The Magic World

C187: Bakugo

—¿Seguirás enfrentándome de esa forma tan débil e inútil? —le pregunta Dilvana, anulando otro golpe y liberando una onda enseguida que lo empuja y arrastra por la arena—. Deberías verte. Lo único que logras es acabar con tu dignidad.

—¡Ahgr! No podré así. Tendré que usar mi don. —se habla Bakugo a si mismo.

—¿Cuánto más planeas jugar?

—No estoy jugando, voy en serio.

—Mejor deja las burlas para otra ocasión. En verdad, no me gusta ver que alguien tenga la dignidad por el suelo, a menos que se lo merezca. —confiesa ella de brazos cruzados. Mihael presta suma atención a sus palabras.

—¿Crees que todo ser humano tiene valor?

—Solo si es capaz de demostrarlo, y tú te estás reteniendo.

"—Tráeme agua.

—No me gusta ese vaso. Te he repetido mil veces que, para tomar agua, deben usarse los de vidrio.

—Ve a lavar el baño. Si no lo encuentro limpio a las cuatro en punto, te joderé.

—No vas a jugar. Tu madre se siente cansada como para vigilarte.

—¿Cuántas veces debo explicarte cómo se hace un puto pollo? ¡Aprende ya a cocinar o te largas de esta casa!

—¿Eres tonto? Ya te repetí mil veces que no sé dónde dejé tu bolso. Tienes que hallarlo pronto para ir mañana a la escuela, y solo pierdes tiempo preguntando.

Familia de clase media, teniendo ciertas comodidades y siendo capaces de cubrir todas las necesidades y obligaciones. Pero, para Bakugo, no era más que absoluto compromiso. Cada día, cada noche, sin importar dónde estuviera, forzaban a que él hiciera tal cual lo que le pedían. En el momento exacto, lugar, duración, la manera, todo debía ser como le decían sus padres. Por supuesto, muy normal e importante que los niños pidan permiso a sus padres, que ellos los supervisen y tengan buena comunicación. Solo que, en el caso de Bakugo al igual que sus tres hermanos, todo era controlado por los papás. Ir a clases de francés, practicar béisbol porque al padre le encantaba, aprender a tocar el cuatro, ya que la madre sueña con tener un hijo músico. Sin embargo, por más que creían contruir a una persona al paso de varios años, resulta que negaron su propia personalidad y él se veía muy afectado.

Es habitual relacionar la felicidad con la perfección del hombre. «Mientras más trabajador sea, mayores frutos tendrá». «Aquellos que no duermen por cumplir su labor y deberes son los que más se esfuerzan». Normalmente se confunde la terquedad con la perseverancia, dejando de lado los dolores y límites físicos, además de los problemas mentales. ¿Qué tiene de malo jugar? ¿Cuáles serían las consecuencias catastróficas de ver televisión por raticos? ¿Cuánto afecta al mundo entero que a alguien no le guste el francés? Un montón de preguntas, las cuales no suelen darse respuesta y, por eso, los humanos temen de tantísimos futuros alternos que prefieren buscar prevenciones o soluciones tempranas. En Francia se vive bien, así que los padres de Bakugo decidieron obligarles a dominar el idioma para que vivan allá. Sin embargo, ninguno de los hijos estaba interesado. De hecho, los niños suelen cometer errores, mantenerse en una constante exploración, alimentando la curiosidad y conocer más su entorno. Pero tienen sus propios intereses, y el caso de Bakugo, al igual que el de sus hermanos, era distinto a lo que les imponían.

—¡Yo voy a ser cantante! —declaró uno de los pequeños.

—Ja, ja, ja. ¿Quién te metió esa idea en la cabeza? ¿Gregorio? —preguntó mamá mientras lo peinaba—. Para ser cantante, debes convertirte en uno de los más grandes y exitosos para vivir bien. Dudo que tengas ese don, hijo.

—¿Qué hay de mí? —interrogó el tercero más joven—. ¡Yo quiero ser bailarín!

—Los bailarines, exceptuando algunos casos, no son serios con su dedicación, y algunos son gays. —aclaró el padre, diciendo lo último en voz baja y cerca del oído—. ¿Qué hay de ti, Bakugo? Dime que serás arquitecto por favor.

—¿Por qué haces una pregunta cuando quieres una sola respuesta?

—Él será duro. —le advirtió la esposa al marido.

No se equivocó ni en lo más mínimo. Durante la adolescencia, Bakugo tuvo un comportamiento rebelde, negando rotundamente no solo cualquier plan para un futuro lejano, sino para cualquier actividad en familia o deber. Algunas clases eran interesantes, como la de historia y física, pero él reaccionaba de la misma manera que con sus padres: desinteresado. A pesar de sentir gustos, tener intereses y metas, no quería demostrarlo por sus expresiones, ya que serían un estado de debilidad. Sonreír, buscar amigos, ser educado, realizar favores y hasta expresar las emociones y sentimientos eran acciones que resultaban difíciles para él. Fueron pasando los años, así estuvo en cualquier situación, ya sea para conseguir novia, estudiar, entablar conversaciones, hacer nuevas amistades..."

«No era menos vulnerable al mostrarme desinteresado. Todo lo contrario, retenía mucho el potencial que podía dar. Llevé la actitud hacia mis padres a lo que me rodea. Se volvió mi estado habitual», piensa Bakugo, abriendo ambas manos. Dilvana realiza desplazamientos veloces para acortar la distancia y conectar uno de sus mejores ataques. Pero sus manos fueron detenidas cuando un objeto de metal las golpea. Luego se percata que, enfrente suyo, tiene al enemigo juntando un montón de chatarra y objetos metálicos. Creó un brazo de gran tamaño que fácilmente cubre toda la calle. Con mucho esfuerzo, Bakugo lanza un puñetazo enorme que levanta bastante arena y que puede llevarse todo a su paso. ¡TRASH! El montón de cosas impactaron y se dispersaron alrededor. Aunque no fue por golpearla a ella.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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