The elegance of love ❁ Hyunin

❥. CAPÍTULO XVI

MÁS ALLÁ DE LOS BESOS

Jeongin entro a su casa con sigilo, ya era de madrugada, alcanzó el primer escalón de las escaleras rumbo a su recamara, cuando la luz de velas la sorprendieron.

—¡Mamá! ¡Papá! —exclamó sorprendido —¡Casi me matan de un susto!

—¿Susto? —comenzó hablar la señora Yang —¡Susto en que nos tienes a tu padre y a mí! ¿Qué son estas horas de llegar?

—Les pedí que no se preocuparan por mí, que tendría a amigos que me cuidarían.

—Félix puede ser buen amigo —dijo el señor Yang —¿Y el Hwang Hyunjin?

Jeongin abrió los ojos como platos.

—¿Cómo supiste que también asistió Hyunjin?

—Hwang Yeji.

—Comprendo, bueno… lo que sucede es que… yo no le di importancia a su presencia, él sólo quería supervisar ¡Supervisar los movimientos financieros que hice! ¡Sí, eso fue! Y- y así poder evaluarme si lo realice correctamente.

—Si no mal recuerdo, eso fue lo que te ofrecí, cuando me platicaste del pequeño negocio que acordaste con la Señora Choi.

—B-bueno, es que… ¡Fue una tarea que le encargó su profesor! ¡Sí! Supervisar una transacción y revisar sus aciertos y deficiencias

—¿Mmm? —murmuro el señor Yang sobándose el mentón —Primero te hacen ser su secretario ¿Ahora eres parte de su tarea?

—Sí.

—Jeongin, hijo— habló nuevamente su mamá —¿La petición de mano de Hyunjin, sigue en pie?

—La verdad, no lo sé… no hemos vuelto a hablar de eso.

—¿Y la vas a aceptar?

Jeongin no supo que contestar, esa noche fue especial, no solo por su primer trabajo, sino por la cercanía que tuvo con Hyunjin.

—¿Aceptaras de vuelta a tu vida, a un hombre que te hizo sufrir hasta casi consumirte en vida? —pregunto seriamente su padre.

—Necesito… tiempo, no es fácil contestar esa pregunta.

—¿Lo estás pensando? Hace algunas semanas podías contestar inmediatamente un rotundo no ¿Y ahora necesitas tiempo?

Jeongin percibió el enojo de su padre.

—¿Qué es lo que ha pasado, que te ha hecho cambiar de opinión?

Jeongin dio gracias a Dios de que la obscuridad ocultara el rubor de que fue preso, no le iba a contar a su padre, de los besos que se había dado con Hyunjin, quizás los primeros fueron robados, pero los que siguieron ya no lo fueron.

—Por favor papá, es muy tarde, y mañana… hoy tengo que hacer mi tarea, ¿Te parece si lo discutimos después?

—No pasara del domingo—. Sentenció y emprendió la subida de las escaleras hacia las habitaciones.

Jeongin llegó a su recamará y se dejó caer en su cama, agotado, física y emocionalmente. Aún recordaba, que, en el transcurso del viaje, del hotel hacia su casa, Hyunjin lo había besado otras dos veces más y él le correspondió.

—¿Qué me está pasando? Me he vuelto adicto a sus labios— recordó tocándose los labios —¿Y Félix y Chan? Ese par de tontos ¿Cómo me convencieron para permitir que sólo Hyunjin me trajera de vuelta a casa?  Se colocó una almohada encima de su cabeza —¡Mierda! ¿Qué voy hacer, qué voy hacer? ¿Podré confiar otra vez en Hyunjin? ¿Cómo sabré que es amor lo que siente por mí? ¿O es pura calentura? Cómo la que estoy empezando a sentir, cada vez que se me acerca... ¿Y qué decir de mi dignidad?... El me rechazó, canceló el compromiso ¿Realmente podré olvidar esa ofensa? —Jeongin no pudo conciliar el sueño hasta un par de horas después.

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Hyunjin despertó abrazado a su almohada, le había costado conciliar el sueño, como nunca en la vida. Inquietudes masculinas lo acecharon y no lo dejaron en paz, todas ellas con la cara y el cuerpo de Jeongin.

Es verdad lo que dijo Changbin, mi cuerpo ha elegido a Jeongin, ya no tengo dudas, es Jeongin el que me complementa en todos los sentidos, como amigo, como persona, como pareja. Lo malo es que las malas decisiones que tome en el pasado me están cobrando un alto precio, no solo me cuesta convencer a Jeongin de mi arrepentimiento, ni de que mis sentimientos hacia él son profundos y sinceros. También he perjudicado a su familia… ojalá y no haya tenido demasiados problemas por llegar de madrugada… No creo que los señores Yang olviden la ofensa que les hice al rechazar a su hijo. Si me pusiera en su lugar, no permitiría que el hombre que lastimo a mi hijo, volviera a su vida… como si nada hubiera ocurrido, ¡Por un demonio! ¿Qué es lo que puedo hacer?

Se levanto de la cama y se metió a bañar, esperando que el agua fría pudiera calmar esas ansias que lo atormentaban, pero sólo recordar lo vivido con Jeongin lo volvía imposible, y por más agua fría que utilizaba, no encontraba la tranquilidad.

—Sólo voy a pescar un resfriado— sentenció antes de salir de la tina, se cambió y bajo al comedor, donde se encontraban las anotaciones de Jeongin de esa semana, como pudo, se concentró en ellas, para poder realizar el trabajo que presentaría al día siguiente.

De algo estoy seguro… amo a Jeongin, quiero que sea mi esposo y futuro padre de mis hijos.

El lunes comenzaba una nueva ajetreada semana en la Universidad y en la facultad de economía.

—Buenos días señor Hwang —Dijo tomando su respectivo asiento junto a Hyunjin.

—Buenos días señorita Yang— respondió muy respetuoso, mirándolo a los ojos —La próxima semana, seguramente me quitaran el yeso.

—Significa que…

—Ya no necesitaré de su ayuda para mis apuntes, podrá regresar a sus clases normales, puedo ahora regresarle el favor, le puedo asesorar para tus próximos exámenes.

Por un eterno segundo no pudieron apartar sus miradas, Jeongin no entendió muy bien que paso, pero supo que Hyunjin le preguntaría por la postura actual de sus padres respecto a él, pero sin pronunciar palabra alguna.

—Mis padres no permitirían que volviera a frecuentar mi casa, señor Hwang.



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En el texto hay: romance, straykids, hyunin

Editado: 11.01.2024

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