The Stylist

Cap.19 Los Contactos De Una Estilista -parte 2-

    Ya era entrada la tarde, el viaje en taxi al aeropuerto tomó más de lo esperado, por lo que cuando Regina llegó, inmediatamente después de bajarse del taxi una persona le entregó un maletín plateado, sin hacerle preguntas, sin decirle nada, solo hizo la entrega y después siguió su camino hasta perderse de vista.

    Regina no iba a ponerse a gastar tiempo en pensamientos innecesarios, por ejemplo en cómo fue que la estaban esperando en el lugar exacto donde se bajaría del taxi, o cómo estaban seguros de entregar el maletín a la persona correcta sin siquiera verificar su identidad, lo importante es que lo que necesitaba para viajar ya estaba en sus manos, era hora de la siguiente fase.

    Con un maletín en una mano y llevando a la pequeña niña en la otra, Regina entró al aeropuerto por la puerta principal, después de solo dar unos 5 pasos, una joven mujer se acercó a ella,

 

    - Usted debe ser la señorita Regina Walls, acompáñeme por favor –

 

    La joven mujer habló de manera muy educada, por su porte y vestuario se podía asumir que era alguna clase de alta ejecutiva del aeropuerto, ya que guio a Regina con total facilidad al interior sin necesidad de pasar por el control de equipaje, revisiones o incluso el detector de metales.

    Llegaron a una sala VIP, la joven ejecutiva le indicó a Regina que entrara, luego de eso hizo una pequeña seña como de “he terminado con mi trabajo” y se fue. Regina giró la perilla para entrar a la sala, dentro había un hombre un mayor en uniforme de piloto,

 

    - ¡¡Regina!! -, el hombre con expresión contenta se acercó a Regina, - me da gusto verte, entonces dime, ¿a dónde quieres viajar? –

 

    En el viaje en taxi, Regina solo hizo una llamada, de uno de los teléfonos desechables marcó un número y dijo la frase “me gustaría volar”.

    Uno de sus clientes, era ese hombre, pero era más acertado decir que quienes realmente eran sus clientas son su esposa e hijas, en varias ocasiones ese hombre le había ofrecido a Regina la oferta de “llevarla” a cualquier lugar al que quisiera ir, por supuesto, ese piloto era alguien que trabajaba en el lado oscuro, por lo que esa oferta llevaba incluida la garantía de “sin preguntas”,

 

    - Me gustaría ir a Italia –

 

    - Oh, buena elección, me gustaría ponerte en camino en este mismo instante, pero me temo que por el momento no tengo ningún jet disponible –

 

    - Eh…, no es necesario que sea un jet privado, mientras pueda abordar cualquier avión sin que tenga que usar documentos… o que revisen mi equipaje… –

 

    A medida que Regina hablaba su voz fue perdiendo más y más volumen, se sintió como si estuviera planeando un crimen y se sintiera avergonzada por ello, lo cual no era del todo incorrecto,

 

    - ¿Acaso llevas un cargamento de drogas?, ¿o una bomba? –

 

    El rostro del hombre se endureció, Regina en cambió, su cara enrojeció por completo,

 

    - ¡NO!, ¡n-no es n-nada de eso! –

 

    El hombre levantó una ceja inquisitivamente con su vista clavada en Regina entonces,

 

    - ¡Ja jajajajajaja!, es una broma, sólo una broma -, el hombre rió alegremente y luego continuó hablando de muy buen humor, - tú eres solo una estilista, y yo soy solo un piloto, eso es lo que somos ¿no es así? –

 

    Esas palabras podrían haber sonado fuera de contexto y hasta superficiales en esa situación, pero Regina entendió su significado perfectamente. Aunque ambos trabajaban para gente que gustaba del anonimato y eran existencias desconocidas, ellos solo hacían su trabajo y nada más, conocían ese mundo pero no formaban parte de él,

 

    - Como una compañera que sirve a la gente que controla los hilos del mundo, lo mínimo que puedo hacer es ofrecerte la mejor hospitalidad, así como siempre lo haces con mi familia, en una hora te conseguiré un jet, así que mientras puedes relajarte y usar esta sala, es completamente privada y nadie puede llegar a esta área fácilmente –

 

    Regina estaba sin aliento, ya que no sabía que decir, sin embargo ese hombre le mostró la amabilidad de no preguntar nada y además mostrarle completa confianza. Sí, Regina estaba sin palabras, pero al menos había algo que debía decir,

 

    - Gracias Sean –

 

    El hombre hizo una gentil sonrisa y después salió de la sala.



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En el texto hay: conspiraciones, asesinas, estilista

Editado: 24.04.2020

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