The other Gilbert

Capítulo 8

- Stefanie Clarks- suspire antes de seguir- ella era la mejor amiga de mi hermana y por ende también la mía. Íbamos a todos lados juntas eramos inseparables, nos apoyabamos en todo y si alguna tenía algún problema le ayudabamos. Hasta que un día, después de las vacaciones de verano, al volver a clase, Lena y yo nos encontramos con que Stefanie se había ido inventando cosas de nosotras y divulgándolas por todo el colegio; y además empezó a ser la zorra de todos los del colegio, pero como veía que el echo de que todos los chicos la prefiriera a ella no nos afectaba, se metió con Jeremy, consiguió engatusar a Jer para que estuviera en nuestra contra. Yo entre en una depresión leve y gracias a Lena pude salir. Después de unos meses los padres de Stefanie se tuvieron que mudar por trabajo llevándose al demonio ese que tienen por hija.

Ahora mismo la cara de Stefan era un poema y yo sin poder evitarlo solté una pequeña risa haciendo que el saliera de su asombro.

 

-Wow- es lo único que pudo decir. - Bueno te toca.


 

Antes de hacerle otra pregunta,  me eché el pelo hacia atrás, porque me estaba empezando a molestar. Cuando lo veo a los ojos los veo con unas venas debajo de estas y con los ojos rojo. Estoy muy borracha ¿verdad?

 

-Eh, Stefan. ¿Te encuentras bien? Tus ojos…

 

-Si, si-dice evitando mirarme- voy por algo de beber, ahora vuelvo.

 

Cuando Stefan se fué, más bien huyó. Me quedé en shock ¿Qué le había pasado? Volví al centro de la fiesta cuando vi a Jeremy ir hacia el bosque con una cerveza en la mano. Uff, otra vez, la misma historia.

 

-Jer. Jer. OYE, espera.

 

-Deja de molestarme.

 

-No Jeremy eres mi hermano y no te voy a dejar empaz.

 

-Vete a la mierda, Lara.- se dio la vuelta pero se tropezó con algo, más bien... Con alguien.

 

-Vicky.- Jeremy la empieza a zarandear y a gritar su nombre- Lara es Vicky, ayudame.

 

-Cogela, corre. Voy a llamar a una ambulancia mientras tanto.- Jer y yo corrimos con Vicky hacia el centro de la fiesta pidiendo ayuda.

 

-¡Socorro! ¡Socorro! Es Vicky.- Matt vino corriendo hacia nosotros mientras chillaba que alguien llamase a una ambulancia. Después de unos minutos se pudo oír las sirenas de la ambulancia, la policía y control de animales. Supongo que ha estos últimos los aviso la policía.  Bonnie se me acercó.

 

-Hey, vamos a ir todos al Grill a esperar noticias. ¿Vienes?

 

-No, tengo que llevar a mi hermano a casa. Pegame un toque si sabes algo, si?

 

-Claro. Adios.

 

-Adios.- Después de eso me acerque a mi hermanito para llevarmelo de la fiesta y ya de paso quitarle la cerveza que se estaba bebiendo delante de toda una patrulla de policías. ¿¿Este es tonto??

 

-Sabes que esas personas de hay trajeadas son policias, verdad?

 

-No me rayes.

 

-¡¡¿Que no te raye?!! O vamos Jer por favor dame esa cerveza.-Y así es como de un guantazo le quitas una cerveza a tu hermano pequeño.- No lo entiendes,  verdad? No, claro que no.

 

-¿Entender el que?

 

-Ya no les importamos, Jeremy. La gente ha pasado página, tienen sus propios problemas. Nosotros deberíamos hacer lo mismo.

 

-Te he visto, Lara. En el cementerio escribiendo en su... vuestro diario. ¿Así, es como pasas página?

 

-Y-Yo. - Sabía que no tenía excusa. Suspire rendida-Vámonos a casa a sido un día largo.

 

-Vamos.- Cuando llegamos a casa me cambie por una ropa más cómoda después de haber acompañado a Jeremy a su cama. Me acurruque en el banco que tengo como mirador con una manta y nuestro diario a escribir. 

 

POV Stefan

 

LLegue a casa a velocidad vampirica. Rayos como no me he podido controlar. No puedo perder así el control, no con ella. Quiero que todo vaya bien. Cuando llego a mi cuarto me encuentro con las puertas que llevan a mi balcón abiertas, lo cual es raro, porque las deje cerradas. Por ellas entra un cuervo negro como la noche y me puedo hacer una idea de quién es.

 

-Damon- me doy la vuelta justo a tiempo para ver cómo llega él con su cazadora, camiseta y pantalones negros y su estúpida sonrisa de arrogante.

 

-Hola, hermanito. - me saluda tan tranquilo. Damon y yo antes nos llevábamos muy bien, se podría decir que éramos los típico hermanos deseados por todas la chicas, los hermanos inseparables y bromistas de todas las películas, pero no todo siempre es feliz.

 

-¿Que haces aquí Damon?

 

-He venido a saludarte, no estás contento?

- ¿Que haces aquí Damon?- dije separando cada palabra.- A ti no te gustan los pueblos pequeños, dices que son aburridos.

 

-Tienes razon, pero te prometi una eternidad de sufrimiento y es lo que estoy haciendo.




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