La escuela de siempre, las clases de siempre. Lily solo podía describir su día con una palabra: monótono. No era como si ella se esforzara mucho en cambiar ese hecho, claro estaba, su vida era mejor sin sorpresas ni incidentes que perturbaran su rutina. Es por eso que las palabras de Alessia quedaron grabadas en su mente; aquellas que le recordaban que sus últimos días habían sido más interesantes que el año entero junto.
La reflexión la acompañaba mientras caminaba hacia el salón de profesores después de terminar las clases del viernes. Se dirigía a recibir instrucciones del área en la que debería cumplir su castigo de limpieza.
No sabía cómo sentirse respecto a la situación, pero por alguna razón su estómago le indicaba que pasar más tiempo al lado de Ethan conllevaba emoción y ansiedad. Seguía sin entender por qué se sentía de esa forma cuando estaba cerca de él, quizá era tan sólo el hecho de que no estaba acostumbrada a convivir con chicos de esa manera.
Se cuestionaba si el consumir tantos dramas y libros románticos le había nublado el juicio con respecto a las relaciones en la vida real.
—No te puede gustar, apenas lo conoces—pensaba mientras su salón de destino se acercaba—Actúa normal, a él seguro ni te le cruzas por la mente
Asomó su cabeza para buscar al profesor en cuestión encargado de controlarles, y no tardó mucho en encontrarlo. Al entrar para hablarle notó que sus dos compañeros de reprimenda ya esperaban recostados en la pared. El cosquilleo en su estómago pasó a su espalda al encontrarse con los ojos de Ethan.
—Profesor, ya estoy aquí—le llamó la atención mientras levantaba tímidamente su mano. El aludido, que se encontraba en una de las mesas calificando algunos cuadernos, levantó la vista y sonrió levemente al encontrar a la chica.
—Tú debes ser Lily, gracias por venir a tiempo—dijo mientras se ponía de pie y buscaba una hoja en particular entre sus pendientes—Bien, ya que están todos aquí, necesito que firmen por acá. Lo harán al iniciar y al terminar sus tareas.
Ethan y Lily asintieron casi al mismo tiempo, mientras que Roy se acercaba sin mucho entusiasmo. La chica decidió ponerse detrás de ambos para ser la última en llenar la hoja; había cierta información que quería verificar.
Una vez fue su turno, se tomó un par de segundos antes de escribir para leer los datos escritos arriba, particularmente, los apellidos de ambos chicos. Sin embargo, algo no concordaba con lo que había escuchado el día anterior.
—Creí que eran…
—Lily, ¿ocurre algo?—la voz del profesor la regresó en sí.
—Ah, no, nada—respondió apresurada—Listo—dijo para luego entregar la hoja de vuelta.
—Empezarán hoy por el salón de música, limpiarán el piso y quitarán el polvo a los instrumentos guardados, dos horas serán suficiente—les ordenó al tiempo que tomaba asiento de nuevo—Tomen las cosas del closet, iré a supervisarlos sin aviso, así que por favor, haganlo bien y no me hagan llenar este reporte… sería una molestia mutua
Lily sonrió ante el comentario del profesor Robin. Era la primera vez que tenía la oportunidad de hablar con él, y al parecer era tan amable como lo pintaban.
Los tres salieron luego de escuchar las instrucciones y se dirigieron hacia el salón. En el trayecto reinó un silencio incómodo, pues Roy caminaba sin muchas ansias por llegar y había quedado bastante atrás de Ethan y Lily. Esta última no sabía muy bien como dirigirse hacia él luego de lo ocurrido, pues a juzgar por su actitud del día anterior, todo parecía indicar que se encontraba molesto.
—Oye—la voz de Ethan le hizo sobresaltarse, no esperaba que fuese él quien le hablara primero. Todos las posibles conversaciones iniciadas por ella que había armado en su mente se diluyeron—Sé que tienes derecho a estar enfadada, pero… solo quería decir… que lo siento—la timidez podía notarse tanto en su rostro como en su voz. Lily volteó hacia él, sorprendida. Esperaba cualquier tipo de reclamo señalando su culpa por haber insistido en llevarle la prenda al salón, pero jamás una disculpa por su parte.
—¿Qué? No… de verdad, no tienes que decir eso—negó con la cabeza Lily mientras agitaba sus manos para asegurarle que la disculpa no era necesaria—Yo no debí llegar y mucho menos golpearle, sé que reaccioné mal… así que…
—No, lo que te dijo fue…—se detuvo mientras esperaba encontrar el adjetivo correcto para la falta de pudor de Roy.
—Fue una tontería, no importa—aseguró la chica con una sonrisa—Pero… en todo caso, creo que la disculpa no la debes dar tú—le susurró mientras señalaba discretamente al que caminaba detrás de ellos—¿Por qué te disculparías por él?—Lily recordó la forma en que Ethan había tomado la culpa por él el día anterior.
Ethan bajó la vista y se mantuvo en silencio, y Lily entendió que no era un tema sencillo para él.
Luego de haber escuchado al director llamarles “familia”, se preguntaba si esos dos serían primos, o en un caso más extraño, hermanos. Sin embargo, se encontró con que ninguno de los apellidos de los chicos coincidía, por lo que se hallaba sin la más mínima idea del tipo de relación que tenían.
—¿Se refería a que todos los estudiantes somos familia?—la idea en sí era ridícula, por lo que tan sólo rió internamente luego de pensarlo.
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Editado: 18.10.2024