ophelia
Cuando finalmente llegó al hogar de Mason, él no está allí. Lo llamó por teléfono sin obtener respuesta. Seguramente ya está en la fiesta, creí que habíamos acordado ir juntos, pero quizás entendí mal o como llegue más tarde gracias al tráfico en las calles decidió esperar me ¿allá?
Con la piel de gallina y con la ansiedad de que algo malo pasó o está por pasar, me preparo rápidamente y voy hacia la casa de uno de los amigos de Mason donde se va a realizar la fiesta. Sea lo que sea vamos a encontrar una manera de arreglarlo, lo único importante es llegar allí y envolver mis brazos en Mason y dejar atrás el horrible día y los espantosos recuerdos que vinieron con él. Cuando salí de la tienda de ropas mis pensamientos estaban enroscados unos con otros. Es como si todo el progreso emocional que hice en los últimos meses hubiera desaparecido, y la pequeña chica rota, triste, con malos hábitos volviera a la superficie. Cuando deseos de volver a utilizar los mismos métodos que solía utilizar para sanar mi dolor empezaron a resurgir fue cuando el pánico comenzó. La única persona que pudo salvarme cuando toque fondo es la única persona que puede prevenir que vuelva a caer.
Cuando doble en la esquina de la fiesta la música comienza a oír, junto con los ruidos y gritos de gente, mayormente ebria, festejando. Encuentro finalmente un lugar donde estacionar y caminó hasta la puerta. Por las ventanas abiertas se puede ver gente caminando, riendo, hablando, bebiendo, bailando. La ansiedad comienza crecer en mi interior, siento la sangre recorrer mi cuerpo como si de repente fuera diez veces más pesada. Inhaló una gran bocanada de aire y la suelto por la boca, y luego camino hacia la puerta la cual está abierta. Una vez a dentro, doy vueltas por todo el lugar sin ver ningún rastro de mi novio. Mis nervios y pánico están apunto de estallar a este punto. Justo cuando ya comenzaba a preocuparme mi estado mental escucho la risa de Mason en la cocina. Ya revise el lugar y él no estaba allí, debe de haber entrado recién. Dejó ir el aire, que no sabía que estaba reteniendo, con alivio. Está acá, estoy a dos pasos del abrazo que necesito hace horas.
Sin duda, mi corazón no estaba preparado para la imagen que encontraron mis ojos una vez que entre en la habitación. Si creía alguna vez haber sentido dolor, haber tenido mi corazón roto, haber tocado fondo… entonces ahora realmente estaba muerta. Alguien acaba de sacar mi corazón de mi pecho mientras yo observaba sin poder moverme, o al menos así es como se sentía.
Mason está parado al lado de la mesada con una chica rubia con cuerpo de modelo parada entre sus piernas. La chica está parada demasiado cerca, lo suficiente para que su pecho operado toque el musculoso pecho de Mason. La mano de él descansa en la cintura de la rubia y ella lo mira como si fuera su Dios personal. Él le sonríe, sabiendo y disfrutando del efecto que tiene en ella. Ninguno de los dos noto mi presencia, estando muy ocupados el uno con el otro.
Alguien me empuja de atrás impaciente por entrar en la cocina, y ahí es cuando salgo de mi estupor y el infierno se aproxima. Mason levanta su mirada para ver lo que sucede, y sus ojos se fijan en los mios. Su mirada está llena de dolor y desdén por mi. Lo cual no hace nada más que confundirme. Él es el que está rompiendo mi corazón en mil pedazos, haciendo exactamente lo que yo sabía que iba a hacer. Y él me odia a MI?
“Que haces aca? Tu novio tenia planes?” Me dice mientras ajusta a la chica en sus manos aún más cerca de él.
“Aparentemente, ya no tengo novio.” Respondo sin poder ocultar el dolor y decepción, e incluso el odio de mi voz.
“Está tarde parecías tener de sobra”
Su comentario me deja confusa. Que quizo decir por eso. Sin embargo, no gasto mucho de mi tiempo pensando en ello, ya que la rubia cuerpo de modelo, la cual se ganó toda clase de odio e insultos en mi mente, movió su mano hacia el botón del jean de Mason.
Siento mi almuerzo amenazar con salir de mi cuerpo y corra hacia la puerta sin mirar atrás. Antes de llegar a mi auto vomito todo los contenidos de mi estómago, mientras lagrimas salen por mis ojos incesantemente.
No se que acaba de pasar, que cambio desde está mañana ahora. Pero realmente no me interesa el motivo. Fui una idiota en pensar en que Mason era distinto a Draco. En pensar que no iba a volver a pasar. En volver a dar mi corazón, y dejar que esto pase. En confiar en un chico que es muy bien conocido por su reputación de playboy. En fin y al cabo fui yo la que no quiso escuchar las advertencias. El amor no existe.
La única diferencia entre Draco y Mason, es que mi ex logro lastimarme hasta el punto de rendirme en la vida, en vida pero sin vivir. Pero, Mason… No imagino sobrevivir este dolor. Nada se compara con el vacío que siento a dentro. Mi corazón amenaza con salir de mi pecho, mis pulmones perdieron la habilidad de respirar, mi cerebro no funciona racionalmente, mis piernas no saben coordinar una con la otra. Aún así, subo a mi auto y manejó hasta mi casa, en donde lloro hasta quedarme sin lágrimas acostada en mi cama, y luego lloro un poco más.