ophelia
Después de los locos eventos de los últimos cinco días, finalmente, las cosas vuelven a retomar su lugar. Dos días después de haber sido internada Mason me llevó a su departamento, me alimento y cuido hasta que tuve la suficiente fuerza para hacerlo sola. Con mucha vergüenza y dolor en su voz me contó lo que pasó, y yo le conté que me llevó a tomar esa mala decisión. Sin embargo, aún hay una última confesión por hacer, para que no haya ningún secreto entre nosotros.
Estamos acostados en el sillón mis piernas sobre las suyas, mientras vemos una película de marvel.
“Mason?”
“mhm?” Dice sin prestarme atención.
Tomó el control y pongo pausa, se sienta derecho y me mira con preocupación.
“Hay algo que te quiero contar..”
“Okay…”
Tomó una gran bocanada de aire, bajo mis piernas de las suyas y las pongo por debajo de mi. Miro hacia la ventana.
“Cuando nos conocimos, yo no estaba en un buen lugar. Mentalmente, quiero decir. La pérdida de mis padres, el dolor y la soledad siempre fueron un tema sin resolver para mi. Algo muy presente. En mi último año de secundario, yo… yo era muy distinta. Era la típica chica que siempre obtenía todo lo que quería. Sin preocupaciones, ni problemas. Mi novio, Draco, era el capitán del equipo de fútbol. Juntos eramos la pareja “IT”” Hago las comillas con mis dedos. “Todos nos envidiaban, querían ser nosotros, o por lo menos ser nuestros amigos. Mi mejor amiga, Nancy, era como mi hermana. Eramos inseparables los tres. Siempre juntos en todo momento. Cuando empezamos el año supuse que nada había cambiado. Que los tres íbamos a ser igual de inseparables, y disfrutar de nuestro último año juntos. Pero, el primer día de clases, después de que me ignoraran toda la mañana, los vi. Juntos, dándose un beso.” Me rio sin humor, y Mason toma mi mano. “Las cosas cambiaron después de eso. Yo no volví a ser la misma. El resto del año los evite como la peste. Y ellos nunca intentaron contactarme. Emocionalmente, estaba perdida. Los próximos dos años son igual. Al borde del suicidio continuamente. No encontraba motivos para vivir. Pero, tampoco estaba segura sobre morir. Así que, seguí respirando sin realmente vivir. El día que te escuche peleando con Russell desde mi departamento, estaba decidida. Iba ponerle fin al dolor, a la vida, a todo.” Una lágrima escapa su mejilla, y me abraza. “Me salvaste. Me salvaste en ese momento, y me salvaste al subir y quedarte conmigo toda la noche. Me devolviste las esperanzas, las emociones, la alegría. Las ganas de vivir… Cuando creí que te perdí… Todo se volvió negro de nuevo. Pero peor. Mil veces peor. No lo pude soportar.” Doy un suspiro, y me levanto para mirarlo a los ojos. “No se que fotos viste, pero ese día me crucé con mi ex mientras compraba mi ropa para la fiesta. Estaba en crisis y solo quería verte a vos. No siento, ni nunca sentí nada por nadie comparado con lo que te amo. Y Draco… Dudo que alguna vez haya sido algo real, y no queda ningún sentimiento por él en mi, excepto odio.”
Las palabras no fueron necesarias después de eso. Me beso y me abrazo, y pasamos una increíble noche demostrandonos cuanto nos amamos. Y cuando terminamos, mientras seguía envuelta en sus brazos Mason me susurro al oído las palabras que no sabía qué necesita oír.
“Te amo, y prometo que nada ni nadie nos va a separar de a partir de ahora. Lamento que hayas tenido que pasar por todo eso, y que tu ex no se diera cuenta de la clase de mujer que tenía al lado. Pero no puedo decir que no lo agradezco. Gracias a eso nos conocimos. Gracias a que el no supo apreciarte, hoy te tengo yo. Y no pienso dejarte ir.”
Dormimos toda la noche y pasamos toda la mañana acostados en la cama. Desayunamos en la cama, hablamos, nos reímos, nos abrazamos, nos besamos, nos dimos amor de toda manera posible. En la tarde nuestro pequeño momento de paz fue interrumpido por una llamada de teléfono al celular de Mason. Tomo su celular y luego de unos minutos fuera de la habitación hablando por teléfono, vuelve a entrar con una expresión en su rostro que no puedo determinar. Pero sin duda no es nada bueno.
“Mi mamá.” Dice señalando al celular en su mano. “Dice que Marco murió, no sabe los detalles. Y que su abogado busca hablar con ambos en Mindigo, en una hora.”