Capítulo 5
Pov Abie
Me quedé tiesa como una estatua ¿qué carajos hago? nunca pensé que nuestro reencuentro iba a ser de esta manera. No puedo pensar en trivialidades ni nada por el estilo, lo bueno es que al parecer cumplí mi primera meta que era encontrar a Dereck.
Bueno y a toda la gallada
¿Ahora qué digo?, no puedo controlar mi cuerpo, estoy… estoy nerviosa, no sé qué hacer.
Vamos Abie respira, solo son unos viejos amigos y pues el chico que se robó tu corazón, nada más, esto es algo de lo más normal.
Salgo de mis pensamientos al sentir como unos grandes brazos rodean mi cuerpo e inmediatamente me tenso, iba a atacar pero me detuve al aspirar el característico olor a Dereck.
Evie siempre le encantó el perfume de Dereck, tanto que un día logro quitárselo y nunca se lo devolvió, en cambio lo atesoraba en su armario haciendo que la ropa de ella se impregnara de ese olor. En pocas palabras este aroma ya me es familiar, es agradable.
── ¿cómo te sientes? ──pregunta sin soltarme
──no sé, si me soltaras tal vez me recuperaría.
──oh lo siento, la emoción.
──tanto tiempo enana.
Esa voz, esa que antes me ponía los pelos de punta, por el temor que sentía con solo su presencia y que después se volvió mi consejero.
──eh, que ya no soy tan pequeña, no tengo la culpa de que seas un mastodonte.
Los presentes soltaron una carcajada, no era capaz de subir la mirada, parecía a una de las empleadas del servicio, pero en este momento me parecía de lo más interesante el suelo que no quitaría mi vista de allí.
──y… ¿cómo has estado? nunca supimos que pasó contigo simplemente desapareciste de la faz de la tierra.
Esa pregunta; es cierto, ese día se supone que sería el mejor de mi vida pero fue todo lo contrario, ese día se desató el infierno en el que ahora vivo.
Desde aquel día me tuvieron encerrada, no podía hacer nada más que cumplir órdenes y ser maltratada por el infeliz de Fred. Ellos no tenían la culpa, pero no los quiero meter en todo este royo, aunque por lo visto ellos no son tan santos y no están tan libres de pecados, ellos se ven que también tienen sus negocios retorcidos.
──pues…bien supon…
──¡con que aquí estabas! qué parte de no puedes salir no entendiste igualada.
Sí, esa es Ashley que acaba de entrar y como cosa rara trae su teatro encima.
──no sabes dónde estás cierto, este es el despacho de Brad, tú no puedes estar aquí maldita zorra, cuantas veces te lo tengo que repetir solo nos…
──que interesante lo que me estas contando. Ojalá te lo hubiera preguntado── dije deteniendo su vomito de palabras, esta mujer me irrita.
En el fondo se escucharon risas ahogadas, supongo que no soy la única que no soporta a esta mujer.
──que dijiste, cómo te atre..
──ya basta.
Todos nos quedamos de piedra, era la primera vez que Brad hablaba, después de tanto tiempo, ni siquiera en el rato que he estado dentro de este despacho ha dicho algún comentario.
Ashley iba a comentar pero fue interrumpida por los fuertes sonidos que provenían de afuera, todos nos quedamos quietos ──hoy es el día de quedarnos quietos── atentos a lo que pudiera pasar.
Y en menos de nada comenzaron los disparos, al parecer Brad tenía enemigos y vinieron a visitarlo.
──jefe nos atacan── dice un hombre que entra al despacho.
──enserio, si no me dice no me doy cuenta── dice irónico uno de los hombre que estaban aquí cuando entré, a decir verdad tiene más pinta de adolescente que de adulto.
──lo siento, pero son los hombre de Black Demon, son muy fuertes tienen que salir de aquí.
Me paralicé, son los hombres de Fred, como es posible, me encontró… estoy perdida, él sabe de mi ubicación. ¡Carajo! Todo se fue al drenaje, si él me encontró estamos perdidos.
── ¿él está aquí? ── pregunto hacia el hombre.
── ¿qué?
── ¿que si Fre… digo Black Demon está aquí?
Todos me miran raro, incluso el hombre, no sabe si responderme o no, él mira a sus superiores como si estuviera pidiendo su aprobación para hablar.
──no.
Responde finalmente, no tiene sentido, si me hubiera encontrado vendría personalmente, él no es tan estúpido como para dejar a sus hombres solos en una misión de rescate ──bueno para atraparme── Fred me quiere viva para torturar a mis padres, él quiere encontrar a mis hermanas y a mí para poder vencer a mi padre y quedarse con el mando del negocio familiar.
Él nos necesita para poder dominar la mafia que yace sobre los hombros de mi padre.
──no tiene sentido── dije ── ¿qué relación tienen con Black Demon?
Nadie responde, es como si hubiera preguntado a la pared, cuando dirijo mí mirada a cada uno de ellos simplemente me esquivan, ellos me ocultan algo.
De un momento a otro el sonido de un estallido me aturde, al parecer lanzaron una bomba.
──señor tienen que salir ¡pero ya!
Ellos reaccionan, cogen unos maletines y de ellos sacan armas, chalecos antibalas, intercomunicadores, de todo; al parecer ese es su equipo.
Estaban listos para salir cuando un golpe a la ventana los detiene, pues los cristales cayeron encima del escritorio y una chica de cabello gris aparece.
Ese cabello… se me hace conocido
──entré── dice
Y en ese momento la reconozco ¡joder es Cathy!
Siento como si un peso fuera quitado de mis hombros, las chicas me encontraron, su rostro se encuentra cubierto por la usual mascara que llevamos siempre en una misión.
Cuando levanta su rostro mira a todos los presentes, pero como estoy detrás de ellos, ella no me ve.
──bajen sus armas, un movimiento en falso y será su fin.
Me remuevo en medio de los chicos para poder acercarme a Cathy antes de que pase una catástrofe.
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Editado: 22.03.2021