Había anochecido, también había terminado de instalar mis cosas. Decidí salir a asesinar un rato. Al estar en la calle me coloqué la capucha y escondí bien mi cuchillo en la riñonera de mi sudadera, comencé a pasear disimuladamente.
Las calles estaban vacías y hacía mucho frío, a la otra punta vi a una chica, era rubia con los ojos marrones, parecía temblando del frío. Ya que llevaba solo una camiseta de manga corta, caminé hacia ella posicionándome a su lado. Ella giró su rostro hacia mí, hubo un gran silencio en los que ella no paraba de examinarme.
-Una chica como tú no debería andar sola a estas horas- dije mientras rompía el silencio-.
Al parecer se sobresaltó al escucharme.
-¿Quien eres?¿Por qué llevas el rostro cubierto?- me preguntó-.
Me quité la capucha girándome hacia ella. Al verme pude ver que en su mirada expresaba temor.
-Eso no te incumbe- le contesté-.
-Se-se-será mejor que me vaya- dijo tartamudeando mientras trataba de marcharse -.
-Oh no, no te vas a ir de aquí- le contesté mientras en mi rostro se dibujaba una sonrisa diabólica-.
Ella echó a correr y cogí cuchillo yendo tras ella, corrió y corrió como si nunca lo hubiera hecho y yo la perseguí, entramos en un callejón. Al cogerla la acorralé en la pared.
-¡¿De qué huías niñata?!- le pregunté enfurecida-.
Ella tenía los ojos cerrados.
-Por favor...no me hagas daño..- me contestó temblando-.
Suspiré calmándome
-Mírame, no te voy a hacer daño, solo te dije que no te quedaras tú sola en la calle porque hay delincuentes- le contesté-.
-¿Como tú?- me plantó cara ya mirándome-.
Me volví a enfurecer
-Escúchame bien, no tengo mucha paciencia así que ten cuidado con lo que dices- le advertí-.
Hubo un silencio incómodo
-¿Quieres que te lleve a tu casa?- le pregunté-.
Me miró a los ojos y asintió. Comenzamos a caminar saliendo del callejón, atravesamos un par de casas hasta llegar a la suya. Volteó a verme.
-Gracias por acompañarme y lo siento por lo de antes. Mi nombre es Ana, ¿Y el tuyo?- me comunicó-.
Me dirigí a la salida de su puerta.
-Nina...- dije entre susurro mientras desaparecía de aquella casa-.
(......)
Al final volví a casa, estaba muy exhausta. Al entrar me dirigí al baño, quería prepararme un baño relajante así que abrí el grifo del baño y salí de ahí yendo al closet para escoger mi pijama. Una vez escogido volví a dirigirme al baño, pero en el espejo empañado había algo escrito.
"Estoy aquí"
Esto no podía estar pasando, ¿Quien podría escribirme este mensaje?
-¿Quien demonios eres?- pregunté algo confusa mientras me giraba alrededor del baño-.
De repente la puerta sonó....
CONTINUARÁ