Con el libro entre sus manos, Sofí pensaba: “Hay continuas referencias en este libro a la situación de peligro de los humanos en el futuro. Son como anotaciones de advertencia que nada tienen que ver con la historia de los gatos a través de los tiempos. Parecen llamadas de ayuda, pero… ¿por parte de quién? ¿Quizá las haya escrito también Sebastián Gormín?” Entonces a Sofí se le ocurrió ir a la última página del libro y quedó totalmente impresionada por lo que leyó allí: “Eres la muchacha de la Tierra, la elegida para hacer efectiva la unión pacífica entre gatos y humanos, según nuestras creencias ancestrales, y salvar así a tu planeta de la destrucción que sus enemigos quieren llevar a cabo”.
De repente, Sofí oyó extraños ruidos que parecían proceder del comedor de la vivienda. Aquella tarde estaba sola en casa. Felizmente para ella, sus padres habían tenido que ausentarse. Pero lo que escuchó la llenó de temor. ¿Qué podría ser aquello, si no había nadie más allí? Tras unos segundos de vacilación, decidió caminar hacia el lugar donde le pareció haber escuchado los sonidos, lentamente, con mucha precaución. Al atravesar la puerta del comedor, lo vio. De pie, observándola con curiosidad, el extraño personaje se presentó, tratando a su vez de calmar a la aterrada muchacha:
—No tengas miedo, Sofí, no voy a hacerte ningún daño. Sí, sé tu nombre, en realidad sé muchas cosas de ti, más de lo que podrías imaginar en un desconocido como yo.
Lejos de estar calmada, Sofí lo miraba estupefacta. El viajero del tiempo prosiguió:
—Me llamo Sebastián Gormín —advirtió la cara de sorpresa de la adolescente—. Como ya debes haber entendido, soy el traductor del libro que has estado leyendo. También soy el autor de los mensajes de advertencia que has encontrado en él. Te preguntarás cómo he venido hasta aquí. Soy un viajero del tiempo. Vengo del futuro, del año 3720 Después de la Colonización de Base interestelar 500, planeta del que ya sabes ciertas cosas. Tengo que llevarte conmigo ahora mismo hasta allí. Es totalmente necesario que dejes toda tu vida en la Tierra. Te necesitamos para que se cumpla la profecía ancestral que acabas de leer antes en el libro.
—Sí, haré lo que dices —dijo Sofí con determinación. Nada me une en realidad a este planeta. Soy muy desdichada aquí. En cualquier parte estaré mejor que en esta familia, en este entorno que me desprecia.
—Vayámonos, pues. No podemos perder tiempo. Pero debes llevarte el libro contigo. Es una de las pruebas que te identificarán en la sociedad de los interestelares como la muchacha de la Tierra. De hecho, la posesión del libro es lo que te convierte en la persona elegida para que se cumpla la profecía ancestral. No puedes perderlo. Recuérdalo. Es algo de suma importancia.
Sofí y Sebastián Gormín se prepararon entonces para un viaje en el tiempo decisivo, que iba a cambiar el destino del planeta Tierra.