- ¡Aaah!, dulce néctar de la vida –
El clima era idóneo, el suave aroma de la brisa marina se podía percibir en el aire y el calor del sol era muy agradable.
Una mujer en sus 25 o 26 años estaba recostada en una silla de playa, del tipo que se usa para broncearse, sin embargo una gran sombrilla impedía que el sol la tocara, ella estaba allí para disfrutar del ambiente y no para cambiar el tono de su piel.
La mujer usaba un bikini sencillo de dos piezas en color blanco, pensado más en la comodidad que en la sensualidad.
Delante de ella había una piscina y más allá podía admirar el vasto y azul océano.
La mujer sonrió tranquilamente y le dio otro sorbo a la bebida de color púrpura que sostenía en la mano, un coctel llamado “Secret Garden” preparado a base de vodka y licor de moras, su favorito.
El cabello de la mujer era rojo, de un tono tan oscuro y profano que recordaba al color de una antigua mancha de sangre.
Sus ojos eran azules, esos ojos de mirada apacible se perdieron un momento en el lejano cielo, ¿fueron solo unos segundos o quizás varios minutos?, eso no le importó, el momento era muy placentero como para pensar en ello, entonces, cuando estaba a punto de darle otro sorbo a su coctel favorito, una voz nerviosa interrumpió su momento perfecto de relajación,
- M-Ms. M, tiene una llamada urgente –
Un hombre de mediana edad se paró a un lado de la silla donde estaba recostada la mujer a la que se refirió como “Ms. M”, su vestimenta era como de mayordomo, y a pesar del calor de la playa su rostro estaba pálido, en sus manos sostenía una charola plateada con una especie de teléfono celular militar de alta tecnología,
- Oh, bien, supongo que contestaré –
Con mucha simpleza, la mujer llamada Ms. M se levantó de la silla, en su mano izquierda tenía su bebida así que usó su mano derecha para tomar el teléfono, un ligero viento sopló causando que su cabellera roja sin brillo volara al viento, aun de buen humor, la mujer caminó hacia la piscina, se sentó en la orilla y metió sus pies al agua, al sentir la frescura del agua en su piel sonrió de manera involuntaria, entonces presionó un botón para contestar la llamada,
- ¿Qué sucede? –
Después de hablar con voz despreocupada, la mujer bebió del vaso, y escuchó.
Escuchó.
Siguió escuchando,
- ¿Q-qué significa que la perdieron? –
Ella continuó escuchando, su expresión relajada se hizo añicos, sus ojos azules se inundaron, al cerrarlos una lágrima escurrió de cada lado y se resbaló por sus mejillas,
- E-envía todo –
La voz de la mujer tembló, terminó la llamada al tiempo que se levantaba, todavía tenía sus ojos cerrados, era como si no quisiera abrirlos de nuevo. Respiró profundamente una sola vez, exhaló y a la fuerza relajó su rostro preocupado, lentamente, muy lentamente comenzó a abrir sus ojos, ya no eran azules, eran rojos y brillantes, y siniestros.
Con esos ojos resplandecientes miró a un lado, en la esquina de la piscina había una escultura de mármol de un león, caminó hacia ella y la pateó con furia.
El sonido violento de piedra quebrándose se escuchó, la bella escultura ahora solo era un montón de escombros en el suelo, en cambio el pie desnudo de la mujer estaba intacto, no tenía ni la más mínima lesión o rasguño,
- Hemos recibido la información obtenida hasta el momento –
Una joven sirvienta se acercó con varias hojas de papel,
- ¿Quién…? -, sin mirar a la joven, la mujer preguntó con voz pesada, - ¿quién se atrevió? –
- Fue ella, la persona que recomendaron, esta fotografía fue sacada de un video de una cámara de vigilancia de un hotel –
La joven sirvienta entregó la fotografía en cuestión, en ella se podía ver claramente a una mujer vistiendo un delantal y llevando un bolso cargando a una pequeña niña, la mano de la mujer tembló,
- Señora…, la encontraremos –
Al ver el estado de su ama, la joven sirvienta trató de ofrecer palabras de aliento, pero no resultaron bien, la mujer levantó su mirada de la fotografía y posó sus ojos rojos en la joven,
- Y-yo lo siento, hablé de más, discúlpeme –
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Editado: 24.04.2020