C3: Conoce tu don

Estamos en la 4ta semana de clases, y después de 3 enteras, no he logrado usar por primera vez mi don. Lamentablemente, no he podido hacer nada con mi magia. Boonie dió sus primeros hallazgos la semana pasada, y Bakugo hace 5 días. Yo, en cambio, no lo he conseguido. Tampoco me permiten leer libros acerca del poder de el Rey Demonio, porque aún no soy de 3er año. Estoy frustrado por eso.

Al menos ha llegado la hora del almuerzo. Me encuentro en el comedor principal, donde nos dieron la bienvenida. Beatríz nos ha estado dando magia en general, acerca de las 4 clases que existen, y también sobre valores para educarnos. A pesar de que se la pase con los ojos cerrados, no suele tropezarse con nada. Se me ha hecho algo curioso.

—Hola, inofensivo compañero. —Me saluda Boonie sentándose al frente mío sonriendo. No hay nadie cerca de nosotros, todos andan apartados por saber quien soy.

—¿Inofensivo? creo que no estas muy enterada de quien supuestamente fue mi padre. —Digo con ironía, y pruebo un bocado de mi spaghetti.

—Uhm, conozco la historia vagamente por los rumores que han corrido por los pasillos. —Confiesa apoyando su barbilla en las manos mirándome fijamente. —Pero eso no define quién eres, sino quién fue tu padre.

—Igual parezco un gran peligro, el que estén los demás estudiantes apartados de nosotros lo confirma. —Muestro expresión de molestia y desánimo al decirlo.

—Eso solo hace que sean unos miedosos. —Opina y arruga la nariz mientras sonríe.

—Ojalá todos pensaran así, pero aún no puedo demostrar que no soy un peligro. —Le digo deseando que ya pudiera cambiar la manera en que me ven.

—Jaja, tú solo pareces un niño indefenso, confundido y con ganas de ser bien aceptado por los demás. —Comenta mientras toma y aprieta mis cachetes. —Pues, ya vas un paso adelante. Mucho gusto, soy Jewall Boonie. —Suelta mis cachetes y estira la mano para que la estreche.

—Un placer, soy Drake. —Me presento estrechando la mano.

—Y ¿tu apellido? —Pregunta con cara de extrañada.

—Ya deberías de conocerlo si escuchaste tales rumores en los pasillos. —Le digo e intento soltar su mano, pero ella la aprieta.

—¡¡DIME TU APELLIDO!! —Alza la voz gritándome. —¡¡QUE NO TE DE VERGÜENZA DECIR TU PROPIO APELLIDO!!

—SOY DRAKE SANDERICT. —También alzo la voz para dejar de llamar la atención conversando con ella.

Nos encontramos en un campo sumamente grande que se encuentra detrás de la escuela. El profesor Karthus dirigirá una clase especial donde, al parecer, tendremos que enfrentarnos contra un rival del primer año haciendo uso de nuestros dones. Algo que me preocupa, porque yo aún no sé usarlos.

—Repito, la clase consiste en que elegiremos dos estudiantes del primer año, ambos tendrán que luchar haciendo uso de lo que sepan de sus dones. —Explica el profesor Karthus. Los demás profesores se encuentran regados en varias partes entre nosotros. —Ganará aquél que realice el primer ataque dañino al rival.

Después de ver varios combates, he notado que todos los que participaron ya han logrado usar su don. Realmente se me es preocupante que no pueda usar el mío. Solo veo dos opciones: la primera que me den una buena golpiza sin poder defenderme, y la segunda que consiga usar mi don en el calor de un combate. He sabido historias de magos donde hacen uso por primera vez de su don cuando pelean, sienten peligro o se esfuerzan demasiado en conseguirlo cuando más lo necesitan.

—Bakugo contra... Zed. —Nombra el profesor Karthus.

Bakugo tiene el poder del magnetismo. Es capaz de atraer y separar el metal, hierro y otros elementos. Zed el poder de crear y manipular el hielo, magia de tipo logia.

—Comiencen en 3...2...1.

Bakugo se lanza de frente y directamente a Zed atrayendo un cuchillo que cae justo en su mano. Intenta apuñalarlo, pero Zed crea un puño de hielo que choca con el cuchillo y hace que salga de la mano volando. Sin esperar nada, Bakugo atrae un sartén que se pega a su pierna, y se gira lanzando una patada. Zed ve con precisión su movimiento, y acerca su otra mano al abdomen del oponente. Ambos chocan ataques. Mientras que uno le da una patada-sartenazo en la cara, el otro conecta en el abdomen de él haciendo que se queme por la baja temperatura que sintió en ese segundo. Los dos cayeron al suelo.

—Viendo la gravedad del daño que han causado. —Comienza a decir Karthus. —Zed gana por más daño. —Se gira y mira a una señora que aparenta tener 60 años, bajita. —Doctora Lizz, por favor atienda a los dos muchachos.

Lizz es la doctora de la escuela, atiende a todos aquellos que necesitan ser sanados. Su don es el de la curación, de la clase mítica, muy especial. Ha estado sanando las heridas que han provocado los estudiantes, y por lo que he visto, en menos de 1 minuto quedan como si no les hubiese pasado nada.

—Siguiente combate. —Karthus mira la lista. Que nervios. —Ash contra Boonie.

—Jaja, venga ya, no me importa que ella sea usuaria de magia mítica. Aquí lo que importa es la habilidad. —Confiesa y opina Ash con egocentrismo, muy sobrado, caminando hasta el espacio para combatir.

Boonie camina tímidamente, que extraño se me hace eso. Ash tiene el don "Gomu" que le permite tener cuerpo de goma, de la clase paramesia.