LUCIA JOHNSON
Ya pasó una semana desde que me escape, estoy en el hospital esperando que me den de alta, después que salí a las calles me desmaye y no recuerdo nada, simplemente aparecí en un cuarto de hospital, les hice creer que perdí la memoria, no quiero que venga Wilson, estuve cerca de un mes encerrada, y cuatro días inconsciente, no puedo creer que ya sea primero de mayo, parece como si fuera ayer que leí en el periódico "SAILOR ATACA DE NUEVO"
- ¿Señorita Lucía? - preguntó una enfermera sacándome de mis pensamientos.
- Si, dígame.
- Hay un señor afuera que dice conocerla, ¿le permito que pase?
Estaba apunto de decirle que no, pero, fue muy tarde, la puerta se abrió dejando ver a un señor con cabello rubio y ojos marrones.
- Señor, no puede pasar de esa forma a la habitación - dijo la emfermera intentando que salga - vuelva a fuera porfavor, o tendré que llamar a seguridad
- Discúlpeme enfermera, pero estoy seguro que eso no será necesario ¿No es cierto Lucía?
Sentí mi corazón pararse, ¿que hago?, no imagine que Wilson me encontraria tan pronto
- Losiento señor, pero no se quien es usted - al parecer seguiré fingiendo amnesia por más tiempo.
- ¿Estas jugando Lucía? Es hora que vayamos a casa, señorita porfavor haga los trámites para que la den de alta
- Losiento señor, no puedo hacer eso al menos que sea su tutor legal, apoderado o familiar.
- Pues soy su tutor legal - Wilson saco unas hojas de su chaleco y se las dio a la emfermera, ella contestó un "enseguida le consigo el alta" y se fue
- ¿Y? ¿Me vas a decir por qué apareces después de un mes?
- Disculpe señor, no se quien es y no se como responder a su pregunta, después de todo tampoco se como llegue aquí - a estas alturas ya se debe haber dado cuenta que estoy fingiendo ¿Por qué esta tan tranquilo?
- Así que ¿perdiste la memoria? Eso es una pena, justo cuando tu madre vino de visita.
¿Mi madre? ¿A que intenta jugar?, puedo ver esa sonrisa maliciosa asomándose por sus labios.
- ¿Mí madre? - me atreví a preguntar
- Exacto, vino el otro día buscándote, se pondrá muy triste si le digo que perdiste la memoria.
- Al punto Wilson ¿Qué estás jugando? - dije mirándolo a lo ojos y el me agarro de la barbilla ejerciendo un poco de presión.
- Volvamos Lucía, ahí te explicaré todo - yo se que hay algo extraño en esto, aun así, caí en la boca del lobo.
- Señor, ya están listos los trámites, solo tiene que firmar este documento y podrán irse en cualquier momento - dijo la enfermera en cuanto entró a la habitación rompiendo la tensión entre los dos.
- Muy amable señorita - contestó Wilson firmando lo papeles - bueno Lucía cambiate y vámonos.
- Disculpe señor, pero la señorita vino con sus ropas en mal estado y estoy segura que acá le podemos proporcionar algunas ropas, pero, no creo que sea capaz de caminar por si misma, hace unos días vino muy lastimada, lamentablemente no recuerda nada y no hemos podido mucho.
- Estoy segura que ella puede, es una chica muy fuerte, ¿no es así Lucía?
La verdad es que no puedo ponerme si quiera en pie, pero será mejor que obedezca.
- Sí, no se preocupe, ya me siento mucho mejor, muchas gracias por sus cuidados - dije intentando ponerme de pie, a lo que la enfermera contestó sentandome de nuevo haciendo que frunza el ceño.
- Señor, tendré que pedirle que porfavor use una silla de ruedas, solo hasta que salga del hospital, son políticas del mismo.
- Bien, pero que sea rápido, y no se vayan a olvidar de las ropas.
La enfermera asintió satisfecha y se fue a buscar la silla de ruedas con las ropas, mientras Wilson salía del cuarto para atenter unas llamadas, después de una rato la enfermera volvió con lo pedido y me ayudó a cambiarme quedando muy asombrada por mis heridas, aunque no dijo nada, lo pude saber por como me miraba, era una mirada de pena y frustración, tal vez pensará que el mundo va de mal en peor, pero, estoy segura que no pensaría lo mismo si supiera que esta frente a Sailor.
Después de cambiarme, de nuevo con la ayuda de la enfermera me senté en la silla de ruedas, acto seguido empezó a empujala llevándome hasta afuera donde estaba Wilson frente a una camioneta, el seguida hablando por celular, por lo que señaló a la camioneta y la señorita me ayudó a instalarme en la parte trasera, me dio unas indicaciones para que me recupere más rápido y se fue.
"siento que estoy en destino final", no es erróneo pensar en eso, después de todo, en realidad parece que me dirijo a mi propio fin, un fin que empezará en cuanto ese maniatico se suba a la camioneta y empiece a manejar a quien sabe donde, no voy a decir que tuve una buena vida porque no la tuve, pero, hubiera deseado tenerla, soñar no cuesta mucho
En los días que pase encerrada me di cuenta de algunas cosas, la primera es que no le tengo miedo a la muerte en si, si no a la forma en que voy a morir, digo, "nadie quiere morir quemado, electrocutado, ahogado, acuchillado, mutilado, ahorcado, aplastado, y entre otras cosas; la mayoría quiere morir de viejo, una vez que están seguros que tuvieron una buena vida, morir durmiendo con la persona que aman", pero, ¿que es amar? ¿Es sentir que darías la vida por aquella persona especial? ¿Es volverse idiota y decir tontería y media para que la otra persona sonría? ¿Es ser romántico?, o es la otra cara de la moneda, golpear a tu pareja y decir que es por amor, abandonar a tu hijo o mascota porque no se tiene dinero y decir que es por amor y para que tengan una vida mejor, ¿que es el amor?
La segunda cosa de la cual que di cuenta, es que no tengo a casi nadie, solo tengo a Dunia, de la cual espero, si se acuerde de mi; Romeo, mi gato, es el ser que más quiero en el mundo, espero que este bien, la viejita al costado de mi departamento se encariñó con el y siempre le daba comida, espero que lo esté cuidando; después de eso, no tengo a nadie
La tercera cosa que supe es que soy humana, no digo que piense que soy un extraterrestre o algo parecido, pero siento que soy más humana de lo que pensé que era, y eso me da rabia, ser normal es aburrido
El ruido de la puerta delantera del auto me saco de mis pensamientos
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Editado: 03.09.2019