—¿E-Ethan?
Las miradas de los dos chicos frente a frente en el umbral decían todo lo que no podían articular con su voz. Ethan no entendía el porqué Lily se había aparecido en su casa, mientras que la castaña se cuestionaba si Roy le había gastado la broma más pesada de su vida.
—Yo… lo siento… lo que pasa es que… Bueno, es una larga historia—tartamudeaba Lily con urgencia por dar una explicación mientras Ethan seguía inmóvil sosteniendo la puerta.
—¡Llegaste!—interrumpió una voz desde dentro de la casa.
Ethan se giró hacia atrás al ver la mano de Roy abriendo la puerta por completo para salir a recibir a su visita.
—¿Roy? ¿Sí vives aquí?—preguntó sorprendida Lily.
—¿De qué hablas? ¿Por qué te mentiría?—el chico se asomó con una enorme y burlona sonrisa de oreja a oreja, como si esa situación le estuviese dando la diversión que tanto ansiaba. Se giró hacia Ethan para confirmar que su reacción era la esperada y, en efecto, su hermanastro estaba estupefacto por la manera en que Lily y él hablaban con tal confianza.
—¿Lily? ¿Tú… buscabas a Roy?—le cuestionó aún sin salir de su impresión.
La chica reaccionó de inmediato negando con las manos; recién se había dado cuenta de que la situación podía malinterpretarse muy fácilmente.
—Ah… sí, pero no… Verás, no es por nada extraño, hoy en la escuela dejé mi…
—Ven, no te quedes ahí parada, lo dejé adentro—Roy interrumpió inmediatamente su explicación mientras tomaba a Lily de la muñeca para llevarla hacia adentro y subir las gradas que se encontraban frente a la entrada.
Ethan se quedó estático en la puerta, no entendía nada de lo que estaba pasando. ¿Por qué Lily quería ver a Roy? Esa misma tarde lo único que se podía percibir entre ellos era que no se soportaban el uno al otro. Pero más importante, ¿por qué Lily hablaba tan confiadamente con alguien que la había ofendido de la manera en que Roy lo había hecho?
Reaccionó y sacudió sus pensamientos para ir detrás de ellos, fuese lo que fuese no podía esperar nada bueno de él.
—¡¿Qué haces, idiota?!—le reclamó Lily mientras se liberaba con dificultad del agarre. Para ese entonces ya habían llegado al segundo nivel de la casa y Roy la intentaba guiar hacia el pasillo derecho—Mi hermana está esperándome afuera y si nota que me has traído…
—¿No quieres tu celular?
—¡Es lo único que estoy esperando para irme de aquí!—le respondió exasperada. Sin embargo, había algo más que también necesitaba: una explicación—¿Ethan vive con este tonto?—Su rostro, que aún estaba sonrojado, y la velocidad de sus latidos delataban su nerviosismo. Aún estaba asimilando el hecho de que posiblemente estaba en la casa de Ethan.
El sonido de la puerta que abrió Roy la devolvió a la realidad. Frente a ella estaba la habitación de éste último; una típica habitación de adolescente, desordenada, con un par de repisas decoradas con figuras de videojuegos y ropa tirada aleatoriamente en el suelo.
Antes de que Lily pudiera decidir si entrar o no detrás de Roy, la mano de Ethan se posó gentilmente en su hombro, evitando de forma sutil que la chica diera otro paso.
—¿Qué estás haciendo?—por un momento, Lily creyó que la pregunta en tono brusco iba dirigida a ella, pero al voltear hacia Ethan supo que era en realidad para Roy.
—¿De qué?—respondió burlón—Estoy con una amiga, ¿nos das privacidad?
Lily abrió los ojos molesta por las palabras que de nuevo harían que Ethan malinterpretara todo.
—¿Cuál privacidad, idiota? Sólo dame mi teléfono
—¿Teléfono?—los ojos café de Ethan ahora se giraron hacia Lily cual pidiendo que ampliara la información.
—Mi teléfono, este tonto lo tiene—dijo mientras lo señalaba acusadoramente—Y no me dejó otra opción que venir hasta acá para devolvérmelo
—¿Se lo quitaste?—la pregunta de Ethan sonaba más bien a acusación. Apartó con cuidado a Lily para entrar a la habitación y caminó con claro enojo hacia el chico.
—Lo encontré—corrigió al ver que las intenciones de Ethan no parecían nada buenas. Tomó el celular que se encontraba boca abajo en su escritorio y lo mostró con una media sonrisa a ambos—Fui muy amable al guardárselo.
Lily suspiró molesta, siguió los pasos de Ethan para adentrarse en el cuarto y, sin decir nada, le arrebató el objeto en un abrir y cerrar de ojos.
—Bonitos stickers, por cierto—se burló Roy, refiriéndose a los chicos de One Direction que adornaban la parte trasera del celular.
—¿Por qué la hiciste venir hasta acá?—a pesar de entender mejor la situación, la molestia de Ethan no había desaparecido para con Roy. Estaba bastante apenado por la chica—Lily, lo siento si te molestó, de haber sabido, yo… podría haberlo llevado para ahorrarte todo esto.
—Está bien, ya lo tengo de vuelta, es lo que importa—le interrumpió mientras mostraba su dulce sonrisa, totalmente contraria a la expresión de enojo que hasta hace cinco segundos tenía—Pero…creo que no es apropiado que siga aquí, mi hermana se preocupará si no me ve salir.
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Editado: 18.10.2024