The Heirloom

Capítulo 8

Destrucción

 

Mis alertas se encienden, y me está costando demasiado procesar lo que está pasando en frente mío no sé qué hacer, estoy inmovilizado, paralizado y colapsando mentalmente.

—hagamos esto sencillo mocosos, y actúen de madera muy madura a pesar de su edad—comienza hablar el enmascarado que tenemos enfrente.

Esa voz, esa voz me parece muy conocida no sé dónde la he escuchado, tiene que ser algún recuerdo que poseo guardado totalmente en el fondo de toda esa bruma oscura llamada consciencia.

—que quieren de nosotros, no tenemos nada que ofrecerles a ustedes— termina Tabitha.

—mira mocosa, los queríamos a ellos 2, pero el principal es el—el enmascarado me señala.

Mis nervios se disparan, ¿Qué pueden querer de mí? ¿Por qué mi hermano y yo?

—Así que por favor ustedes 2 vengan con nosotros y prometemos no hacerles nada— termina el enmascarado que se encuentra detrás nuestro.

Ya no puedo soportarlo, no quiero que alguien más muera, no quiero…. NO

Tomo mi cabeza con mis manos, tapando mis oídos, no quiero escuchar más, no puedo dejar que nada más pase.

Recuerdos inundan mi cabeza.

tu eres elegido por mí para cargar con mi poder—

escóndelo siempre—

Mama, mama, mama.

—¡NO! ¡NO! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! — grito.

Mi mente se bloquea.

— ¡Aaaah! —escucho por detrás mío, escucho como algo cae al piso.

—¡Aaaaah! —escucho por delante de mí, pero no se escuchó el mismo sonido como si algo cayera.

Abro mis ojos, que no se sentí haber cerrado, pero no me dio tiempo de ver lo ocurrido cuando instintivamente sigo a Tabitha que ha empezado a correr en dirección al otro de la calle.

Pero en cuanto comenzamos a correr lo escuchamos

—¡SIGANLOS!, maten a la chica y al hermano— Otra vez esa voz, otra vez esa voz que se he escuchado, pero no sé cuándo.

Seguimos corriendo sin detenernos y sin la valentía de voltear a ver atrás porque podemos escuchar claramente que es lo que hay.

Doblamos y doblamos, corriendo entre calles oscuras y tiempo atmosférico volviéndose más frio, más lento. Esto solo me hace empezar a recordar a mi madre, en como cada vez se iba sintiendo más fría y sin un solo indicio de vida en su ser.

Todo esto empieza a acumularse en mi mente.

Todo esto empieza a llenar la copa que está a punto de desbordarse.

Se escucha detrás nuestro el sonido de las pisadas apresuradas de las personas que nos siguen, los ladridos de los perros que quieren destrozarnos.

Puedo escuchar detalladamente como de cansados estamos los 3 de tanto correr

Mi mente desbordándose de pensamientos, buscando en lo profundo de mis recuerdos que hicimos para estar en esta situación.

Estoy a punto de colapsar, no puedo unir mis pensamientos con mis recuerdos.

A lo largo logramos observar un callejón entre 2 grandes establecimientos.

—Dobla, Dobla en esta esquina. —hablo Lucas señalando con desesperación con su mano hacia donde tenemos que ir.

Callejón sin salida. Estamos atrapados.

El miedo, El dolor, La frustración. Todo subiendo a mi cerebro sin lograr dejar de pensar, mi pecho arde de la impotencia. No sé qué hacer.

—¿que pueden querer de nosotros?, esto nunca había pasado en este pueblo, es un lugar tranquilo—termina Tabitha.

—LO UNICO QUE QUEREMOS ES ALGO QUE EL POSEE, MALDITOS MOCOSOS DE MIERDA. — Logramos escuchar e igualmente al momento observamos que 3 hombres enmascarados doblan la esquina con 3 perros cada uno.

Se les puede sentir la sed de sangre que esos animales poseen.

—ASI QUE VAS A ENTREGARME ESE COLLAR MOCOSO O TENDREMOS QUE ARREBATARTELO DE SUS CUERPOS INERTE Y MASTICADOS POR MIS BELLAS MASCOTAS— Termina el enmascarado.

—Déjanos en paz—les dice Tabitha tapando su cara con sus manos temblorosas por el miedo.

Realmente no sé porque quieren mi collar, esto solamente es el último deseo de mi madre.

Comienzan a acercarse poco a poco con los perros casi por morder nuestras pantorrillas
No puedo más.

Explote.

Instintivamente tome una botella de vidrio que se encontraba a mi par y la lance. y fue directamente al cráneo de uno de los hombres que están frente nuestro.

se abalanzan a nosotros, veo a mi hermano y mi amiga ser golpeados.

La ira y La impotencia hacen sentir quemar mis manos y fue cuando paso...

—¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! —Vuelvo a sentir esa sensación de poder en todo mi ser.

Siento como mi cuerpo empieza a elevarse y el sentimiento de poder no se va pero que comienza a acumularse dentro de mi tan rápidamente y que de pronto estalla.




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