Capítulo cinco: Nueva compañía.

Otra noche se agregaba al calendario donde Fran y Hamaki estaban sentados en un sillón frente a frente esperando la cena.

— La olla debería chillar en media hora, ¿Esperarás ese tiempo, Fran? — Dijo Hamaki al estirarse en el sillón sin saber que hacer en ese tiempo.

— S-sí. — Tartamudeó Fran en un tono bajo sin saber que hacer tampoco.

— Y.…bueno, ¿Qué tal te va en la escuela? — Hamaki miró a su protegido por unos momentos, supuso que podría pasar el tiempo rápido si charla con él. — Ya han pasado algunos meses desde que ingresaste, ¿Todos los de tu salón ya son amigos? —

— Al-alg-algo as-así. — Fran asintió con suavidad. — To-todos ha-habla-blamos a-a veces. —

— Me alegro. Los de la clase Beta son demasiado habladores, los veo a diario siendo grandes amigos; por eso me preocupaba que no fuera así en tu salón. — Hamaki acomodó suavemente sus lentes. — Hablando de algo más íntimo, ¿Ya hay alguien que te guste? —

Fran movió su cabeza totalmente confundido por la pregunta, no la entendía.

— Ah... ¿Sabes lo que es qué una persona te guste, Fran? — Preguntó Hamaki queriendo suponer que sí.

Sin embargo, el albino negó con algo de preocupación.

— Ya veo. — El rubio rascó suavemente su cabeza. — Como sabes, somos seres pensantes y sentimentales, esto implica que, así como sabemos cosas, también las sintamos. ¿Qué quiere decir? Que habrá alguna persona independiente de su género que te llegue a atraer sentimentalmente. ¿Cómo puedes saber si te gusta una persona? Bueno, hay formas muy fáciles, déjame explicarte cuales son. — Hamaki extendió la palma de su mano mostrando sus cinco dedos.

Fran hasta ahora no entendía nada, se quedaba callado para intentar comprender algo de lo que decía su cuidador.

— En primera, debes de saber que estar hablando siempre con esa persona no significa que te guste, las personas hablan entre ellas, es normal tener compañía, pero eso no significa que te guste esa persona. Ahora sí, tú puedes saber que una persona te gusta si piensas en ella de vez en cuando, te preocupas por tu higiene, quieres oler bien para esa persona, te preocupas por lo que piense, te sientes bien a su lado y, por último, piensas en esa persona cuando te masturbas. — Explicó Hamaki punto por punto bajando cada uno de sus dedos con un rostro serio.

Fran se quedó pensando en las palabras de Hamaki por unos segundos hasta que un rubor gobernó su rostro pálido por lo oído.

— ¿Fue mucho mencionar la masturbación? Eres joven, es normal tener ese tipo de deseos. — Dijo Hamaki al ver sonrojado a su protegido.

Fran comenzó a negar rápidamente con las manos y la cabeza, desviando la mirada con el cuerpo temblando suavemente del nerviosismo. — N-no e-es es-eso. —

— Vaya, entonces te gusta alguien ¿Quién es? — Preguntó Hamaki con demasiada curiosidad. — Anda, no diré nada. Palabra de psiquiatra. —

Fran volvió a negar con todo su cuerpo, bajando la cabeza rápidamente. — E-es qu-que...es-eso lo si-sien-siento co-con tod-toda la cla-clase. —

Hamaki se quedó callado por unos momentos al oír al menor soltando un suave suspiro. — Creo que no entendiste exactamente a que me refería, Fran. Pero sé que lo entenderás en algún momento, es más fácil de identificar de lo que parece, pero, aun así, ¿Te lo vuelvo a explicar? —

Fran asintió suavemente con la cabeza baja cuando, de repente, comenzó a sonar la olla.

— ¿Uh? La cena está lista. Vamos a servirla, te lo explicaré después. — Hamaki se levantó, a lo que Fran lo siguió.

Esa misma y solitaria noche en una casa al otro extremo del pueblo, en una pequeña pero acogedora habitación:

"A pesar de todas las dificultades que se ven en las regiones que no son la capital en el planeta Terra, concluyo este ensayo comentando que a pesar de todo lo antes mencionado, considero que este planeta es un lugar digno donde vivir, con una gran tecnología, unos líderes justos y sobre todo, millones de posibilidades para los jóvenes como yo. "

— Y así acaba al fin el ensayo de la profesora Akira. — Fryze soltó un suspiro apoyándose en la silla que tenía para descansar un poco. — Este ensayo acerca de Terra y su jerarquía es un tema raro. —

Música se escuchaba por todos lados en esa habitación, tenía demasiadas cosas guardadas en un mismo lugar que hacían ver muy apretada la habitación, así como la propietaria, quien estaba gobernada por sus pensamientos con su semblante cansado de costumbre.

— ¿Debería? Hmm. — Mencionó, levantándose de su silla para dar cinco pasos de distancia y tirarse a su cama.

Fryze veía el techo aún con esa duda, realmente estaba en un dilema.

— Tal vez sí, digo, no es tan malo. No puede ser una molestia, ¿verdad? La última vez jugamos normalmente como si el problema no hubiera pasado. — Fryze se levantó de la cama para acercarse a su ordenador, pero ella misma se dio una repentina vuelta cuando estaba enfrente de la PC.

— Creo que mejor no. Nunca hablamos de eso y me bloqueó. ¿Me seguirá considerando su mejor amiga? — Fryze se sentó en su silla enfrente de su ordenador sin saber que hacer.

La chica empezó a dar suaves vueltas con su silla haciendo sonidos de molestia por el dilema que tenía.

— No voy a poder dormir si no salgo con una respuesta, ah. Ya voy varias noches así. — Fryze soltó un suspiro mirando su ordenador por unos momentos. — ¿Sabes qué? A la mierda. —

La chica de cabello verde oscuro se acercó rápidamente hacia su ordenador, ingresando a un chat de su aplicación sin una idea sobre como empezar. Fryze se reflejaba nerviosa enfrente de la pantalla con la mente en blanco.

— ¿Qué tal sí? No, eso sería muy exigente. ¿O mejor lo otro? No, eso suena a necesidad. ¡Ah! ¡Lo que sea! — Fryze comenzó a escribir rápidamente en su computador con sus manos temblando.

BitterEye#5783: Oye, @DarkHole#3902. ¿Jugamos un rato en Hycraftale?