lista para decir en voz alta.
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Mason,.
Cuando Ophelia sale por la puerta Marco no espera un segundo y va al grano, dejando los juegos detrás.
"Quiero que retomes tu trabajo en Mindigo. Se que estabas haciendo la contabilidad, y quiero que sigas."