Capítulo 21: El Lobo

- Emma -. La voz de William me hace volver al presente. - ¿Al menos escuchaste una cosa de lo que te dije? -. Me pregunta un poco harto.

Habíamos salido a caminar juntos, los demás fueron a las plantaciones en busca de mucha comida que nos hacía falta así que probablemente van a estar el resto del día fuera.

- No, lo siento, estaba pensando -. Confieso.

- Eso noté ¿Qué te tiene tan distraída? -. Pregunta curioso.

- Hoy cumplí ocho meses, eso significa que el próximo mes doy a luz -. Explico y el rubio emboza una sonrisa. - No creo estar lista -. Mascullo y él borra la sonrisa.

- ¿Lista para ser madre?

- No, tarado, llevo ocho meses preparándome para eso -. Respondo riendo por lo bajo. - Me refiero al parto. Parece que no es una experiencia muy grata que digamos.

El me mira en silencio y hace una mueca.

- Me compadezco.

- ¿Gracias? -. Respondo irónica y ambos reímos.

Seguimos caminando hasta el río y una vez llegamos, mis pies no pudieron caminar más. Es una caminata súper larga y además con un bebé de casi tres kilos dentro de mi estómago, no puedo seguir caminando aunque así lo quiera. Nos sentamos en la orilla del río mientras conversamos de como cambiarían las cosas cuando nazca el bebé. Por ejemplo, ya no pueden dejar puertas y ventanas abiertas y sin seguro, la habitación de Mary siempre tiene que estar calientita, no pueden dejar que Tiger la lama ni huela y muchas cosas más. No queremos que Mary esté gateando y meta los dedos a un enchufe ¿Cierto? Sería peor que catastrófico así que ya comenzamos el proyecto "Baby proof" en la casa, es decir, poner reja en las escaleras, seguro en los enchufes, goma en las esquinas de las mesas, topes en las puertas, seguros en los muebles y en el wáter. Todo está pensado para cuando el bebé sea más grande, pero es mejor empezar de a poco ahora y así nos vamos acostumbrando a las cosas nuevas, aunque debo admitir que llevamos algunas muy tediosas, como lo son los seguros para los muebles. Una vez les pones el seguro es demasiado difícil sacárselo.

William se volvió a poner de pie para ir en busca de su caña de pescar. La toma en sus manos y se acerca a la orilla, donde lanza el anzuelo y se sienta a esperar paciente. Me pregunto si será buena idea hablar con él con respecto a la conversación que tuve con Charles hace un tiempo. Sería bueno que lo hable con él, sería bueno para ambos, pero por otro lado, no puedo decirle que Charles me lo dijo ya que rompería su confianza abruptamente. Se lo voy a sacar por indirectas.

Me pongo de pie dificultosamente gracias a mi enorme panza de ocho meses y me acerco a él para tomar asiento a su lado. Lo observo de reojo, se encuentra mirando concentrado al río, sumido en sus pensamientos, pero al notar mi presencia, me mira y yo giro mi cabeza en su dirección.

- La relación de Charles y Lucy es súper extraña ¿No? -. Digo para entablar la conversación que quiero.

- Sí, pero era de esperárselo, ellos son... especiales -. Responde riendo. Tiene mucha razón.

- ¿Estás seguro que no te molesta su relación? -. Suelto antes de lo esperado y me mira extraño. - Me refiero a que... bueno tú... ya sabes -. Digo nerviosa y él vuelve su vista al río.

- No, la verdad es que no -. Responde sin mirarme. - Bueno, puede ser que un poco, pero es cuando Nick y tú empezaron, fui a último al que avisaron. No sé si les produzco desconfianza o algo -. Me confiesa y yo niego con la cabeza.

- No, cariño. No es eso -. Le digo y vuelve su vista a mí. - Yo lo preferí así -. Hago una pausa y lo miro a los ojos. - Por nuestro pasado, supongo -. Mascullo y él sonríe melancólico.

- Los entiendo. No estoy molesto -. Dice tranquilo.

Mi mano viaja hasta su mejilla para acariciarla, pero me detiene tomándome de la muñeca antes de que pueda tocar su piel

- Por favor no -. Musita apartando mi mano.

- ¿Qué sucede, Will? -. Pregunto mirándolo preocupada.

Mi plan estaba funcionando a la perfección y voy a poder hablar con él de esto.

- No sucede nada -. Me dice seco y yo frunzo el ceño, confundida.

Él solo mantiene el contacto visual, sin decir nada. Acerco mi mano a su hombro y él nuevamente me evita poniéndose de pie rápidamente, dejándome con la mano estirada. Clava la caña a la tierra para mantenerla estable y me mira nuevamente.

- William, háblame ¿Qué está mal? -. Interrogo y él lleva las manos a su rostro frustrado.

- ¿Sabes lo difícil que es para mí? -. Dice luego de unos segundos. - ¿Sabes lo difícil que es verte con Nicholas? -. Exclama y lo miro seria.

- Ya habíamos hablado de esto, William.

Él comienza a caminar de un lado a otro, totalmente frustrado.

- Lo sé. Lo tengo más que claro, pero qué mierda quieres que haga.

- ¿¡Y qué quieres que haga yo!? -. Exclamo y con dificultad comienzo a ponerme de pie.

Él se acerca para ayudarme, pero lo aparto y lo hago sola

- No sé qué es lo que esperas de mí -. Le digo con el tono más tranquilo y él se acerca a mí.

- Te amo, Emma -. Me dice y acaricia su mejilla y yo me aparto un paso hacia atrás.

- Lo siento William. Te quiero mucho, eres uno de mis mejores amigos y alguna vez te amé mucho -. Digo y aparto la vista. - Pero eso fue hace mucho tiempo -. Pronuncio y sin desearlo, una lágrima cae por mi mejilla.

No decimos nada más, él vuelve a su pesca y yo me siento sobre una roca a pensar. Amo con todo mi corazón a Nick, pero por más que quiera a William, no es lo mismo. Aunque lo amé mucho en algún momento. Yo a Nicholas lo amo y vamos a tener un bebé en pocas semanas. A William lo quiero mucho, no quiero que eso cambie ahora.

Me pongo de pie en silencio y camino hacia el bosque sola, no quiero seguir con William, estoy triste y enojada con él, me hace sentir muy mal esta situación así que decido irme a la casa sin que lo note, el camino no es tan largo y en caso de que algo pase, puedo usar la radio para comunicarme con él. Definitivamente me voy a ir caminando sola, no soporto un minuto más cerca de él, no se siente bien.