The Young

Capítulo 5

Parte 1

 

- Esto está mal, muy mal...

Fabiana, Arturo, Merlín y Renato, llegaron a Lorhill, la primera ciudad de Camelot después de 5 largos días de viaje. Hubiera durado mucho más de no ser por Merlín, quien puso cierta magia en las herraduras de los caballos haciendo el trayecto más rápido y menos exhaustivo para el pequeño grupo. La comida no fue problema para ellos, gracias a que Arturo llevo consigo suficiente carne de res para el viaje, la carne estaba sazonada por algunas especias haciendo más fácil el consumirla ya que solo necesitaban fuego para rostizarse, para los caballos no hubo problema, había mucha vegetación creciendo por doquier y manzanas que caían de los arboles. Solo debían de asegurarse de encontrar algún lago si es que no querían morir deshidratados junto a sus caballos. Tuvieron suerte de no encontrarse con algún bandido en todo el viaje, aunque no había necesidad de preocuparse después de todo Merlín estaba con ellos. Sin embargo, Renato no se mostraba cómodo, su mirada y su expresión corporal hacían indicar que algo no andaba bien.

-¿Que está mal Renato? ¿Ha pasado algo?- pregunto Merlín

- ¿Que está mal? El festival ya debe haber acabado ¿¡Y ahora que haremos!?

- Odio admitirlo pero también tenía curiosidad por ver la espada- dijo Fabiana mientras suspiraba

- ¿De qué están hablando? el festival dura 1 semana- dijo Arturo

-¿Eh?- respondieron Fabiana y Renato

Tras escuchar esto, Renato se sintió aliviado, la tranquilidad de saber que aun había una oportunidad de ver a la legendaria Excalibur aun no se desvanecía, por otra parte, Fabiana sonreía ligeramente susurrando un "menos mal".

-¿E-Es eso cierto?

- Si, pero no canten victoria chicos, técnicamente llegamos a Camelot, pero nos tomara 1 día más llegar al reino- agrego Merlín mientras reía

Aquellas palabras fueron poco alentadoras para Renato, sin embargo, esto no lo deprimía en lo absoluto, ya que si lo que Arturo dijo sobre el festival era verdad, aun podían contar con 1 día para poder tratar de ver a Excalibur.

- ¡Eso no es nada! 1 día más no me detendrá- exclamo Renato mientras reía

- Dudo mucho que alguien como tú pueda levantar la espada además...

Fabiana se acerco hacia donde estaba Renato, y con un ligero susurro dijo...

- No dejare que hagas nada estúpido

La voz de Fabiana sonaba ruda y seria, ella no estaba bromeando al decir que no se entrometiera en ninguna cosa que llegara a pasar.

- Lo entiendo, lo entiendo, n-no haré nada malo lo prometo

Fabiana siguió por el camino en donde estaba, a su vez que Renato la miraba mientras se alejaba con algo de miedo, muy diferente a la primera vez que se encontraron.

-¿Que sucede?- pregunto Fabiana

- Nada, solo que eres muy diferente de lo que creí

- Lo siento, ya habrá tiempo de hablar sobre eso, por ahora solo concentrémonos en seguir, todo se aclarara al llegar al reino. Al igual que tu, no tengo idea de lo que planea Merlín. Sin embargo...

La muchacha alzo su rostro, y con una sonrisa dijo:

- El que sea Merlín, hace que suene emocionante ¿No lo crees?

“Tiene razón” pensó Renato asintiendo con la cabeza. A pesar de todo, el joven quería conocer mas sobre la "edad oscura" y los secretos que esta guardaba. Aunque seria imperdonable si llegara a entrometerse tal como lo dijo Fabiana, habian muchas cosas de lo cual debían hablar, pero por ahora lo único que quedaba era continuar el viaje por Lorhill hacia su destino.

Después de 12 horas de viaje y llegada la noche, el pequeño grupo decidió tomar un descanso antes de seguir, sentándose alrededor de una fogata mientras asaban lo ultimo que les quedaba de comida.

Pero decir lo "ultimo" seria una mentira, o al menos lo seria para Renato, ya que en sus pertenencias no solo llevaba ropa, sino también algunos snacks, botellas con agua y chocolate. Pero eso no era todo, siguiendo la advertencia de Fabiana, empaco también pastillas, como anti-gripales, para la fiebre y entre otros medicamentos más, e incluso llevo consigo su antiguo inhalador, solo si por casualidad le diera un ataque de asma como la que sufría en su niñez. No obstante, debía tener mucho cuidado en mostrar todo eso a Merlín, Arturo, o cualquier otra persona, quien sabe cómo reaccionarían los demás al ver todo eso.




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