Capítulo 8
Ya terminado el recorrido por el pueblo decido que es momento de volver al castillo para hablar con Susana sobre la situación en la que se encuentra todo y la decisión que he tomado respecto a su hija, voy subiendo las escaleras al cuarto para saludar a las niñas y ver si la nena que encontré hoy fue bien atendida pero al llegar al pasillo escucho unos gritos y llantos así que corro hacia la habitación cuando llegó al lado de la puerta está el guardia inconsciente, entro rápidamente y lo que veo me enfurece demasiado Camila está torturando a las niñas con hechizos y la muchacha que estaba cuidándolas esta tirada en el piso muerta, las niñas lloran y piden que ya no más al parecer nadie se ha percatado de mi presencia.
-Ustedes son los nuevos juguetes de la princesita esa no, quien sabe que tanto les va a hacer ella, esa tonta no se merece todo lo que tiene, es bruja ordinaria sin nada especial yo debería ser la futura reina no ella, por eso las hare sufrir a ustedes que no valen nada. -Les dice Camila concentrada en su tortura.
La rabia que tengo es incontrolable siento como toda la magia y el poder se riegan por mi cuerpo, luz y oscuridad juntas en un mismo ser rugiendo por ser liberadas, creo un portal que nos traslada a todos al centro del pueblo tomando por sorpresa a Camila quien se gira para observarme y cuando lo hace se nota el terror que siente se de antemano que mis ojos ya no son verdes sino que están totalmente negros y no se refleja más que vacío en ellos, Susana junto con toda mi guardia aparece en el lugar mirándome sorprendida cuando mira a su hija comprende todo sin embargo yo hago pasar las imágenes de lo que he visto por la mente de todos los presentes incluyendo a la misma Camila, las exclamaciones de dolor y miedo no se hacen esperar, Susana solo baja la cabeza imaginándose cual será mi sentencia.
Con mi poder levanto a las niñas y las curó dejándolas al lado del capitán y Adam.
Camila esta de frente a mí ya recompuesta y con la cabeza en alto como si fuera la gran cosa.
Es hora de enseñarle quien manda aquí y que no se puede hacer lo que se les da la gana sin esperar consecuencias, no quería llegar a esto pero Camila no tiene remedio y tengo que sentar un precedente para que la gente se porte bien.
—Camila Walter hija de Susana Walter y futura heredera al mando del aquelarre del norte, has lastimado, asesinado, y llevado a tu pueblo a un estado deplorable te temen y te odian no eres digna de tener el mando, aparte de eso lastimaste a mi protegida me has ofendido, no me respetas como tu princesa y superior, mataste a una de mis empleadas personales entre otros cargos por esto tu sentencia a tantos agravios es la muerte. -Dijo firme y con una voz ronca y distorsionada que en nada se parece a la mía y su risa no se hace esperar.
— Enserio tú crees que puedes acabar conmigo tan fácil, te voy a matar yo primero, no eres nada para mi poder te demostrare princesita porque la que no merece el título a reina eres tú. -Dice ella muy segura y en posición de ataque.
Yo no digo nada solo esperó que empiece ella, y así es una bola de poder oscura es dirigida a mí las personas se asustan demasiado pero eso no me inmuta, la bola me golpea directamente y un humo oscuro me cubre, puedo ver como Camila sonríe triunfadoramente entonces decido que ya es momento de acabar con esta tontería, dejo salir hilos de mi poder un dorado con partes negras que se le acercan lentamente ella trata de crear escudos para protegerse pero no sirven de nada, su poder no es mi la tercera parte del mío, y termina atrapada.
—Hasta hoy causaste daño y dolor a los demás, adiós Camila Walter. Ella solo grita hasta que lentamente se va desintegrando y desaparece totalmente.
—Esto es lo que sucede cuando no respetan las reglas impuestas no olviden que si existen es por algo y menos aun no olviden que siempre va a haber quien las haga cumplir ahora todos vuelvan a sus casas mañana hare una reunión general para informarles los nuevos cambios. -Todos los aldeanos se van y solo quedan mis guardias, las niñas, Adam y una desconsolada Susana.
—Mira Susana sé que te duele mucho pero entiende tu hija era incontrolable lastimaba a los demás y me gustaría saber porque no interferiste antes.
—Ella era más fuerte que yo no podía hacer nada, además era mi única hija la amaba demasiado, por eso es que quisiera irme ya con ella por favor princesa máteme no quiero vivir así. – decía Susana descontrolada llorando.
—Yo no puedo hacer eso susana.
—Entonces lo hare yo misma. -Dicho esto se puso su mano en su corazón y cuando iba a detenerla su poder la atravesó.
No podía creer que haya hecho eso es increíble ahora tengo que escoger un nuevo mando par este aquelarre.
Al parecer me quedare más tiempo del esperado.
ADAM.
Es increíble lo que ha pasado Elizabeth a matado a esa bruja como si nada la desintegro en cuestión de segundos frente a todo el pueblo, sinceramente me imaginaba que la pela seria reñida pero el poder de la princesa es bastante, verla con los ojos totalmente negros y algunas venas marcadas en su rostro fue impresionante solo se veía maldad, oscuridad, vacío y tengo la seguridad de que no es ni la mitad de su poder ahora se realmente que no la debo ignorar con respecto a sus amenazas, me alegra que haya protegido a mi hermana y esa otra niñita que tampoco me llegue a esperar que mandara a limpiarla y alimentarla en ese momento parecía buena y bondadosa por lo visto la princesa tiene muchas más caras de las que me imagine.
Después de lo que paso en el pueblo llevo a Nata en cargada , estoy siguiendo a la princesa a la habitación donde descansaran las tres ya que al parecer la niña que encontró y lleva de la mano también se quedará.
Al llegar entramos a una gran habitación muy arreglada con dos camas grandes todo es de un color morado claro con muebles blancos la nena se sienta en una de las camas y la princesa se gira para mirar a Nata.