La mujer vestida de negro bajó la pistola y la tiró a un lado, ya no la necesitaba, caminó hasta ponerse delante de la niña, esa pequeña niña sentada en el sillón de peluquería, quizás porque el arma tenía silenciador y en lugar del usual estruendo lo que se escuchó fue un silbido es que ella no parecía asustada,
- <Tengo que comprobarlo> -
La mujer murmuró en francés, la niña reaccionó a esas palabras levantando su rostro, ambas usaban algo que ocultaba sus ojos, de todas formas era como si la mirada de una se clavara en la mirada de la otra.
Inclinándose un poco, la mujer de gafas oscuras acercó su mano al rostro de la niña, más precisamente a ese extraño visor que ocultaba su vista,
- <Si fuera tú no lo haría> -
En el momento en que los dedos de la mujer casi tocaban el visor, la niña, sin miedo y con tono extrañamente burlón soltó esa pequeña frase en italiano, la cual sin duda la mujer entendió perfectamente,
- <Entonces…> -, como si estuviera a punto de tocar una placa de acero al rojo vivo, la mujer rápidamente retiró su mano, -< ¿de verdad eres una de esas?> -
- <Sí, ¿ahora qué vas a hacer?> -
- <Mi trabajo solo es llevarte conmigo> -
En la presencia de un tercero, esta plática sería extremadamente extraña, no por el hecho de que la mujer hablando en francés y la niña hablando en italiano se entendían perfectamente, sino porque a pesar de la clara diferencia entre un infante y un adulto, era el adulto quien se mostró intimidado durante el intercambio de palabras,
- <Ya veo, en ese caso…>- , la niña puso sus pequeñas manos a ambos lados del visor cubriendo sus ojos, - <si de verdad tienes curiosidad puedo enseñarte> -
La mujer sintió una rara sensación recorriendo todo su cuerpo, algo indescriptible, la niña delante de ella lo notó, sin duda lo hizo, ya que sus labios dibujaron una tenue sonrisa. Sí, era solo una pequeña niña, pero esa sonrisa no era una que un infante de 5 o 6 años de edad podría hacer, era una sonrisa que decía que estaba disfrutando la incertidumbre y la tensión de aquella mujer, una sonrisa sádica,
- <Detente> -
La mujer luego de unos segundos recuperó su compostura, se deshizo de lo que sea que estuviera causando confusión en su mente,
- <Sabia decisión> -
La niña respondió con tono de aprobación, quitó sus manos del visor y esa sonrisa que no correspondía a alguien de su edad se borró de sus labios,
- ¿Está todo bien? –
De afuera de esa habitación la voz de un hombre se escuchó,
- Entra -, la mujer habló en tono de orden, entonces entró uno de los guardias que estaban acompañando originalmente a la mujer llamada Sam, - He confirmado nuestras sospechas –
- Si eso es así…-, el hombre tragó saliva audiblemente, lucía bastante sorprendido al tiempo que miró a la niña sentada en el sillón, - ¿qué planea la jefa hacer con ella? –
- No puedo asegurarlo, pero si tuviera que hacer una conjetura, diría que probablemente la va a exhibir, o tal vez la venda al mejor postor –
Ante esa declaración, el hombre mostró una clara conmoción, a simple vista se podía notar que quería decir algo pero no pudo encontrar las palabras,
- Como sea, no sirve de nada especular sobre “sus” planes, solo debemos obedecer sus órdenes, así que tenemos que irnos, deshazte del chofer y bajaré en 5 minutos, tengo que hacer unas llamadas –
El hombre, sin dar respuesta, salió rápidamente de esa habitación y del apartamento,
- (<En qué demonios estás pensando, incluso para ti, hacer algo como esto más que una osadía es una estupidez>) –
La mujer pensó en algo que más que reproche, era una reflexión, como si tratara de entender el razonamiento de alguien más, entonces sacó un teléfono celular de su bolsillo, pero cuando trató de usarlo, sintió un pinchazo en su costado izquierdo, por reflejo apartó su mirada del teléfono hacia su cuerpo, tenía una aguja clavada en la parte baja de su estómago.
Ella inmediatamente pensó que la niña había hecho algo, pero estaba totalmente equivocada, al mirar hacia el frente, había alguien que supuestamente asesinó.
Detrás del sillón de peluquería donde está sentada la niña, una mujer que es una estilista estaba de pie, entre sus manos y apuntando hacia adelante tenía una especie de pistola,
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Editado: 24.04.2020