The Magic World

C199: El siguiente paso

"La gente gritaba nuestros nombres. No podía creer que me tuvieran tanto en cuenta y me animaran. Esta ronda fue dura, ese chico sonriente resultaba un problema para nosotros. Lo sé, porque mi hermana se encontraba tensa. Por más seria que suele ser, no le tiemblan las manos al lanzar cada golpe. Pero ahí estaba, corriendo a velocidades que yo no alcanzaría, golpeando el chicle una y otra vez mientras rebotaba en paredes y techo. Conozco ese ataque. Aún no sé cómo puede realizarlo. Se trata de usar un elemento mágico: el chicle, y hacer que tenga la habilidad del usuario. Los rebotes eran necesarios. Por cada uno, la rapidez de la trayectoria y la potencia del estallido aumentan. Mientras más dure sin impactar en alguien, se volverá más letal. Aunque esta era un arma de doble filo, ya que podía impactarle a ella también. Por eso habló de un juego, cualquiera sería el perdedor.

A mí me dio mucho miedo. Tenía fuerzas para continuar, pero ella pidió que me apartara. Pensé y pensé qué hacer hasta que... ¡Recordé lo más importante! ¡Los cristales! Chico sonrisa había traído los nuestros a ese piso. Agüita debía tomar cada uno de estos y llevarlos al último nivel. ¡Pero Zed acabó con ella de una forma legendaria! ¡Fue muy épico! Estaba muy ocupada con él. Yo tuve el valor para acercarme a los cristales que recogió el bando enemigo. Ay, me sentí tan orgullosa de mí misma. Desgraciadamente, había un monstruo feroz en el noveno piso. Era un león gordo de melena prendida en llamas con una postura de sumo. Su cara parecía de furia. ¡Los ataques fueron poderosos! ¿Qué hacía esa criatura allí si los enemigos pasaron por aquí?

Sentí que, anteriormente, hubo un avance que no podía ignorar. Si ya fui capaz de vencer a un adversario, aunque con ayuda, ¿por qué no dar un paso más allá y lograrlo yo sola? La pregunta era fácil de hacerme, pero intentarlo suponía un completo reto. Algo que no tomaron en cuenta es que, en algunos pisos, hay pócimas. Merlín nos enseñó en clases cómo hacer mezclas para obtener el hechizo que querramos. Hice un desastre en el suelo para reconocer el líquido, las sustancias y algunas mezclas. En verdad, valió la pena, pude convertirlo en un pequeño león con forma de peluche. Antes de que se acabara el tiempo del hechizo, corrí y recogí los cristales. Más criaturas aparecieron, todos los rivales fueron derrotados. ¡Bibi estaba bien! La alegría y orgullo que ella sintió por mí no tenía precio. A pesar del montón de monstruos que llevaba detrás, yo prioricé los cristales y los dejé en nuestro piso. ¡Así logramos la victoria definitiva!

Nunca antes recibí la atención de un público tan grande. Desde las sillas parece que estamos entre miles de seres. Dentro del escenario, se siente que son cientos de miles. Los rivales resultan ser un verdadero reto para nosotros. Me pregunto cómo se desenvolverán en las próximas rondas. ¡Ya quiero ver al resto de mis compañeros competir! Espero que Kevin me haya visto en acción, y que ignore los momentos de cobardía que tuve. Algún día conquistaré tu corazón y me volveré tu reina, amor mío".

—Bien, ya es hora de salir. En un rato vendrá la siguiente ronda. —habla sola Agnes mientras guarda su diario en la maleta.

Ella sale, alegremente, de la habitación, y camina por los pasillos libres sin tejado en un día radiante. Sus pequeños brincos parecen los de una niña feliz. ¿Cómo no lo estaría? Pasó por un gran momento de su vida. Desde dos pisos arriba alguien la observa. Es Bibi, quien reflexiona en solitario. «Pasamos por tiempos difíciles en aquella época, Agnes. No solo lo ocurrido en Castlle Combe, sino el vacío que vino después de perder a nuestros seres cercanos», piensa ella, caminando a un ritmo lento para seguirla con la mirada. «Durante ese año, me estuve aferrando cada vez más a lo único que tenía y deseaba proteger. Sin darme cuenta, sentía una necesidad de cuidar a alguien. Lo hacía contigo por ser la más cercana a mí, hermanita».

Agnes se desvía y toma otro camino. En vez de ir al pueblo como era esperable por las tiendas y restaurantes, decidió irse a un lugar distinto. Así que Bibi realiza un salto con la poca fuerza que tiene y consigue llegar a otro pasillo. Se encontró a unos niños jugando, lo que le hace recordar aquellos días divertidos con su hermana y, sobre todo, cuando jugaba junto a los demás de su edad. «Para ese entonces, era difícil comprender lo que sucedía cuando apenas estaba pequeña. Ni tú ni yo supimos por qué atacaron ese pueblo, qué querían esas personas malas, por qué murieron nuestros seres cercanos», continúa reflexionando mientras le devuelve la pelota a uno de los niños. «Este mundo es mucho más grande de lo que vemos y creemos. Ahora me dan ganas de buscar a esas personas y destrozarlas con mi bate. Quisiera que sintieran lo que mi madre sintió al ser aplastada por los escombros».

«Pero, ¿eso me haría sentir mejor? Tengo ganas de volver realidad esas imaginaciones que llevo en mi cabeza. ¿Será suficiente? ¿Esa sería mi terapia?», se pregunta, avanzando más rápido para seguir a Agnes. Los dolores de sus heridas quedan en un segundo plano, ni siquiera recuerda que las tiene todavía. «Creo que no. Debería buscar la manera de quitarme este apego, y ya no sentir que deba sobre protegerla. Ella tiene una vida, ¿por qué debo hacer el papel de mamá? ¿Realmente me siento bien asumiendo este papel de hermana? ¿Puedo serlo de una manera diferente?». Interrogante tras interrogante. Ahora mismo, Bibi está pasando un proceso para comprenderse a si misma.

«Tal vez ya no tenga que ser la hermana sobreprotectora. El siguiente objetivo será la protectora de un reino. Mmm, pensándolo bien, no estaría mal formar parte del ministerio de defensa», se plantea, acariciando su corto cabello. Finalmente, Agnes llega a su destino. ¡Quería ver a Kevin! Lo atrapó con sus brazos y le bombardeó a besos en la mejilla. Aunque él se sienta un poco incómodo, no sabe cómo quitársela de encima. Lo que resulta un hecho es lo feliz que ella se nota. Felicidad que Bibi puede ver desde esa distancia. «Porque te quiero, te daré el espacio que necesitas, Agnes».



#20152 en Otros
#2589 en Aventura
#14769 en Fantasía
#3208 en Magia

En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.