Capítulo 22: Memorias

- ¿Recuerdas cuando Tiffany quedó embarazada en la secundaria? -. Me pregunta el rubio sentado frente a mí y yo asiento con la cabeza.

- Su hijo era hermoso -. Agrego y él sonríe.

- Su nombre era Richard ¿No? -. Pregunta nuevamente y lo miro curiosa, no sé a donde quiere llegar. - Mi punto es que ¿Recuerdas su panza cuando estaba por dar a luz?

- Cómo olvidarla, era casi tan grande como la mía.

- ¡Ese es mi punto! -. Exclama y frunzo el ceño, no entiendo de qué habla. - Durante estos años me he dado cuenta que a las mujeres les crece una forma de panza distinta cuando sus bebés son hombres o mujeres -. Explica y yo embozo una sonrisa, extrañada. - A mi parecer, tu panza creció como si fuese hombre -. Termina de decir el rubio.

- ¿Me estás diciendo que Mary podría no se Mary? -. Le pregunto riendo por lo bajo.

- No te rías, es en serio -. Dice riendo también. - El otro día lo estaba comentando con Lucy, ella también piensa que tienes panza de estar esperando a un varón -. Me dice y yo toco mi panza con ambas manos.

- ¿Qué dices, Maní? -. Le pregunto a mi vientre y levanto la vista nuevamente. - Dice que sus tíos están locos -. Respondo seria y él ríe, haciendo que ría tras él. - También dice que dejes las drogas alucinógenas, te hace mal -. Menciono y me mira sin dejar de reír.

- Loca -. Me dice y ambos reímos.

- Sus palabras, no mías -. Digo levantando las manos en señal de inocencia.

Algo me hizo recordar el tema de la carta que le había llegado antes de que todo esto sucediera. Él me dice que probablemente sus padres lo metieron en eso y que, en caso de ser así, ellos están a salvo en algún lugar. Si lo pensamos bien lo más probable es que sea así ya que su familia era de grandes riquezas y mucho poder por lo que, si es que William fue elegido, es gracias a sus padres.

William nunca se pudo llevar bien con ellos, se llevaban realmente mal y en este minuto, el odio hacia sus padres es intenso con tan solo pensar en que en ellos. Sinceramente me lo espero de sus padres, yo nunca me llevé bien con ellos tampoco, de hecho, cuando los conocí no hicieron más que mirarme en menos y preguntarme sobre mi familia, yo creo que esa fue la cena más incómoda que he tenido en mi vida.

Recuerdo una vez que salimos con William cuando estábamos en la secundaria y Will aún vivía con ellos. Habíamos ido a tomar un café con todos los chicos después de la escuela y él olvidó llamar a sus padres. Como vivía cerca de mí, lo acompañé hasta su casa y antes de que pudiera abrir la puerta, su padre la abrió con brusquedad y le dio una bofetada con fuerza, en frente de mí. Luego le gritó un par de cosas de salir con gente como yo, según ellos, sin futuro, ni dinero, ni influencias en el mundo. Su madre salió por la puerta, se acercó a mí y prácticamente me obligó a irme así que voltee a ver a William una vez más, quién me miró con tristeza, y decidí irme, pero entonces su padre lo volvió a golpear para que le prestara atención a lo que le estaba diciendo. No contuve la rabia y me acerqué a ellos, pasando por sobre su madre, sin importar nada, y tomé la mano de el señor Moss para que no siguiera golpeando a mi amigo. Recuerdo haber recibido una mirada de odio de parte del señor y una de horror de William. Pero después de eso, el señor Moss soltó a William y de manera brusca se zafó de mi agarre. Me acerqué a mi amigo y toqué suavemente su mejilla colorada, notando lo fea que le iba a quedar al día siguiente. Me acerqué al señor Moss y le grité en su cara que debería estar avergonzado de tratar a su hijo así, a las personas en general, pero el hombre simplemente me ignoró y le dijo a William que si seguía saliendo con gente como yo, no se molestara en entrar a su casa nuevamente. William lo observo con un odio desbordante y se fue a casa conmigo, donde fue muy bien recibido por mis padres y hermano. Durmió en la habitación de invitados un tiempo y luego fue rotando entre las casas de nuestros amigos, todos lo recibíamos con gusto cada vez que era nuestro turno. Gracias a Dios, esto pasó al terminar la secundaria y William consiguió un trabajo que lo ayudó a independizarse y poder rentar su propio apartamento. De esta manera comenzó a estudiar en las noches con una beca y trabajar de día para poder vivir sin sus padres. Es un pasado muy oscuro, pero siempre nos ha agradecido por recibirlo en nuestras casas. Eso como mínimo, siempre hay que estar ahí para nuestros amigos, nuestros amigos son la familia que elegimos.

Es triste pensar que el mejor amigo de William era Louis, nuestro querido amigo que lamentablemente no pudo sobrevivir al atentado contra nuestras vidas. Él siempre fue el mayor apoyo de William y más que un amigo suyo, era su hermano, algo así como Charles y yo. Nuestro grupo se conformaba por William y Louis, quienes eran casi como novios a veces. Charles y yo, que somos inseparables desde niños; y Lucy, quien es más reservada con el tema de los amigos y no tiene preferencias, es amiga de todos.

Me pregunto qué diría mi querido Louis de mi embarazo. Me gusta pensar que estaría más que feliz por mí y mucho más emocionado, como siempre le pasaba con mis cosas. Era muy chistoso puesto que yo le contaba algo como por ejemplo que me iba de viaje, y él se emocionaba más que yo. Es una pena que no haya sobrevivido, no hay día en que no lamente su muerte y lo extrañe. Lo extraño demasiado.

Al caer la noche, por fin, llegaron los chicos recargados de cosas. Jack venía en mismo caballo que Nick ya que necesitaban espacio para traer más cosas y usaron al caballo de Jack como burro de carga. Aunque a mi parecer, tal vez se excedieron un poco con la comida, pero según Lucy la vamos a necesitar durante el invierno que viene llegando de manera apresurada.

Gracias a Dios nadie vio a Ícaro en el jardín, donde descansa y protege la casa. Me llama la atención el vínculo que logré formar con el animal salvaje. De todas maneras les voy a tener que decir más adelante sobre mi nueva mascota, para evitar problemas.