EL LIBRO DE UN NOBLE

Lucifer al a verse despertado en medio de la noche en la cama blanca arropado en la manta, dentro de la habitación de invitados, sintió un olor que le despertó y agrado. Cuando se quito la manta y puso los pies en el suelo sentado en la cama, escuchaba unos golpes ligeros de fondo y se fue dirigiéndose al olor y sonido del que venía. 

El saliendo de su habitación abriendo la puerta con su mano derecha que se abría para adentro, se dirigió al pasillo de su derecha. Había tres habitaciones: una que olía a Dana, la otra a sus padres y en la del fondo el olor que le agradaba y el molesto ruido repetitivo. El por curiosidad, quería saber mas de donde venia ese olor y se dirigió allí. Al llegar, el tocando la puerta de esa habitación escuchó la voz de un joven de veinte años permitiéndole la entrada. Entrando él, él joven se giró sentado en su silla, cesando el sonido de la mezcla de hierbas medicinales que estaba mezclando y le dice:

-Armin: Buenas noches, soy el hermano mayor de Dana y doctor. Siento a verte despertado -sonriéndole-

Armin no bajo en la hora de la cena por que estaba trabajando, siendo el único doctor del pueblo le daba mucho trabajo, pero, le gustaba lo que hacía. Armin el joven de veinte años tenía el pelo rubio peinado y los ojos grandes verdes igual de bonitos como los de su madre. Vestía una camisa negra remangada hasta los codos, pantalones blancos e iba descalzo.

El ciego negando con la cabeza respondiéndole a Armin, se puso la vista a los libros como si los pudiera ver y el doctor feliz dijo -así que era eso- se levantó de la silla de madera y le agarró uno para saber que hacía. El ciego toqueteando el libro mirándolo con sus ojos ciegos, le agarro a Armin de la zona del hombro de la camisa blanca de repente. El hermano mayor sorprendido, recordó lo que dijo Dana, al venir a su habitación antes de dormir, de que vino un ciego como invitado, que no sabía hablar mucho. El feliz lo recordó y entendiendo al ciego, le cogió una silla apartando los dos libros, la mezcla de hierbas y se sentaron los dos. Al parecer el doctor acostumbrado a tratar sus pacientes entendió lo que quería el ciego: era aprender a hablar y leer.

Se sentaron en el escritorio del doctor, era grande. Observo al ciego mirándole de frente y le cogió al ciego el libro con cuidado y se lo puso encima de su gran escritorio el libro de medicina nivel uno y le dijo -si quieres aprender a leer esto (señalando el libro), te tienes que saber las letras y su pronunciación- El ciego sorprendido y emocionado afirmo con la cabeza. El doctor al verle emocionado, fue al primer cajón de su izquierda que estaba lleno de hojas blancas y saco dos hojas. Le dio una y mientras que en la otra estaba escribiéndole las letras del abecedario del idioma que se utiliza en el reino, cuando termino se la dio y el ciego empezó a tocar las letras que sentía escritas en tinta por su avanzado tacto y el doctor le empezó a pronunciar las letras mientras el señalaba con el dedo índice a la letra, ayudándole a el también a pronunciarlas.

El ciego aprendía rápido y empezó a mover la boca, a escribir letras básicas y a entenderlas todo eso en dos horas. Mientras que el hermano mayor le enseñaba, David sorprendido de lo rápido que entendía las cosas y pronunciaba, le empezó a divertir el chico y le siguió enseñando para saber hasta donde llegaba, hasta que ya supo hablar como una persona normal. El ciego mientras escribía cansado y el doctor dándole un dictado a Lucifer, el ciego con sueño se derrumbó durmiendo encima de la mesa, David viéndolo dormido le dejo agarrándole una manta de su cama, poniéndosela por la espalda felicitándolo susurrándole -enhorabuena campeón-. Agarro el medicamento que tenía preparado y se fue de la habitación a trabajar como doctor revisando su lista de pacientes del pueblo, trabajaba temprano. Dejando al prota descansando.

A la mañana siguiente, el ciego se despertó en el escritorio con la cabeza encima de un libro que era el libro de medicina de nivel uno, cubierto de una mantita. El escritorio tenía una gran estantería llena de libros. Levantándose ligeramente agarró la mantita y ordeno la habitación del hermano mayor que estaba algo desordenada, al parecer se fue a llevar el medicamento a la paciente y eso dejo pensar al ciego al no ver la mezcla de hierbas encima del escritorio con un lapicero, hojas  llenas de frases y letras escritas por el, a la perfección y dictadas por el doctor al ciego.

El al ver todo desordenado empezó ordenando, dejando la habitación impecable y super ordenada. Al girarse recogiendo un pétalo que estaba debajo de la cama, que cayó del florero de la mesilla de noche, vio los libros de medicina que tenía enfrente de la cama de Armin a unos pasos. El al a verlos visto, agarro uno y empezó a leer pasando las paginas, el sorprendido de poder leer y entender cada hoja empezó a leer con los dedos sin quitarlos del libro sintiendo el tacto de la tinta seca que ningún ser humano podría sentir, era tan fácil para el la lectura que memorizaba cada letra, frase, texto y entendía lo que leía. Hasta que escuchó una ligera campanita sonando que ignoro, por que no sabía por que sonaba y no le interesaba el sonido.

Dana preparando el desayuno con su madre, se fue a ver al ciego para despertarlo. Ella subiendo las escaleras, que al llegar arriba estaba la habitación de invitados enfrente, para avisarle de la hora del desayuno y abriendo la puerta de su habitación, no lo encontró.  Presintió que estaba en la habitación de su hermano por que la puerta estaba medio cerrada y así fue, lo encontró leyendo con los dedos muy concentrado, sentado en el suelo, cruzando los pies con el libro encima y ella detrás de la puerta. Dana sorprendida de como se susurraba mientras leía, le dejó estar. Bajo sola, para dejarlo concentrado. Dirigiéndose afuera a ayudar a su padre en su pequeña granja que le esperaba enfrente de la puerta para salir.