Nota 9. 14 de septiembre, martes (5:48 am)
Han pasado varias horas. Ya casi deben ser las 06:00 am y Laura y yo seguimos sentadas en mi cama con nuestras espaldas apoyadas en la pared y el diario en la mano. Lo hemos leído desde el principio por si algo se nos había pasado, queríamos hacer esto antes de seguir leyendo para así no volvernos locas con todas estas historias enredadas en nuestras cabezas. Hasta dónde último hemos llegado es hasta este periódico que no tenemos ni idea de donde Susan lo ha sacado ni por qué hablan de ella como una desaparecida.
Laura y yo compartimos una mirada y ya sabiendo lo que me quiere decir, paso página.
- Día 9.
No había dicho nada hasta ahora, pero llevo desde el primer día intentando escapar. Con un cuchillo que robé en la cocina raspo todas las noches los viejos barrotes de la ventana. Poco a poco los fui gastando, ya casi están en el límite. En dos noches podré largarme. Pero no huiré como una cobarde a esconderse en el bosque, no. Tengo planeado llegar a la ciudad y reportar en la primera estación de policía que encuentre a Macklowing y a todos sus putos seguidores. No soy tonta, sé que no me creerán, por eso esta noche volveré a la oficina y robaré todas las cosas que pueda y que me sirvan cómo prueba de su delito. Probará la furia de Susan Wayne.
Frunzo en seño y miro hacia la ventana.
- ¿Qué pasa? - Me pregunta Laura.
Sin responder a su pregunta me paro sobre la cama y me asomo a la ventana.
- ¿Qué pasa? - Insiste.
- Supongo que la próxima nota de Susan no dirá nada bueno.
- ¿Por qué?
- Mira, los barrotes de la ventana están en perfecto estado, como acabados de poner. - Digo señalándolos.
- No seas pesimista, los habrán cambiado luego de que Susan huyera.
- Ella no huyó, recuerda que era mi ex-compañera de cuarto antes que tu llegaras. Obviamnete nunca logró escapar. - Dicho esto me siento nuevamente en la cama y paso la hoja.
- Día 10
Todo se ha ido a mismísima mierda, he perdido la maldita llave.
Teddy intentaba llamar mi atención pero yo estaba tan concentrada mirando la llave y sumergida en mis pensamientos que la ignoré por completo y esta enojada tiró la llave al suelo la cual de alguna forma terminó callendo dentro de el agujero de Eliot. Estuve toda la noche intentando agarrarla, pero mi brazo no llegaba lo suficientemente lejos. Pero si que alcancé a tocar el cuerpecito de Eliot el cual arrastré hasta afuera para darme cuenta que mi ratoncito había muerto. Me he quedado sin mi amigo y no pude hacer nada por el. Debo seguir adelante con el plan. Si, perdí la llave, pero sé que Macklowing cuenta con otra, otra que he visto esconder bajo una maceta. Al parecer la que encontré era la llave maestra, por eso pude abrir el sótano con ella...
Susan Wayne
Editado: 09.02.2021