Los cálidos brazos de mi mejor amigo me sostienen con fuerza y ternura mientras estamos recostados en el césped del jardín. Sus brazos a mi alrededor me dan una cálida sensación de tranquilidad y pacifican mi ser completamente, cosa que siempre ha logrado.
- Te extraño, Charles. Te extraño muchísimo -. Digo con un hilo de voz y él besa mi cabeza.
- Yo también, más de lo que imaginas -. Me responde en suspiro.
Acurruco una vez más mi cuerpo con el suyo. Las palabras que mi boca pronunciaron hace unos segundos no pueden ser más verídicas. Extraño con todo mi ser, a mi mejor amigo, a mis padres, a Louis, a mis abuelos, tíos y primos. Sin embargo, si nada de esto hubiese pasado, quizás no habría conocido nunca a Nicholas, lo que significa que él, mi ángel guardián, no sería parte de mi vida y por ende, tampoco lo haría mi bebé.
- Quiero que sepas algo -. Musita mi amigo, sacándome de mis pensamientos.
- ¿Qué sucede Charles? -. Pregunto volteando para verlo bien.
- ¿Te gusta verme en tus sueños, no es así?
- Por supuesto que me gusta, pero lamentablemente no pudo hacerlo cuando yo quiera, no es algo que dependa de mí -. Respondo bajando la cabeza.
Una punzada en mi pecho hace que sienta un sentimiento horrible, una tristeza enorme se forma al recordar que estos momentos son transitorios, solo poder ver a mi mejor amigo en mis sueños de manera aleatoria.
- ¿Qué pensarías si te digo que si puedes? -. Pregunta. - ¿Qué dirías si es que puedes tener estos sueños especiales cada vez que quieras? -. Pregunta tomándome de la barbilla para que lo mire.
- Te diría que es algo imposible –. Le respondo con el ceño fruncido y busco una respuesta en sus resplandecientes ojos. - ¿Qué estás insinuando?
- Hemos descubierto algo -. Dice en susurro mientras se acomoda en su lugar y observa a nuestro alrededor.
Me acomodo bien en mi lugar y lo miro con atención para entender con exactitud lo que me está diciendo y por qué me comienza a hablar en susurro. Se supone que estamos en un sueño ¿No? En mi sueño, pero lo que más me intriga es la palabra "Hemos" ¿Por qué habla en plural?
- ¿Hemos? ¿Tú y quiénes más? -. Pregunto, pero pone su mano en mi boca para que guarde silencio, dejándome realmente confundida.
- Nos pueden descubrir, habla más despacio –. Murmura volviendo a mirar a su alrededor mientras destapa mi boca.
- Quién Charles, quién nos va a escuchar -. Respondo bajando el tono algo histérica. - Estamos en un sueño ¿No?
- Acá arriba, me he hecho algunos amigos, unos muy importantes y por esto no pueden saber lo que te voy a decir ahora, pero antes, prométeme que no se lo dirás a nadie aparte de los chicos –. Me pide y yo asiento sin saber bien de lo que está hablando. – Como te estaba contando. Estos amigos que me hice me informaron que, en el refugio de Nuevo México, de alguna manera, ciertas personas desarrollaron una habilidad, un don para comunicarse con sus seres queridos que ya no están con ellos. Eso quiere decir que de alguna manera desarrollaron el don de transportase hasta el plano astral de manera optativa, algo así como los sueños especiales que ustedes tienen, pero con una potencia mucho más fuerte.
- No entiendo Charles ¿Quieres decir que hay otra dimensión?
- No lo llamaría precisamente una dimensión, pero si te sirve para entenderlo...
- Explícamelo entonces –. Insisto y él suspira, pensando en la manera de explicarme bien y saca una hoja de papel de su bolsillo.
- Imagina que ustedes, los vivos, están en esta parte de la hoja -. Dice indicando la parte superior de esta. - Es llamado plano físico. Ustedes viven en esta realidad y nosotros, los muertos, vivimos en, esta también, pero ustedes son incapaces de vernos, aunque estemos presentes en cada lugar durante cada segundo.
- ¿Quieres decir que, aunque no los veamos, ustedes siguen en este plano físico, pero nosotros no los vemos?
- Exactamente. El punto es que este es el plano astral –. Dice apuntando ahora la parte inferior de la hoja. – Y nosotros habitamos este plano, junto con los cuerpos astrales de los vivos.
- Me volví a perder.
- Emma, concéntrate por favor, no tengo mucho más tiempo y si me descubren no sé qué será de mí -. Me dice sosteniendo mi rostro en sus manos. – Existen dos planos, el físico y el astral y cada ser en este universo tiene dos cuerpos, el físico que es tu cuerpo vivo y que habita en el plano físico donde tú vives tu realidad junto con los demás seres vivos y sus cuerpos físicos. Y el cuerpo astral, que también es tu cuerpo, pero habita el plano astral sin que tú lo sepas, aunque de igual manera influye en tu vida. Las personas que mueren, pierden su cuerpo físico, pero nunca el cuerpo astral, lo que nos deja rondar entre el plano físico y el astral, cosa que los vivos no pueden hacer en su cuerpo físico. El dilema que está en juego ahora es que algunas personas están desarrollando el don, como lo llamamos, de viajar desde su cuerpo físico hasta su cuerpo astral y llegar hasta el plano astral.
- Eso es lo que hemos estado haciendo ¿No? Con los sueños especiales.
- No precisamente. Lo que ustedes han estado haciendo en estos sueños especiales es lograr comunicarse con los cuerpos astrales de los muertos, no viajar hasta el plano astral ¿Se entiende? -. Pregunta y yo asiento. – A lo que quiero llegar con todo esto es que tienes que comenzar a intentar desdoblarte, hacer que tu cuerpo viaje hasta el plano astral, de esta manera podrás estar con todos los seres difuntos que quieras, cuando quieras y donde quieras. Sería como que nos vuelvas a tener de manera temporal. Dile a los chicos, explícales que pueden volver a encontrarse con sus seres queridos, que los extrañamos y que los podemos ayudar en todo lo que necesiten -. Me dice aún con mi rostro entre sus manos y besa mi frente. – Ya llevo mucho tiempo aquí, es hora de que despiertes.
- ¡No! ¡Espera! -. Exclamo y mi cuerpo se desvanece como papel en el agua.