Capítulo 3: Coma

Mi amo llevaba dos horas en coma, seguía sin despertar, así que para mantenerlo a salvo de todo peligro en esta malvada ciudad, decidí llevarlo a un lugar algo seguro sobre mi lomo en mi forma lobo, necesito que despierte ya, no sé como le haré pero tengo que protegerlo, la marca negra que tenía se expandió por más partes de su cuerpo, al parecer seguirá propagándose.

- Amo, despierta ya... te necesito... - susurraba cerca de él, pero sin importar lo que yo decía, no parecía que fuera a despertar pronto.

Creo que tendré que asegurarme de llevarlo al punto de reunión en ese estado.

Saqué a mi amo del refugio donde estábamos para empezar a movernos, no parecía que fuera a despertar, tenía que ver su estado con la marca que tiene y la energía que gastó durante la pelea.

 - ¿Alguien? Necesito ayuda... mi amo no despierta... - dije en voz alta con el fin de atraer a alguna persona que nos pudiera ayudar.

Quería ver si había alguien que nos ayudara, o si había un amigo que nos apoyara, ahora si hubiera venido bien que aparecieran Chiko y Yui, siento que ambas están enamoradas de mi amo, a veces me peleo con Chiko en el departamento por eso, ambas chicas tienen cosas que podrían ser útiles para mi amo.

Han pasado días desde que mi amo me adoptó en esas rejas donde yo estaba encerrada, me había sentido muy sola todo este tiempo, nunca creí que encontraría un amo que de verdad me cuidara, no que me golpeara y me mantuviera encerrada en jaulas para mascotas... Por algo, quiero mucho a mi amo, me gusta como me acaricia la cabeza... me hace sentir bien... actualmente me cuida mucho, no sabe cocinar, y yo tampoco, pero me gustaría que Yui me enseñara para así poder cocinar para mí amo, darle un platillo lleno de cariño para él, si, sigo siendo una niña, pero de verdad adoro a mí amo, ahora solo quiero protegerlo y llevarlo al punto de reunión, lo cuidaré para que no le suceda nada.

Seguí caminando, al parecer no había ninguna criatura por el momento.

Espera.

Miré a un edificio y vi a un sujeto asomándose por una ventana. 

- ¡Oye tú! - grité por una simple reacción, saber que había alguien cerca me aumentaba los animos, pero para mala suerte, el sujeto salió corriendo demasiado rápido, yo ya no lo podía ver.

- Ayy... se fue, necesito ayuda...

Al parecer me está entrando un enorme hambre, las bayas que conseguimos no fueron suficientes para alimentarme, pero no puedo buscar alimento con mi amo en mi espalda, debo dejarlo en algún lugar seguro donde sepa que estará allí si solo me alejaba unos minutos. Tenía que tener presente que fuera un lugar oscuro donde aquellas criaturas no hicieran rondas de movimiento con tanta frecuencia, además de un lugar con las ventanas selladas, haciendo imposible que ellos pudieran acceder.

Miré hacia ambos lados con el único fin de encontrar algún edificio que cumpliera con mis condiciones para dejar mi amo escondido, hasta que por fortuna logré ubicar un pequeño local debajo de un edificio, al parecer se veía en buen estado como para descansar, estaba rodeado por unas tablas de madera y era algo oscuro, entraba un poco de luz pero al parecer puedo refugiarme con él.

Dejé a mi amo en tal refugio para poder buscar algo de alimento sin arriesgarlo a él.

- Amo, solo espere... necesito comer para poder llevarlo al punto de reunión... prometo volver por usted... lo quiero mucho... - Me dí la vuelta y rápidamente salí del local para poder buscar más cadáveres de aventureros que puedan tener suministros, podía olfatear uno muy cerca de esta ubicación.

Seguí caminando por un buen tiempo, así que ya había recorrido una gran cantidad de camino por esta zona, espero no haberme alejado mucho de mi amo; por mi olfato me es posible recordar en que parte lo deje, además, gracias a mi visión nictálope me era posible ubicar al amo hasta de noche.

- El rastro de olor a cadáver terminó saquí - murmuré a mi misma mientras observaba que no había ningún cuerpo que estuviera al borde del risco que estaba enfrente de mí, al menos que...

Miré a un lado del peñasco, con cuidado de no caerme me posicioné en una ubicación donde me fue posible notar que el cadáver que estuve buscando todo este tiempo, estaba colgando del risco.

No puedo arriesgarme demasiado solo por alimento, pero no podía decir que no lo iba hacer, esta es la única alternativa que tengo para hacerlo si quería comer ahora, caminar unos pasos más solo me cansaría y terminaría en el suelo sin energías; si no tenía nada de cuidado, podría caer en ese gran mar de lava que rodeaba las calles y edificios de la ciudad, me alegraba que las calles tuvieran altura, si no, moverse por la ciudad sería casi imposible, estoy seguro que algunos edificios se elevaron mientras que otros se quedaron atorados debajo de la lava.

Di un salto a una de las calles más cercanas a la parte baja de la que yo me posicionaba hace un momento, me resbalé un poco pero logré aferrarme bien al pavimento, atoré una de mis garras mientras que con las de mi parte baja me impulsé.