Capítulo 20
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En el centro del campo de batalla….
La familia de ambos patriarcas estaban en posiciones completamente opuestas, los hermanos Uchiha lamentaban la muerte de su padre y la familia Senju observaba la escena con calma a una distancia cercana.
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Butsuma que había observado toda la situación de principio a fin, frunció el ceño en confusión, sentía que algo extraño había pasado durante su batalla con Tajima. Según las capacidades de Tajima, él había podido escapar fácilmente de su ataque, pero por alguna razón él se había detenido en el momento crítico, ocasionando su muerte, pero cualquier cosa que hubiera pasado ya no tenía sentido alguno.
Con la muerte del patriarca enemigo, los Senju eran vencedores en esta batalla, pero si asesinaban completamente a la familia del patriarca, podrían debilitar aún más a los Uchiha,
Entonces tomando una decisión rápida, se acercó sigilosamente hacia los hermanos Uchiha que estaban alrededor del cadáver de Tajima.
Tobirama que estaba junto con Hashirama observando la situación, se dio cuenta de las acciones de Butsuma y entendió instantáneamente sus intenciones. Él también tenía los mismos pensamientos que su padre, así que sin más preámbulos siguió detrás de él, era una excelente oportunidad para acabar con los Uchiha.
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Madara que cuidaba de sus hermanos, sintió repentinamente el acercamiento de dos chakras maliciosos, aunque estaba muy dolido por lo sucedido, no era ingenuo, sus muchos años de experiencia de combate le hicieron entender que los Senju no eran tan amables como decía su reputación, no iba a dejar que se acercaran a sus hermanos indefensos, así que activo el Susanoo en un abrir y cerrar de ojos, encerró a sus dos hermano dentro de este y se dirigió a enfrentarse directamente a Butsuma y Tobirama……
“¡¡¡¡¡¡ATAQUEEE!!!!!!!”
El campo de batalla que no se había detenido en ningún momento, no hizo más que volverse más caótico, con la lucha directa de su respectivos líderes, ambos bandos se habían vuelto más agresivos con sus contrincantes.
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Dentro del Susanoo…
Izuna estaba arrodillado en el suelo cerca del cuerpo de su padre, por su rostro aun corrían lágrimas de sangre, sus ojos, sin saberlo se habían convertido en un par de caleidoscopio. Lenta pero firmemente levantó una de sus manos para limpiarse la sangre de las esquinas de sus ojos, y en sus pupilas sintió el poder que su dolor le había otorgado, un poder que le ayudaría a vengarse de sus enemigos y proteger a su familia.
Sintió el movimiento de sus alrededores, y dirigió su mirada a la espalda de su hermano, Madara los estaba protegiendo dejando el Susanoo que era su defensa solo para cuidarlos, se giró a mirar a su hermana que lloraba mientras abrazaba el cuerpo inerte de su padre, y cerró los ojos con fuerza, su rostro pálido mostró determinación, iba a vengar a su padre, los Senju tenían que pagar por lo que hicieron..
Le dio una última mirada a la espalda de su hermana y a su padre antes de levantarse y dirigirse a luchar junto con su hermano, saliendo del interior del Susano y dejando completamente sola a su hermana.
Con la llegada de Izuna, Madara por fin pudo relajarse un poco, con su ayuda juntos empezaron a revertir la situación…….
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Hashirama estaba parado en medio del campo de batalla y observaba aturdido el enfrentamiento de su familia y de Madara, así como a los ninjas que luchaban a sus alrededores, cada uno con la intención de matarse. Algunos eran tan viejos como su padre y otros eran tan jóvenes como sus hermanos fallecidos. Se podía ver los cadáveres ensangrentados y mutilados de muchos ninjas asesinados, el suelo estaba manchado con sangre, pero era algo común en esta era.
“[Esto no me gusta ]”, pensó en su mente, sabía que muchos de estos niños no volverían a sus hogares al igual que muchos ninjas.
“[¿Puedo hacer algo para cambiar esto? ]”
Dirigió su mirada hacia al interior del Susano azul donde una figura delgada abrazaba el cuerpo inerte de un ser querido, miró su hermano, su padre, a su amigo Madara y a su hermano menor, todos luchando con odio, solo por una misión, una misión que.. sustentaría sus vidas durante años.
Recordó el sueño que habían tenido él y Madara cuando eran más jóvenes, un lugar donde los niños podían crecer sano y felices y los ninjas no tendrían que luchar por su vidas generando más odio entre ellos…
Tenía que detener esta situación de alguna manera, quería solucionar esta larga lucha de ninjas a través de su sueño, sabía que si se unían los dos clanes eso sería posible, pero… habia tanto odio aucmulado entre ellos que no seria nada facil, pero no se rendiria , sabia que algun dia cumpliria su sueño aunque esto le llevara toda la vida.
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El humo y el polvo se levantaba con el movimiento de dos ninjas, el ninjutsu que liberan era mortal, pero el joven aún tenía cierta ventaja sobre el mayor…
Butsuma que estaba luchando contra el joven patriarca Uchiha, no era tan fuerte como su hijo, sus muchos años de experiencia apenas bastaban para hacer frente a Madara, sin embargo cada vez perdía más terreno en esta lucha. Sabía que solo Hashirama podía contener a este chico.
“¡Hashirama!...”, solto un grito para recordarle a su hijo, con su ayuda podrian eliminar a Madara, pero ese tonto descuidado aún está aturdido allí sin moverse.
Dirigió su atención nuevamente a Madara, por ahora solo podía contenerlo hasta que llegara Hashirama….
Iba a lanzar un ataque con un kunai hacia Madara, cuando de repente en sus oídos, pudo escuchar el claro sonido de una espada atravesando la carne. Al sentir un dolor repentino que provenía de su espalda, se dio cuenta que el sonido provenía de sí mismo, un poco aturdido bajo su mirada hacia su pecho, solo para ver que la punta manchada de sangre de una espada familiar salía por su corazón.