— Aleksandra, hablemos, por favor— tan solo escucho su voz a mi lado, Anna va caminando a mi lado y no ha dejado de repetir esas estúpidas palabras, haciéndome enojar mucho más. Llego a mi salón de clase y ahora sí, reviso la hora, faltan diez minutos para que empiece mi examen. Me asomo y puedo ver a Misha quien me saluda, devuelvo el saludo y noto que no ha llegado el profesor, así que me volteo para enfrentar a mi hermana mayor. Soy más alta que ella, así que me aprovecho de eso y me estiro más, teniendo que inclinar un poco la cabeza.
— ¿De qué quieres hablar?— respondo cortante y mirándola fijamente. Ella suspira y frunce el ceño.
— De lo de ayer, Sasha— dice meneando las manos, como si estuviera exasperada.
— ¿Qué pasó ayer?— obviamente estoy haciéndome la desentendida, pero la he traído pegada desde que llegué a la escuela. Escucho que ante mi pregunta suelta un gruñido.
— Aleksandra, estaba ebria, lo siento si fui grosera, pero tienes que empezar a vivir un poco, Cameron y yo llevamos meses juntos, eres la única que parece que pisó mierda cada vez que estamos con él o sale a colación en los temas de conversación.
— Porque honestamente, no sé qué es lo que le viste, Anna. Es cortante, frío, distante, de seguro ni ha de saber lo que es la amabilidad, es totalmente contrario a tí, y no salgas con esa estupidez de que los opuestos se atraen porque es una mierda...— no pude seguir hablando porque mi hermana me interrumpió.
— ¡Obviamente así es su forma de ser! No todo el mundo es amable o educado, tú por ejemplo, no eres simpática, pero ¿ves a alguien reclamándote?
— Sí, ustedes, cada bendito día, desde hace meses— le dije con cara apática. Ella se sonrojó y sólo bufó.
— No es cierto, sólo tratamos de convencerte de que no seas tan reacia a experimentas cosas nuevas, a conocer gente nueva...
— Mi problema no es ese. Mi problema es que me quieren obligar a convivir con personas con las que no me siento para nada cómoda, cómo voy a simpatizar con alguien que me ve feo o con alguien que me acosa con la mirada cada vez que estamos en el mismo lugar, Anna— había comenzado a subir la voz y a ella le cambió el semblante.
— ¿Cameron te acosa?— su pregunta es un susurro. Yo ruedo los ojos y niego con la cabeza.
— Su amigo— le digo con fastidio—. Porque nunca lo he visto sin Alexey, la verdad, ¿es el guardaespaldas de Cameron o algo así?
— No, simplemente es su mejor amigo— contesta fastidiada.
— Pues pareciera que son otra cosa— le digo con algo de malicia—. Mira, honestamente no quiero seguir hablando de este tema, porque nunca vamos a acabar bien, así que hay que dejarlo como está, ¿sí? Perdón, pero no puedo obligarme a estar cómoda cuando presiento que hay algo malo; lo único que sí te pido es que ni tu, ni Nikolai, hagan estupideces de las que después se arrepientan por culpa de estar siguiéndole el juego a personas como Cameron y Alexey.
Mi hermana se vuelve del color de una manzana cuando termino de hablar, de reojo puedo ver que el profesor se acerca y me despido de Anna, dejándola con la palabra en la boca. Entro al salón justo antes de que lo haga el profesor y diez minutos después, estoy empezando mi examen del día de hoy.
[...]
— ¿Anna vino para recoger sus documentos?— Misha me pregunta y yo ruedo los ojos, estamos sentados en una cafetería cerca de mi trabajo, esperando mi hora de entrada.
— No, vino a molestarme por algo que ha estado pasando durante unos cuantos meses.
— ¿Lo de su novio y su amigo?— pregunta reconociendo que llevo quejándome con él varios meses.
— Sí, lo que me parece imposible es que los defienda, o sea, ¿qué es defendible? Tal vez es bueno para el sexo y eso la tiene idiotizada— le digo y Misha suelta una carcajada—. En serio que lo entiendo, pero yo no le estoy diciendo que no sea su novia, si a ella le gusta arriesgarse de esa manera, es su problema, pero ¿por qué me quiere obligar a simpatizar tanto con él como con su amigo? Es absurdo, ella no está respetando lo que siento. En serio siento repulsión por ese par y no lo puedo evitar... Es, es casi involuntario, Misha.
Después de decir lo que tenía casi atascado, suelto un suspiro.
— Ya pasará, creo que es por todo lo que han vivido, tal vez ella se siente protegida con él y Nikolai se siente parte de algo que no es su familia— dice Misha con voz suave, él sabe absolutamente todo de mi historia de vida, lo que decía antes, él es como mi diario humano. Sé que es un arma de doble filo, pero creo que vale la pena arriesgarse, él ha sido lindo conmigo desde que nos conocimos. Suelto una risita cuando me acuerdo de cómo nos conocimos—. ¿De qué te ríes?
Editado: 27.01.2019