LUCIA JOHNSON
Posiblemente llevo unos días planeando mi escape, y hoy lo haré, mataré a Beast y saldré de aquí.
Voy repasando que hacer mientras alisto todo; primero, la cadena debe llegar lo más lejos posible, por lo que intento jalar la cadena todo lo que pueda; segundo, debo parecer enferma, eso lo voy a lograr vomitando un poco.
Eh observado muy bien las cosas, la charola es de metal, cuando Beast venga con la comida, voy a decirle que me siento mal, el se va a acercar con la charola y dejarla a un lado y esa es mi oportunidad, cuando se distraiga golpearé su cabeza con la charola hasta matarlo y por fin saldré de aquí.
Me mata el aburrimiento como todos los días, no se que hora es, no se que día es, no se nada fuera de este lugar, lo único que se es que se acerca el tiempo de matar a Beast.
Me echo en la cama, tengo que dormir un rato, cierro mis ojos y el ruido de la puerta abriéndose me escandaliza "se supone que faltaba un poco aún" levanto mi mirada y lo veo parado en la puerta.
- Beast, me siento mal - el me mira y sonríe sinicamente - ¿No te importa que muera?
- Seria un problema que mueras, tengo que saber algunas cosas.
- Entonces ¿Porqué no las preguntas y me dejas ir de una vez?
- Porque me sigo preguntando como una niña como tú se volvió Sailor.
- Simplemente porque a las personas y a la policía le interesaba mi manera de matar, ahora ¿Podrías ver si me voy a morir? De verdad me siento mal.
- Esta bien - se acercó a donde estoy y dejo la charola cerca de mi, más cerca de lo que podía imaginar - ¿Que te duele?
- El estómago - mentí, se sentó en la cama y yo me moví un poco para hacerle espacio y quedar más cerca de la charola, vi como su mirada me escaneaba de pies a cabeza, estire mi mano y alcance la charola, la atraje hacia mi hasta que la sentí firme en mi mano y con todas mi fuerzas se lo lance en la cabeza, ¡PLAM! Sonó en la habitación y la charola salió volando, fijé mi mirada de nuevo en Beast, desearía no haberlo echo, no le pasó nada, solo le parti la ceja.
Me lancé sobre el y empecé a dar golpes al azar, todo acabó cuando de un golpe prácticamente me sacó volando de la cama.
- Lo vas a lamentar - se acerco a mi y me levanto del suelo agarrandome del cuello mientras yo lucho por recuperar el aire que había perdido con el primer golpe, di un grito de dolor cuando de golpe me estrelló contra el piso rompiendome un par de costillas "no puedo respirar" "duele"
- Dime Sailor ¿acaso eres idiota? ¿Tanto deseas la muerte? - la mano que tenia en mi cuello empezó a hacer más presión, empecé a sentir que mis ojos saltarían de mi cara
- Haré que desees estar muerta - habló a mi oído - pero antes, supongo que necesitas un baño ¡Enserio que apestas! - la mano que estaba en mi cuello paso a mi cabeza y tomé una bocanada de aire.
Beast se paró y empezó a jalar de mi cabello llevándome a rastras a no se donde, entramos a un cuarto y después a otro, me siento mareada, no puedo ver muy bien a donde estamos yendo, suelto un gemido cuando me lanza contra una pared, pero grito al sentir agua helada sobre mi piel, casi inmediatamente me pongo a temblar y busco una salida, escucho una risa.
- Que tal Sailor ¿te gustó el agua? - puedo escuchar ironía en su voz.
- S-saca-me de aquí - logro decir entre palabras titiritiando de frío.
- Pronto - dijo
Me duele el cuerpo, no puedo respirar bien, me siento mareada y tengo frío, el agua dejó de caer y me vi estampada de nuevo contra la pared mientras me sostenía del cuello.
- Esto aún no a terminado Sailor, vas a rogar porque te mate - intento fijar mi vista en su rostro y lo logro a la vez que todo se pone negro, y lo único que puedo recordar son sus ojos azules mirándome como un depredador a su presa, no puedo evitar pensar que esa es la mirada de un verdadero asesino.
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¿A que hora vine a la playa? ¿A qué hora se puso el sol? El sonido de la marea sigue siendo tranquilizante, por algún motivo esto se siente diferente, esto es un sueño, tal vez, si así lo fuera quisiera quedarme aquí para siempre, pero no todo es tan hermoso como los cuentos de hadas, poco a poco todo empieza a desaparecer y abro lo ojos dándome cuenta de la realidad, no puedo mover mis brazos y mis piernas, estoy atada a lo que parece ser una mesa, me duele todo mi cuerpo.
- Veo que ya despertaste - la voz de Beast me saca de mis pensamientos, dirijo mi mirada hacia el y quedo petrificada al ver que se encuentra frente a una cómoda llena de objetos cortantes, no soy tonta, se lo que va a pasar, no es como si fuera la primera vez que me van a torturar, pero, aún así, tengo miedo.
- Eres un maldito - expulse con rabia.
- Dices eso, pero eres tu la que a empezado con golpearme ¿Crees que eso es justo? - dijo sonriendo.
-¡Quiero salir de aqui! ¿Quieres que me quede acá sin hacer nada? ¡Me tienes como aun maldito conejo enjaulado!
- Descuida, saldrás de aquí, aunque puede que no con vida - su sonrisa se borro completamente dejándome ver una mirada fría sin sentimientos, se acerco a mi con un alicate y aguja en la mano, inyectó la aguja en mi hombro y pasando unos segundo me empecé a sentir frió, esto no es normal.
- Que me inyectaste.
- Una droga que hará tus sentidos más agudos, dime Sailor ¿Para quien trabajas?
- Vete a la mierda Beast ¿Enserio crees que contestare tus preguntas? Aunque odie a ese maniático, no te daré el placer de saber más acerca de mi.
- Bueno, eso lo hará más divertido
Se posicionó al frente de mi mano y con la pinza agarro una de mis uñas y empezó a jalar de ella lentamente, ¿no debería doler tanto o si?
- ¿Estas segura qué no vas a hablar? Tener uñas debe ser importante para una mujer, después de todo ustedes están chillando cuando se les rompe una.
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Editado: 03.09.2019