Observo a April al otro lado del sofá abrazando una almohada, Camille come palomitas viejas en el sofá de al lado, Michael y Andrew tuvieron que salir de la ciudad por motivos laborales y yo he comenzado a aburrirme terriblemente al no hacer nada. Este fin de semana Richard lo ha dejado como un descanso, después de lo que sucedió ayer, y Camille prometió tomar lecciones de conducir por un par de meses para evitar situaciones que terminen por acabar con nuestras vidas. -Esto es terrible, somos tres chicas hermosas de veintidós y tenemos la energía tres ancianas- hasta su voz ha comenzado a sonar como una, sin embargo, creo que ellas tienen más energía que nosotras. - ¿Por qué no vamos a un antro? Busquemos a un chico lindo con el cual podamos pasar el resto de nuestras vidas, tener hijos y... -.
-Lo único que quieres es casarte con alguien que te mantenga para toda la vida, que pague tus deudas y cumpla tus antojos. Si en verdad esperas eso, entonces créeme que te dejarán en menos de una semana, y es mucho tiempo- Camille le lanza una almohada y ésta la recibe con las manos. -No miento, nadie quiere a una chica que no sabe hacer nada en el hogar, y si no piensas trabajar qué es lo que esperas, ¿qué contrate para ti a alguien que haga la limpieza? Eso solo sucede con chicas de una familia de gran importancia, y con ello me refiero a que tienen mucho dinero-.
- ¡Cierra la boca! Si tan solo Sophie hubiese invitado a salir a aquel chico lindo en la fiesta quizás ya me habría presentado a un amigo suyo, oh April, debiste verlo, era tan guapo, musculoso y elegante, su expresión era como la de un Dios o algo mejor, pareciera que alguien hizo Photoshop en todo su rostro. Vaya... es una lástima que no lo hayas visto de nuevo- es una lástima haberlo visto de nuevo, si le dijera que ayer estuve con él habría pasado todo el día rogando por que se lo presente. Me levanto del sofá y veo por la ventana, es una noche preciosa y las estrellas no dejan de brillar, no creo que sea bueno quedarnos aquí con una noche como esta. - ¡Sí! Me gusta esa cara, ¡iré a ponerme algo sexi! – se levanta de inmediato a corre en busca de los mejores vestidos que tiene.
- Ay por qué, yo quería pasar la noche tranquilamente y... a quien engaño, quiero beber mucho y bailar como nunca, al diablo, vamos a ponernos como diosas- tira de mi mano y la sigo riendo, Camille ha comenzado a sacar toda la ropa de su armario y April parece buscar entre sus zapatillas el par que complemente lo que sea que haya pensado usar. Comienzo a arreglar mi cabello, y una vez que he terminado comienzo a buscar el vestido que Henry me regaló el día después de la fiesta en que me encontré con su jefe, según sus palabras se trataba de una ofrenda de paz, he de admitir que tiene un excelente gusto, es color dorado y tiene brillos por todas partes, un hermoso descote en la parte de la espalda y uno más pequeño al frente. -Vaya, alguien va a conseguir un novio esta noche- niego de inmediato.
-Solo pretendo divertirme-.
Hemos llegado a la entrada y al tener los brazaletes VIP hemos podido entrar antes que la enorme fila de personas que hay, es una de las grandes ventajas que tiene el ser mesera y trabajar en diversos lugares, conoces personas que son realmente amables y consiguen este tipo de cosas paras nosotras. -Te dije que el ser más atentas con el llenado de la copa de Brown nos traería beneficios- dice Camille con una amplia sonrisa mientras muestra su brazalete de plata con el colguije VIP, los cuales solo son entregados a los clientes más importantes del lugar. Nos dirigimos a la barra, April pide lo de siempre, whiskey Jack Daniels, Camille lo bebe como si fuese agua y se va con un chico que le hace una señal con la mano para que vaya a bailar.
-Solo mírala, cualquier chico lindo que la observa cae ante sus pies, después la conocen y la abandonan de inmediato- la música suena tan alto que apenas y logro escucharla. - ¡Vamos a bailar! – sigo su ritmo al beber y la sigo, hay tantas personas que es un poco difícil bailar con comodidad, aun así, no puedo evitar sonreír como una tonta, mi corazón late enérgicamente, las vibraciones que emite cada canción son como un golpe en mi pecho, April sonríe.
Bebemos hasta que el dinero en nuestros bolsos se ha terminado, he comenzado a sentirme un poco mareada, pero no lo suficiente como para obligarme a sentarme. - ¡Debimos traer más dinero! Podemos bailar con algún chico y podrán invitarnos una más- la idea de no traer con nosotras demasiado dinero a este lugar es que no bebamos hasta perder el conocimiento.
-Yo estoy bien, si quieres ir hazlo, estaré bien- se aleja sin pensarlo más tiempo, me acerco a una de las mesitas vacías y dejo mi bolso sobre ella. Veo las luces, parecen moverse en sintonía de la música, es realmente genial venir aquí cuando me has cansado de la monotonía de lo que hago, hacer algo diferente cada cierto tiempo hace que me sienta con mayor energía, a excepción del día siguiente, la resaca no es un juego en este tipo ocasiones. No puedo creer que ni siquiera me duelan los pies después de bailar por tanto tiempo, pero si fuese a correr no podría ni hacerlo por más de un minuto y medio, hasta el momento ese es mi récord. De pronto un chico aparece frente a mí con dos vasos de cristal con lo que parece ser whiskey, lo ofrece y desde ese punto puedo ver como diminutas burbujas suben al exterior.
-Es para ti preciosa, dime ¿por qué estás sola? – recibo la bebida sin intención de beberla. - ¿Eres nueva por aquí? Nunca antes te había visto, no debes andar por aquí sola ¿sabes? Alguien podría secuestrarte usando ese vestido- su mirada comienza a asustarme, no puedo ubicar a Camille o a April. -Anda, bebamos esto y vayamos a bailar un poco-.
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Editado: 25.08.2021