Le dije a mamá que iría a la biblio de la universidad, no se me ocurrió otra cosa.
Estaba muy nervioso, pero a la vez ansioso por saber lo que había pasado.
Estaba justo una esquina antes de llegar cuando ví a Parker sentado bebiendo un café. Cruzé la calle.
– Hola. —Dijo Parker con un tono algo tímido.—
– Hola. —Contesté angustiado—
– Y... Que era lo que me tienes que contar.
– Ok, —continuó Parker— quería que vinieras para contarte toda la verdad sobre lo que pasó. Y la verdad es que si... fui yo quien secuestró a tu madre.
– Pero por qué lo hiciste, por qué tú me harías algo así —Dije enojado y con un tono de voz alta.—
– Escucha —habló Parker— lo que me pasaba en esos momentos no era bueno. Me había metido en un problema.
– Y que tenía que ver mi madre con ese problema —dije, aún enojado.—
– Una noche, después de la uni, estaba dando una caminata. Entonces en un momento comencé a sentirme perseguido por una camioneta, iba hacia donde yo iba. Por un momento pensé que solo era casualidad, pero después me di cuenta que si me seguían. Intenté escapar, trate de caminar más rápido pero fue inútil. La camioneta se paró justo a un lado de mí, y de ella bajaron dos hombres.
Me dijeron que tenía que subir. Cuando subí había un hombre que iba conduciendo la camioneta. Él fue el que me dió la orden de secuestrar a tu madre, no sé porqué, pero se veía enfadado con ella. Me amenazaron, me dijeron que si no lo hacía matarían a mis padres.
– Pero, quien era ese hombre? Que tiene que ver con mi mamá —dije preocupado.—
– No lo sé Alex, pero cualquier cosa que sea, ese hombre es peligroso, mientras tú mamá esté acá, corre peligro de que ese hombre la encuentre y le haga algo malo.
– Y, porqué te fuiste, de un día para otro deje de verte. Todo fue muy extraño.
– Lo sé, pero tenía que irme antes de que ese hombre me encontrara o le hiciera algo a mis padres.
– Pero, porqué te haría algo a tí? Tu cumpliste con tu parte.
– Si, pero hay algo que aún no te he contado. Cuando tenía a tu madre secuestrada me di cuenta de que estaba mal. Fue ahí donde decidí liberar a tu madre, y entonces cuando volvió el hombre de la camioneta, ella ya no estaba, tampoco yo. Por eso tuve que escapar, sin dejar rastro. Me fui con mis padres lo más lejos que pude.
– Pero, si te fuiste con tus padres, entonces quien fue a la universidad para decir que no irías más?
– Eran unos amigos de mis padres. El tema es que ahora no puedo regresar a la ciudad, porqué es peligroso. Escucha, tu puedes ayudarme... tienes que probarle a la policía que estos hombres son peligrosos.
– Pero... cómo lo hago. Estaba saliendo muy a diario y mamá ya estaba preocupada de que lo hiciera, ahora sí hago esto va a estar más preocupada aún, y va a descubrir que he estado saliendo para saber más sobre su secuestro.
– Pues mientele, dile cualquier cosa, pero Alex, tienes que ayudarme con esto, sabes que es lo mejor. Si ese hombre sigue en las calles, tu mamá corre peligro.
– Es verdad... pero no sé nada sobre él, siquiera sé dónde encontrarlo.
– Lo sé, pero tienes que investigar. Escucha... cuando estaba en la camioneta, los hombres estaban hablando sobre un casino en la cuidad, parecía que ahí pasaban el tiempo. Tal vez puedas encontrarlo en alguno de los casinos de la ciudad.
– Y que harás ahora? Pregunté.
– Tengo que irme de nuevo, pero estaremos en contacto.
Me fui de ahí con más dudas que respuestas.
Pensaba, y por más que lo hacía, no encontraba el porqué ese hombre tenía algo en contra de mi madre.
Pero Parker tenía razón, tenía que hacer algo. Mamá estaba en peligro.
Fui a casa lo más rápido que pude.
Cuando llegué, pensé en contarle a mamá todo, pero decidí que no era lo mejor. Ella estaría muy preocupada y no sería bueno.
En mi recámara, pensaba en todo lo que me había dicho Parker.
Entonces comencé a anotar en mi celular cada punto de la cuidad en el que hubiera un casino.
Sabia que era peligroso, pero estaba convencido.
El plan era que aquel hombre mordiese el anzuelo, quería demostrarle a la policía lo que trataba de hacer con mi madre.
Pensé que seguro mamá no sería su única víctima.
Mi gran duda de todo este tema era porqué haría eso, quién lo habría mandado a por mi mamá.
Bajé para platicar con mamá.
– Alex, que te pasa? Los últimos días te he visto extraño, no has sido el mismo.
– Nada — contesté— solo he estado ocupado con trabajos de la universidad, y eso me ha tenido algo estresado, es todo.
– Y eso es todo? Seguro?
– Bueno... la verdad es que he estado pensando en tu secuestro.
– Pero Alex, te dije que no estuvieras más preocupado por eso —Contestó enfadada—
– Lo sé mamá, pero es que tienes que aceptar que fue algo muy extraño para mí, que de un día para otro tu estuvieras en casa y tranquila después de lo que te había pasado.
Me ví con Parker y ya me contó todo lo que pasó.
– Pero no debiste...
– Mamá, Parker me contó sobre ese hombre que te tenía secuestrada, tu sabes quién es ese hombre? —Pregunté asustado.—
– Sabia que en algún momento tendría que decirte esto.
– Qué? Qué cosa? —Pregunté desesperado—
– Alex, cuando tú eras pequeño tu padre me dejó. Esa noche discutimos muy fuerte y el se fue enojado.
Después de unos días volvió y dijo que quería llevarte con él. Yo no iba a permitir que hiciera eso, entonces creí que lo mejor sería mudarnos de cuidad, y fue cuando llegamos acá. Pensé que algún día tu padre nos encontraría, y eso fue lo que pasó, nos encontró y mando a ese hombre a hacernos daño.
– Pero -—dije enojado— por que jamás me lo dijiste?
– Pensé que aún no era tiempo de hacerlo. Alex, lo que debe preocuparnos ahora es que ese hombre sabe en dónde estamos y vendrá algún día.
– Mamá, corres peligro acá, tienes que irte.