Capítulo XIII

Nota 13. 16 de septiembre, jueves.

(8:44 pm)

Han pasado 2 días desde que encontré la llave, pero aún no me he atrevido a entrar a el despacho de Macklowing, ¿Qué encontraré ahí?

Miro a Macklowing quién está en una de las puntas de la gran mesa del comedor tomando un plato de sopa. 
De repente ella me mira y hacemos contacto visual. 
Algo ha cambiado en su rostro...pudiera decir que parece más joven. Ya no la veo como alguien intimidante. Puedo ver miedo en sus ojos, ¿Qué pasa con ella?

Dos manos se colocan en mis hombros provocando que de un pequeño salto. 
- ¿ESTÁS DISFRUTANDO DE TU CENA? - Me pregunta la cocinera con un tono de voz escalofriante. 
- Si, señora. - Respondo en voz baja.
Le miro la espalda mientras se aleja hasta colocarse al lado de Mackloging quien continúa comiendo y haciendo gestos extraños.

- ¿Te vas a comer eso? - Me pregunta Emy quien está sentada a mi derecha.
Ahora que lo pienso, esta es la primera vez que la veo luego de que salió de el cuarto del castigo. 
- No, cómetelo si quieres. - le respondo sonriendo y esta toma mi pedazo de pan. 
Miro a sus piernas donde se encuentra su oso de peluche, nunca se desprende de el. 
- Me sorprende que le hayas regalado ese peluche. - Dice la chica a mi lado. 
- ¿Perdón? - Le pregunto extrañada y ella me mira. 
- Me refiero a que, ese oso tu nunca lo soltabas, le tenías mucho aprecio ya que tu madre te lo había regalado. Debes querer mucho a Emy como para dárselo, bueno... después de todo... ella es tu hermana.
- ¿Qué?
Miro a Emy quién come con desesperación su pedazo de pan. 
<<¿Mi hermana?>>
- ¿No lo recuerdas? 
Vuelvo a mirar a la chica de mi izquierda.

Un recuerdo viene a mi mente:

*Es Emy y está balancéandose en un columpio. Se está riendo. 
- ¡Emy ven a comer! - Grita una persona. Su voz me es familiar.  
Emy se lanza del columpio y corre haya sentarse en una mesa de picnic junto a una mujer, un hombre y otra niña. <<¿Esa soy yo?>> Todos me dan la espalda por lo tanto no puedo ver sus caras.
Me acerco sigilosamente a la familia y le toco el hombro a la mujer.
<< - ¿Mamá?>> 
Cuando esta está a punto de girar la cara el recuerdo se esfuma
- Ey, ¿Estás bien? - Regreso de mi trance al escuchar la pregunta de la chica pero no le respondo. Estoy muy confundida ahora mismo. ¿Cómo no puedo recordar a mi propia hermana?
Todas las chicas comienzan a levantarse y a formar un fila para retirarse a sus habitaciones.
<<Me pregunto si Emy me recuerda...>>
Justo veo a la chica del oso subir las escaleras para ir a su habitación. Esta es mi oportunidad.
- ¡Ey! - La llamo pero al parecer no me ha escuchado. ¡Camille! - Me detengo en seco.
¿Camille? ¿Quién es Camille?

Emy desaparece y yo continúo mi camino hasta entrar en mi habitación. 
Laura esta sobre la cama con el diario delante.
- ¿Has leído algo? - Le pregunto y me siento a su lado. Acordamos que ninguna de las dos leeriamos si la otra no estaba. 
- No, aún no.
- Vale... ya puedes pasar la página.

- Día 11

Es hoy, esta noche. Sólo tengo que esperar hasta las 10:00 pm. Cuando todos estén dormidos, tomaré la llave bajo la maceta, abriré la puerta del despacho de Macklowing, tomaré todo lo que me sea útil y escaparé utilizando la ventana de mi cuarto. Liberaré a todas de esta maldita prisión. 
Si mi plan falla te pido por favor que continúes lo que yo no pude terminar. Puede que termine muerta, o puede que simplemente me droguen y termine olvidándolo todo. Porque eso es lo que hacen, nos drogan, nos hacen olvidar  nuestros nombres, a nuestras familias. Nos utilizan. A veces se pasan con la dosis y las chicas terminan en estado vegetal. Sólo espero que todo salga bien, en fin.
Todo lo que necesitas está escondido en una parte de la habitación, 3 hacia delante y 2 a la derecha. Encuéntralo, te será de utilidad. 
Esconderé este diario dentro mi almohada. Puedes utilizarlo también como prueba para denunciar a las personas. 
Te daré un consejo: No te fíes de nadie, a veces las personas no son lo que parecen ser. Un mounstro puede vivir dentro de cualquier sujeto.
Te deseo buena suerte, si es que yo no la tuve.
         
         Firma: SUSAN WAYNE