The Journey of a Magicians Family

Capítulo 1: Sentimientos Nuevos

En Londres vive la familia Potter. Conformada por sus hijos: James Sirius Potter, Albus Severus Potter y su última hija, Lily Potter. Lily tiene 10 años y falta 1 mes para que cumpla los 11 y por fin le llegue la carta de Hogwarts. Ella odia el colegio muggle, puesto que la molestan mucho sus compañeros por ser una niña rara. Y por eso anhela tanto que le llegue su carta para irse al colegio de magia.

Con ellos también viven los hijos de Sirius Black y Marlene Mckinnon. Desgraciadamente habían muerto hace varios años atrás por unos mortífagos que habían invadido su casa. Sus hijos: Charlus, Orion y Lyra habían sobrevivido. Y Harry Potter los adoptó para no dejarlos en un orfanato.

Lyra Black es de la misma edad que Lily; solo que cumplen en meses diferentes. Orion es 4 años mayor que Lyra, y Charlus 5. 

Unos años antes de que los Black se unieran a la familia de los Potter, Clara y Teddy Lupin habían sido adoptados también por Harry Potter. Remus y Nymphadora Lupin habían muerto en la batalla de Hogwarts, y cuando los mellizos tenían tan solo 3 años, murió su abuela. Entonces Harry se hizo cargo de ellos por ser su padrino.

Teddy y Clara son mayores que Lily por 6 años de Diferencia. Pero, aun así, Teddy Lupin es el mejor amigo de Lily Potter. Y cuando todos ellos están juntos, pues... mejor averígualo por ti mismo.

- ¡Niños ya levántense! ¡Bajen a desayunar! - gritaba Ginny Weasley desde el primer peldaño de la escalera. Si que tenía buenos pulmones.

Segundos después se escuchó como sus zapatos bajos de tacón resonaban en los escalones dirigiéndose al segundo piso. 

- ¡James levántate! - se la oyó exclamar al ir a la habitación de su primogénito. Pero el azabache tenía el sueño pesado... demasiado. 

- ¡Charlus, Orion! Arriba. 

- Albus, cariño, deja eso y baja a desayunar, ¿si?  - el segundo hijo del matrimonio Potter ya se encontraba despierto hacia varios minutos antes. Al parecer estaba escribiendo algo en un cuadernito pequeño que cargaba siempre consigo. 

- Clara ya levántate. 

- Lyra sal de la cama.

Su voz no se escuchó por varios segundos, hasta que fue hacia otra habitación que estaba muy cerca de la de su hija. 

- Oh Teddy. Veo que ya despertaste. ¿Hace cuánto te levantaste? - inquirió con una voz dulce. 

- Como hace una hora Tía Ginn. Es que no podía dormir. 

- Ok. Baja al comedor, que ya están servidos sus desayunos. Voy a despertar a Lily. 

- ¡Oh no Tía! Yo lo haré, tranquila. Anda tu a desayunar. Te la bajaré en unos minutos. 

- Gracias Teddy. - la pelirroja mayor le dio una dulce sonrisa. - Estaré abajo por si necesitas algo. 

- Ok. - se escucharon los zapatos de la Sra. Potter por el pasillo y finalmente perdiéndose en las escaleras.

La habitación de Lily solo estaba a un dormitorio más del de Teddy.

Así que, la pelirroja ya había oído la conversación entre su mejor amigo y su madre. Ya había abierto los ojos hace bastantes minutos, pero le daba mucha pereza levantarse y cambiarse.

Escuchó como la puerta del cuarto del castaño se cerraba y unos pasos acercándose a su habitación. Por instinto, y con una sonrisa plasmada en su rostro, se tapó con su colcha de los pies hasta la cabeza.

Oyó el rechinar de los grilletes al abrirse la puerta.

- Princesa - la llamó Teddy asomando su rostro dentro del cuarto. - Ya levántate o... yo lo haré a mi modo.

Lily pudo notar la malicia en su voz.

- Tengo pereza y no bajaré. - habló firme la pequeña pelirroja con una voz infantil y un poco chillona - Y nada ni nadie me lo impedirá - trató de sonar seria en la última parte, pero no resistió y soltó una risita siendo amortiguada por la colcha que la cubría. 

- Peli peli no me dejas otra opción. - mencionó el castaño tratando también de sonar serio. 

- Teddy Lupin no te atrevas a... - en ese momento fue despojada de su gruesa colcha entrando una corriente de frío e impactando contra su pequeño cuerpo. Dos segundos después, Teddy Lupin se encontraba haciéndole cosquillas a Lily. 

- ¡Ya...jajaja...pa-para...jajaja...ya! - hablaba entrecortadamente por la risa; segundos después él paró, pero ahora con una sonrisa en su rostro. 

- ¿Ahora si bajarás a desayunar Tomatito? - preguntó el castaño.

- Me has puesto un millón de apodos ridículos, y ahora me sales con decirme "Tomatito" - mencionó Lily soltando una risa. Él también la acompañó en su gozo mientras sacaba su celular y ponía la cámara para que la pelirroja se vea a ella misma como a un espejo. 

- Es tu culpa bobo - Lily apartó de un empujón a Teddy haciéndolo caer sentado en la cama, pero él exageró y se tumbó dramáticamente. La pequeña rió y entró al baño para lavarse los dientes.

Al salir, encontró a su mejor amigo acostado sobre el colchón, boca arriba. Miraba al techo con rostro pensativo; tenía la mano derecha sobre su pecho y la otra descansaba a un lado de él. La pequeña caminó hasta el borde de su cama y subió, gateando hasta estar al lado de Teddy y recostándose en la cama.

Se quedaron varios minutos en silencio pensando en sus cosas. Hasta que Lily se cansó de la tranquilidad y decidió agarrar su celular, que estaba encima de su mesita de noche, para poner una canción que le encantaba.

- ¿Has escuchado esta canción? - cuestionó la menor de los Potter poniendo su cell entre los dos.

Comenzó a sonar y Teddy inmediatamente formó una sonrisa en su cara. Eso significaba que ya la había escuchado y que le encanta.

Lo que hagas tu hoy, lo haré también dime como es y aprenderé.

Es razonable más no para mi

Se que hay tanto por aprender, parece claro más no es verdad y puedo ver mi propia imagen descubriré cuán grande es mi futuro.

Coro

Quiero saber que me enseñes, Quiero saber lo extraño que soy - de pronto, se encontraron cantando el coro inconscientemente.




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