Capitulo 13

Capítulo 13:

Muy dentro de un bosque denso y oscuro donde los únicos colores que se podían ver eran grises o negros, caminaba una niña de 12 años su rostro estaba manchado de sangre y su mirada era vacia e inexpresiva. El silencio que la rodeaba era estremecedor y lo único que se oía era el sonido de sus pasos.

Yumei que camina aturdida no entendía el porque estaba en este lugar sombrío, había aparecido aquí de repente e inconscientemente sentía que tenía que encontrar algo para salir de aquí, no sabía lo que era pero había algo en su interior que le decía que siguiendo ese camino podía encontrar lo que estaba buscando. No se cuanto tiempo camino así pero al pasar por un árbol se encontró con algo diferente de lo que había visto hasta ahora, un color diferente, el color de la sangre.

El sendero poco a poco se fue manchando de sangre mezclada con tierra, carne, cadáveres, haciendo todo el trayecto grotesco de repente, pero Yumei seguía sin inmutarse por todo esto, la sangre esparcida por todas partes, en algún punto empezó a acumularse hasta formar un charco de sangre lleno de cadáveres de ninjas. 

Yumei se detuvo de repente, en frente de ella había el cadáver de un ninja Uchiha, ella sintió una palpitación repentina en el pecho, había algo en ese cadáver, algo que le resultaba familiar, se agacho para poder observar más de cerca, el ninja en el suelo tenía el cabello alborotado y atado en una trenza, y tenía en su mano una espada corta.

Al reconocer esas características familiares, Yumie sintió un dolor  agudo en el corazón, sus manos empezaron a temblar y con cuidado volteo el cadáver para verle el rostro, era un adolescente muy guapo y con rasgos muy similares a los suyos, era Izuna.

Las lágrimas pronto aparecieron en los ojos de Yumei que abrazaba con fuerza el cadáver de su hermano, rodeada de sangre y muerte.

….

“¡¡¡aahhhhhhhhhhh!!!!”

Un  grito agudo resonó en la sala médica.

El médico ninja a cargo, escuchó el grito y  entró apresuradamente,  pensando que había pasado algo. 

Al fondo de la sala médica, separada por una cortina, en una habitación estaba la única hija del patriarca, que estaba sentada acurrucada en una esquina del lugar fuera del tatami.

Yumei, que acababa de despertarse, se cubría la cara manchada de lágrimas, cuando recobró la conciencia, se dio cuenta de que estaba en un lugar extraño, sola sin su hermano, y lo último que recordaba era la escena de su hermano pidiéndole perdón.

Yumei cerró sus ojos con dolor, al sentir todo el lugar con su percepción, se dio cuenta de que estaba en el campamento principal del clan Uchiha, pero no sintió por ninguna parte a Izuna, al darse cuenta de esto, cayó en cuenta de que probablemente su hermano la envió inconsciente mientras él se quedaba para retrasar a los enemigos, para salvar su vida. 

Al recordar  la pesadilla que acababa de tener, las lágrimas empezaron a nublar su visión. 

Yumei, sintió como su corazón se retorcía de dolor, su amado hermano, Izuna, probablemente había muerto por su culpa.

Yumei temblaba por todas partes, y sus heridas se habían abierto de nuevo por sus bruscos movimientos.

Sin que ella se diera cuenta sus ojos se habían puesto rojos, con dos tomoe girando alrededor de sus pupilas.

El médico ninja que había entrado se quedó un momento en silencio al ver la situación de la paciente, sabiendo de la situación en la que la encontraron no dijo nada sobre el tema.

“Señorita, ya se despertó, déjeme revisar sus heridas”

El médico se acercó a arreglar las vendas ya manchadas de sangre en su brazo.

“¿Dónde está Izuna?”, Yumei preguntó en voz baja. Aun sabiendo que era casi imposible Yumei no quería rendirse, tal vez su percepción había fallado hace un momento.

El ninja médico detuvo sus movimientos y se quedó en silencio por un largo rato. No pudo decir nada al respecto.

Yumei al sentir el largo silencio del médico, perdió por completo sus esperanzas, ya sabía la respuesta en su corazón, una respuesta que no quería aceptar. Se acurrucó más en esa esquina tratando de ignorar todo a su alrededor.

Al verla así el  ninja médico solo pudo suspirar de impotencia, iba a continuar con sus acciones anteriores, cuando se escuchó un alboroto en la sala pública.  

El médico salió de la habitación con una disculpa, había más heridos llegando en cada momento , ya que el clan se encontraba aún en una guerra,  además de que sabía que la paciente  necesitaba un tiempo sola.

Yumei no prestó atención a la salida del médico, estaba inmersa en su propio dolor.

………….

No se cuanto tiempo había pasado pero Yumei aun seguía en la misma posición, no se había movido ni un centímetro. Aun cuando escuchaba mucho movimiento en la otra sala no reaccionó. 

Hasta que sintió el chakra familiar y una sombra posarse sobre su cuerpo.

“Yumei”

Al escuchar la voz de su hermano ella levantó la mirada, su sharingan aun estaba abierto, su mirada estaba vacía y sin vida, y sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar.

Al verla así, Madara solo se sintió angustiado. Sabía que su hermana se había imaginado lo peor, así que solo pudo llevarla.

“Ven te mostraré algo”, dijo Madara mientras le ayudaba a ponerse de pie y salía con ella hacia otra habitación . Yumei solo lo siguió aturdida.

Llevando con cuidado a su hermana, se dirigieron hasta donde se trataban a pacientes con heridas graves.

Cuando entraron a la habitación Yumei levantó la cabeza al sentir el débil pero familiar chakra, en su vista pudo ver a un adolescente con el rostro pálido y el torso desnudo siendo atendido por los ninjas médicos.

Era Izuna.

Yumei sintio como las lagrimas brotaban de sus ojos que por fin habian vuelto a ser negros. Con la ayuda de su hermano se acercó a Izuna  y al ver que su pecho subía y bajaba lentamente, sintió una gran alegría y alivio de ver de nuevo a su hermano.